Aunque muchos aún continúen pensando lo contrario, una buena dirección de fotografía va mucho más allá de la simple tarea de engalanar visualmente un largometraje. Desde la elección de ópticas adecuadas hasta la composición del encuadre, pasando por el movimiento de la cámara o un tratamiento del color acorde al tono de la historia, la función del DOP es indispensable a la hora de traducir la visión del director en imágenes.

Para reivindicar a estos escultores de la luz, os traigo esta lista en la que recojo las 38 mejores direcciones de fotografía que nos ha dejado lo que llevamos recorrido de siglo XXI. Una selección que he ejecutado tras hacer una pequeña “battle royale” entre mis favoritas —preparaos para un empacho de Roger Deakins—, limitándome a seleccionar un par de títulos por año.

Como suele pasar en estos casos, ni están todas las que son, ni son todas las que están, pero estas son mis predilectas.

Cómo se ha convertido Roger Deakins en uno de los grandes genios de la fotografía en el cine

‘In the Mood for Love’ (Christopher Doyle, Pung-Leung Kwan & Ping Bin Lee, 2000)

Fotografiada a seis manos, ‘In the Mood for Love’ es la prueba fehaciente de que una buena dirección de fotografía no sólo está condicionada por el empleo de la luz y el color, sino por hacer gala de un uso de las ópticas y los encuadres inteligente y que impulse la narración. Dicho esto, pocas obras han conseguido convertir al espectador en un voyeur espiando a sus protagonistas como el brillante clásico de Wong Kar Wai.

Crítica en Espinof: ‘Deseando Amar’, deseando sufrir

‘Tigre y Dragón’ (Peter Pau, 2000)

El desembarco del subgénero Wuxia en el panorama hollywoodiense de la mano de Ang Lee enamoró al público occidental y e impulsó la aparición de nuevos largometrajes del mismo corte fuera del territorio asiático, y gran culpa de ello la tuvo una apuesta formal ultraestilizada y de una belleza gigantesta coronada por la cautivadora dirección de fotografía de Peter Pau.

‘El hombre que nunca estuvo allí’ (Roger Deakins, 2001)

No será la última vez que veamos al maestro Deakins en esta lista, porque sus trabajos se cuentan por obras maestras, pero esta primera mención, que le sirvió para hacerse con una nominación al Óscar a la mejor dirección de fotografía, destaca por su forma de evocar el noir más clásico con un tratamiento monocromático en el que sombras y contraluces brillan con especial intensidad.

‘Los otros’ (Javier Aguirresarobe, 2001)

En cuanto a dirección de fotografía, pocos géneros hay tan agredidos y que inviten tanto a la experimentación como el terror. En su mejor película —y que me perdone ‘Tesis’—, Alejando Amenábar abrazó la ambientación gótica sin prejuicio alguno, permitiendo a Javier Aguirresarobe lucir habilidades en un juego de encuadres, texturas y ambientación visual brillante, atmosférico y sobrecogedor.

‘Ciudad de Dios’ (César Charlone, 2002)

En ocasiones, el formato lo es todo, y esta gigantesca muestra de lo que puede llegar a ofrecer el cine brasileño es buena muestra de ello. Pese a contar con buena parte de su metraje rodado en 35mm, la incorporación de película de 16mm, junto a un trabajo de cámara de lo más libre, dan a ‘Ciudad de Dios’ la textura y la energía perfectas para sumergirnos en los suburbios de Río. Lógico y normal que recibiese una nominación al Óscar.

Crítica en Espinof: ‘Ciudad de Dios’ de Fernando Meirelles

‘Camino a la perdición’ (Conrad L. Hall, 2002)

Pocos meses después del estreno de ‘Camino a la perdición’, Conrad L. Hall nos dejó, legándonos como su última obra una magistral lección de dirección de fotografía en la que, junto a Sam Mendes, tradujo las viñetas del cómic homónimo de Max Allan Collins. Esta sucesión de planos memorables en clave neo-noir no es más que la culminación de una carrera llena de prodigios visuales.

