No todo el mundo se sube a bordo de su estilo, tan entusiasta y cargado de ganas por subvertir los géneros que aborda, pero Rian Johnson es uno de los creadores más vivos que hay ahora mismo en el cine americano. Alguien con un profundo entendimiento de la clase de película que decide abordar, para así saber por donde empezar a ponerlo patas arribas. Y, ahora, establecido como uno de los narradores de misterio más divertidos.
Pero eso viene de lejos, no hay que quedarse en las fabulosas ‘Puñales por la espalda‘ y ‘El misterio de Glass Onion‘ o la prometedora y todavía inédita en España ‘Poker Face‘. Con suerte, esta última nos podría llegar a través de la nueva plataforma de SkyShowtime que tanto está dando de qué hablar. Y justo en SkyShowtime podemos ver el misterio con el que empezó la fulgurante carrera de Johnson: ‘Brick‘.
Dramas (noir) de instituto
Aquí Johnson de la mano de su actor fetiche Joseph Gordon-Levitt hace una interesante replanteamiento del cine de detectives, del noir y de la intriga. Lo hace con un misterio bien trazado que se enmarca en el género del indie americano… y del cine adolescente, mostrando desde bien temprano que estamos ante un director tan ingenioso como prestado a la guasa.
Seguimos a un joven de un instituto de California que descubre cómo su exnovia, que reaparece inesperadamente para ponerse en contacto con él, ha desaparecido sin dejar rastro. Cuál investigador privado de película se embarcará en su búsqueda con la ayuda de su mejor amigo, desenmarañando en el camino los oscuros secretos de sus compañeros de instituto. Un proceso que le llevará también a duros enfrentamientos, pero no cederá en ningún momento si eso significa recuperar a esa mujer que le obsesiona.
El tono está perfectamente establecido desde los primeros compases, y los referentes clásicos de esta clase de cintas van apareciendo de manera inequívoca. Resulta muy divertido reconocerlos, dando una agradecida ligereza a una historia con la atmósfera neo