Crítica en Espinof: ‘Camino a la perdición’ de Sam Mendes

‘Oldboy’ (Chung Chung-hoon, 2003)

Que Park Chan-wook es un maestro en el noble arte de contar historias en imágenes no es ninguna novedad, y nos ha dejado obras de una calidad inmensa en todos sus aspectos formales y narrativos; pero las cotas alcanzadas en ‘Oldboy’ junto a Chung Chung-hoon están a a otro nivel, gracias a unos arriesgados juegos con las ópticas, el color y la planificación inconcebibles para muchos. De la gloriosa pelea en el pasillo ni hablamos.

Crítica en Espinof: Cómic en cine: ‘Old Boy’, de Park Chan-Wook

‘Cold Mountain’ (John Seale, 2003)

‘Cold Mountain’ tiene un buen puñado de reclamos que la convierten en una de las obras más atractivas de principios de siglo, pero, por encima de su excelente reparto o su notable dirección, brilla una dirección de fotografía con alma naturalista que deslumbra por igual cuando captura los pasajes más íntimos y al plasmar en pantalla los horrores de la Guerra de Secesión norteamericana.

‘2046’ (Christopher Doyle, Lai Yiu-Fai & Kwan Pun-Leung, 2004)

Esta nueva alianza entre Wong Kar-Wai y los directores de fotografía Christopher Doyle y Kwan Pun-Leung —acompañados en esta ocasión por Lai Yiu-Fai— dio cierre a la trilogía del amor del hongkonés con un auténtico ejercicio de poesía visual. Un espectáculo con un tratamiento del color y una riqueza en su planificación tan sólo comparables a la gigantesca sensibilidad del conjunto. Una obra incomparable.

Crítica en Espinof: ‘2046’, la belleza del cine-música

‘Collateral’ (Dion Beebe & Paul Cameron, 2004)

Michael Mann ya había coquetado brevemente con el formato digital en algunas escenas de ‘Ali’, pero en ‘Collateral’, junto a Dion Beebe y Paul Cameron, abrazó plenamente el HD con la intención de sacar el máximo partido a los pasajes nocturnos de la ciudad de Los Angeles y a la luz práctica que ofrecía la ciudad. El resultado es tan contundente a nivel visual como inteligente en lo que respecta a logística, sentando precedentes y plantando otra semilla que impulsó el cambio en la mentalidad de la industria.

‘El nuevo mundo’ (Emmanuel Lubezki, 2005)

Como no podría ser de otro modo, Emmanuel “el Chivo” Lubezki, tiene cabida en nuestra recopilación con las mejores direcciones de fotografía del siglo XXI, y su primera mención es con su glorioso trabajo en ‘El nuevo mundo’ de Terrence Malick. Naturalismo en estado puro que extrae oro de la luz del sol y de los espectaculares paisajes, marca de la casa Malick, en los que se ambienta esta épica colonial.

Crítica en Espinof: ‘El nuevo mundo’ de Terrence Malick, la mejor película estrenada en 2006

‘Memorias de una geisha’ (Dion Beebe, 2005)

Tras el bochornoso ninguneo a su trabajo en ‘Collateral’, que no recibió ni una mísera nominación, la academia norteamericana decidió recompensar a Dion Beebe con un merecidísimo Óscar por su labor en ‘Memorias de una geisha’. Un despliegue de virtuosismo técnico y visual tratado con un mimo sorprendente que se aprovecha de una maravillosa puesta en escena para fotografiar imágenes para el recuerdo.

Crítica en Espinof: ‘Memorias de una geisha’, el sacrificio de una geisha

‘Hijos de los hombres’ (Emmanuel Lubezki, 2006)

Volvemos de la mano del Chivo Lubezki, esta vez en un registro radicalmente distinto al visto en ‘El nuevo mundo’ y sirviendo de escudero visual a otro grande como Alfonso Cuarón. Aunque ‘Hijos de los hombres’, en términos fotográficos, será recordada por ese falso impresionante plano secuencia rodado desde el interior de un coche, la distopía del dúo mexicano atesora un tratamiento del color y el contraste que viste a la perfección el relato.

Crítica en Espinof: ‘Hijos de los Hombres’ de Alfonso Cuarón, una maravilla

‘El laberinto del fauno’ (Guillermo Navarro, 2006)

La lóbrega fábula de posguerra española dirigida por Guillermo del Toro es prodigiosa en múltiples aspectos. Su puesta en escena es brillante, su dirección artística sobresaliente y su diseño de producción encantador; pero todos estos elementos no destacarían a semejante nivel sin una dirección de fotografía de Guillermo Navarro que, además de hacerse con un merecidísimo Óscar, da a ‘El laberinto del fauno’ ese mágico y oscuro empaque que la convierte en un hito del cine fantástico de todos los tiempos.

Crítica en Espinof: Guillermo del Toro: ‘El laberinto del fauno’, la obra maestra

‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’ (Roger Deakins, 2007)

Roger Deakins vuelve a hacer acto de presencia en esta selección —y no por última vez—, esta vez en clave de western y junto al director Andrew Dominik. Podrían escribirse decenas de páginas elogiando la fotografía de ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’, pero me limitaré a recordar ese magistral asalto al tren con el que Deakins da una lección de narrativa visual y de uso del contraluz.

Crítica en Espinof: ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’, el lento declive de los pistoleros

‘Pozos de ambición’ (Robert Elswit, 2007)

Puede que para neófitos en el tema de la dirección de fotografía, el nombre de Robert Elswit no diga demasiado por sí solo, pero si matizamos que es el responsable de largometrajes como ‘Nightcrawler’ o ‘Buenas noches, y buena suerte’, la cosa cambia. Pese a su prolífica carrera, el californiano alcanzó el cénit de su carrera junto a Paul Thomas Anderson en una ‘Pozos de ambición’ que, entre otras virguerías, nos deja una secuencia dominada por el fuego que ya ha pasado a los anales de la historia del séptimo arte.

Crítica en Espinof: ‘There Will Be Blood (Pozos de Ambición)’, la maldición del oro negro

La relación de aspecto: historia y usos narrativos de una herramienta fundamental en el cine

‘Déjame entrar’ (Hoyte Van Hoytema, 2008)

Antes de convertirse en el director de fotografía de cabecera de Christopher Nolan, Hoyte Van Hoytema, entre otros grandes trabajos, filmó la fantástica cinta vampírica titulada ‘Déjame entrar’ junto al sueco Tomas Alfredson. Para el recuerdo queda su gélido tratamiento del color, su delicado y atmosférico juego con los claroscuros, y el modo en que el suizo exprimió hasta la última gota de las lentes Super Speed de Zeiss para minimizar la profundidad de campo en algunos planos realmente asombrosos.

Crítica en Espinof: ‘Déjame entrar’, nieve y sangre

‘Revolutionary Road’ (Roger Deakins, 2008)

Cada película fotografiada por Roger Deakins nos regala una clase magistral sobre un aspecto concreto de su labor. En el caso de la ‘Revolutionary Road’ de Sam Mendes, fuertemente centrada en sus personajes, el maestro captura los rostros de los protagonistas de un modo envidiable y con tendencia naturalista, aprovechándose del trabajo del equipo de arte para desaturar los colores y generar así una atmósfera visual que define por sí sola el tono de este fantástico drama.

Crítica en Espinof: Revolutionary Road, la calle del engaño

‘La cinta blanca’ (Christian Berger, 2009)

Este descorazonador estudio sobre los orígenes del nazismo firmado por el siempre controvertido Michael Haneke no sería lo mismo sin la hipnótica aportación de Christian Berger, quien, en un delicado blanco y negro, nos transporta a la Alemania rural de 1913 sin artificios ni efectismos visuales; tan sólo con una austeridad y una economía en el lenguaje visual que hacen su discurso aún más áspero y demoledor.

Crítica en Espinof: ‘La cinta blanca’, la perversidad del alma

‘Enter the Void’ (Benoît Debie, 2009)

De la mesura de Berger en ‘La cinta blanca’ pasamos al delirio lisérgico de Benoît Debie en la desmadrada orgía estroboscópica que Gaspar Noé firmó en 2009 bajo el título de ‘Enter the Void’. Más de dos horas de desmadre audiovisual, ópticas imposibles, colores ultrasaturados, experimentación próxima al vídeoarte y toda la controversia que se asocia al realizador argentino en una obra única en su especie.

‘Cisne negro’ (Matthew Libatique, 2010)

Con ‘Cisne negro’, Matthew Libatique, director de fotografía de cabecera de Darren Aronofsky, firmó uno de los trabajos multiformato más estimulantes de la década. Rodado intercalando el 16mm —cuyo color y textura son inconfundibles— y cámaras DSLR al alcance de casi de cualquier mortal como la Canon 7D, la 1D o la 5D —utilizadas en las escenas ambientadas en el metro—, este thriller psicológico penetra hondo en la mente del espectador, en parte, gracias a su soberbia estética y a la fluidez de la cámara en set.

Crítica en Espinof: ‘Cisne negro’, nuestro peor enemigo

‘The Mandalorian’: así funciona Stagecraft, la revolucionaria tecnología con la que se ha rodado la serie de Disney+

‘Valor de ley’ (Roger Deakins, 2010)

A riesgo de resultar demasiado insistente con el señor Deakins, me ha sido imposible no seleccionar como la otra gran destacada del año 2010 su retorno al western de la mano de los hermanos Coen en la fantástica ‘Valor de ley’. Un empleo de la difusión y la luz natural tan precisos como de costumbre, y una gestión del espacio y la atmósfera dignas de amasar decenas de galardones, que nos dejaron grandes planos generales para el recuerdo como en el que Mattie y Rooster descubren al hombre ahorcado.

Crítica en Espinof: ‘Valor de ley’ (‘True Grit’), un western olvidable

‘El árbol de la vida’ (Emmanuel Lubezki, 2011)

Se puede llegar a la conclusión, sin miedo alguno a equivocarse, que ‘El árbol de la vida’ es, probablemente, el largometraje más hermoso —visualmente hablando— no sólo de las filmografías de Emmanuel Lubezki y Terrence Malick, sino también de todo lo que llevamos de siglo. Una auténtica delicia para las retinas que convierte el fotograma en un lienzo, y la luz del sol en —prácticamente— la única pintura necesaria para obrar un milagro cinematográfico.

Crítica en Espinof: ‘El árbol de la vida’, arte más allá de lo narrativo

‘Drive’ (Newton Thomas Sigel, 2011)

Aunque la genial ‘Bronson’ ya nos dio unas cuantas pistas, ‘Drive’, además de ser un auténtico fenómeno imitado hasta la saciedad en términos tanto formales como narrativos, confirmó a Nicolas Winding Refn como uno de los realizadores más estimulantes visualmente. Newton Thomas Sigel sirvió de mano ejecutora para su ultraestilizada apuesta de colores saturados e inteligentes encuadres calculados al milímetro, que merece mucho más reconocimiento del que se le ha dado.

Crítica en Espinof: ‘Drive’, llamada nocturna

‘Skyfall’ (Roger Deakins, 2012)

Jamás creí que mis ojos verían un largometraje de la longeva franquicia centrada en las aventuras del agente 007 situarse entre los mejores fotografiados de sus año, pero la dupla compuesta entre Roger Deakins y Sam Mendes volvió a mostrase imbatible en 2012. Desde la impresionante pelea en Shanghai rodada a contraluz al soberbio clímax en el que se abrazan fuego y oscuridad, ‘Skyfall’ es un auténtico prodigio.

Crítica en Espinof: ‘Skyfall’, resurrección

‘The Master’ (Mihai Malaimare Jr., 2012)

Tras haber trabajado con un gigante de la talla de Francis Ford Coppola en ‘Tetro’ y ‘Twixt’, el director de fotografía Mihai Malaimare se asoció con Paul Thomas Anderson para rodar, tanto en 35, como en unos espectaculares 65mm —cerca de un 85% del total del metraje— la igualmente sobresaliente ‘The Master’; uno de los trabajos más redondos visualmente de la filmografía del director.

Crítica en Espinof: ‘The Master’, imprescindible obra maestra

‘Prisioneros’ (Roger Deakins, 2013)

El francocanadiense Denis Villeneuve es uno de los realizadores más estimulantes del panorama actual, y uno de los que mayor cuidado en lo visual imprime en sus trabajos. Su alianza con Roger Deakins en ‘Prisioneros’ —primera de elevó lo visto en ‘Incendies’ a un nuevo nivel, haciendo uso de las técnicas habituales del maestro para envolver de un aura opresiva y malsana uno de los thrillers más atmosféricos de los últimos años en el que la mayor virtud del director de fotografía en pasar inadvertido aún ofreciendo un despliegue técnico y artístico de primerísimo nivel.

Crítica en Espinof: ‘Prisioneros’, la lucha

'El silencio de los corderos' y la memorable secuencia de la jaula

‘The Grandmaster’ (Philippe Le Sourd, 2013)

En lo que respecta a dar a sus obras un empaque visual de gran calidad, Wong Kar-wai pone el mismo mimo en sus historias más íntimas y personales que a la hora de abrir la caja de las tortas y filmar somantas de palos con un estilo y una plasticidad arrolladores. Nunca habíamos visitado —ni volveremos a visitar— la Segunda Guerra Sino-Japonesa con una forma como la que exhibe este largometraje centrado en la figura del maestro de Bruce Lee, Ip Man.

Crítica en Espinof: ‘The Grandmaster’, el arte del kung-fu según Wong Kar-Wai

‘Ida’ (Ryszard Lenczewski & Lukasz Zal, 2014)

Esta ganadora del Óscar a la mejor película extranjera, dirigida por el polaco Pawel Pawlikowski, debió haberse alzado también con el de mejor dirección de fotografía. Y es que la labor de Ryszard Lenczewski y Lukasz Zal, además de impartir una lección sobre el poder sugestivo del blanco y negro, hace gala de un uso de la relación de aspecto 1.37:1 en el que cada encuadre y la posición de los personajes en el mismo describe por sí solo, y sin necesidad de palabras, el estado de sus conflictos internos. Pura narrativa visual, mucho menos austera de lo que aparenta.

‘El gran Hotel Budapest’ (Robert D. Yeoman, 2014)

Aunque muchos me querrán tirar piedras por ello, y pese a reconocer sus múltiples virtudes, he de confesar que no soy un gran entusiasta del cine de Wes Anderson, siendo uno de los principales motivos su engolada forma que, creo, termina eclipsando a la historia. Dicho esto, es innegable que ‘El gran Hotel Budapest’ es uno de sus trabajos más redondos en cuanto a imagen se refiere, con un empleo brillante de la relación de aspecto que redondea el habitual repertorio de gamas cromáticas perfectamente calculadas, deliciosa simetría y movimientos de cámara rectilíneos.

Crítica en Espinof: ‘El gran hotel Budapest’, elogio del absurdo

‘Mad Max: Fury Road’ (John Seale, 2015)

Aunque George Miller soñase ‘Mad Max: Fury Road’ en blanco y negro, hay que estar agradecido por que los productores se negasen en rotundo a estrenarla en su versión monocromática, porque esta gran catedral del cine de acción del siglo XXI posee uno de los tratamientos del color más electrizantes de los que pueblan esta lista. Pero la gran obra de John Seale no sólo es perfecta en su colorimetría; también es una clase magistral en cuanto a planificación y uso del encuadre se refiere, a hacer confluir la inmensa mayoría de centros de atención de los planos en un mismo punto para favorecer que el desquiciado montaje de la película sea legible en todo momento. Brutal.

Crítica en Espinof: ‘Mad Max: Furia en la carretera’, el puñetazo encima de la mesa de George Miller

‘Sicario’ (Roger Deakins, 2015)

El dúo compuesto por Denis Villeneuve y Roger Deakins se reafirmó con su segundo trabajo conjunto, estrenado bajo el título de ‘Sicario’, como uno de los más eficientes de los últimos tiempos. Con un metraje fotografiado con la aspereza y la contundencia que transpira el tono del largometraje, Deakins corona uno de los mejores trabajos de su filmografía con una secuencia nocturna que, además de cortar la respiración, pone a prueba las capacidades de la Arri Alexa ST en condiciones de luz extremas. Una de esas cintas para estudiar plano a plano.

Crítica en Espinof: ‘Sicario’, descenso a los infiernos

‘Moonlight’ (James Laxton, 2016)

Personalmente, no comulgo demasiado con la decisión de dar a ‘Moonlight’ el Óscar a la mejor película tomada en 2017 por parte de la academia; pero lo que es indiscutible es que, a pesar de la durísima competencia, la estatuilla a la mejor dirección de fotografía que se llevó James Laxton fue más que merecida. Pocas veces un trabajo de cámara nos ha hecho sentir las emociones de sus personajes con una cercanía y autenticidad tan grandes como la cinta de Barry Jenkins; y es que esos íntimos planos frontales con los personajes mirando a cámara valen su peso en oro.

Crítica en Espinof: ‘Moonlight’, emociones a flor de piel

Comparamos 'Dunkerque’ en 70mm y en digital: dos experiencias diferentes para una misma película

‘La La Land (La ciudad de las estrellas)’ (Linus Sandgren, 2016)

‘La La Land’ es una película mágica, y sólo tengo que evocar el modo en que su primer número, ‘Another Day of Sun’, hizo que se me saltasen las lágrimas con su brillante combinación de música y puesta en escena de gran calidad. Pero este primer puñetazo sobre la mesa de Linus Sandgren, cuyo trabajo de cámara e iluminación es digno de Óscar, es sólo una de las muchas escenas —el número del planetario es maravilloso— que hacen al filme de Damien Chazelle merecedor de estar en esta lista.

Crítica en Espinof: ‘La ciudad de las estrellas – La La Land’, en clave de pasión

‘Blade Runner 2049’ (Roger Deakins, 2017)

Y a la decimocuarta fue la vencida. Tras veintitrés años rozándolo con los dedos, Roger Deakins se alzó con el Óscar a la mejor dirección de fotografía gracias a su tercera colaboración con Denis Villeneuve; una ‘Blade Runner 2049’ en la que el dúo de cineastas sacó la artillería pesada para marcar un nuevo hito en el noir-cyberpunk y para desencajar mandíbulas con sus juegos de luces, sombras y neones, que abarcan desde las urbes superpobladas industriales hasta los desérticos parajes de Las Vegas futurista.

Crítica en Espinof: ‘Blade Runner 2049’ es una deslumbrante réplica con un guion anodino

‘Madre!’ (Matthew Libatique, 2017)

La ausencia de ‘Madre!’ entre los grandes nombres de la temporada de premios 2017 fue ridícula, pero particularmente espinoso es el desprecio a la magnífica labor de Matthew Libatique. Un ejercicio descomunal que aprovecha al máximo las cualidades específicas del 16, el 35 y el formato digital y que, más allá del fantástico tratamiento de la luz, destaca por un trabajo de cámara y de planificación que nos introduce en el punto de vista de su protagonista utilizando tan sólo tres tipos de planos.

Crítica en Espinof: ‘Madre!’, asfixiando a Jennifer Lawrence y al espectador

‘Suspiria’ (Sayombhu Mukdeeprom, 2018)

Uno de los requisitos que debe cumplir casi cualquier remake que se precie es el distanciarse de su obra de referencia para ofrecer una experiencia única. En el caso de la nueva ‘Suspiria’, Luca Guadagnino y su director de fotografía Sayombhu Mukdeeprom optaron por desaturar la poderosa paleta de colores del filme de Dario Argento y dar al filme un look tan bello como mortecino. Mención especial para el desmadrado clímax de la película, que rompe los esquemas tanto a nivel narrativo como formal.

Crítica en Espinof: ‘Suspiria’: una imperfecta y arriesgada obra de arte

Quibi: cómo la reproducción en vertical del Netflix para móviles afecta a la narrativa de sus series

‘Misión: Imposible – Fallout’ (Rob Hardy, 2018)

Que la franquicia ‘Misión: Imposible’ continúa ascendiendo imparable in crescendo no es ninguna novedad, y con ‘Fallout’, Rob Hardy la ha llevado un peldaño más arriba en un espectáculo que grita “cine” a los cuatro vientos y que aprovecha el lenguaje audiovisual al máximo tanto en sus set-pieces más “íntimas” como la pelea en los baños, como en salvajadas como el salto base rodado “a pelo” o la persecución de helicópteros. Una auténtica gozada con una ejecución espectacular e impecable que merece mucho más reconocimiento que el recibido, mermado por su simple condición de blockbuster.

Crítica en Espinof: ‘Misión: Imposible – Fallout’ corona la saga con una obra cumbre del cine de acción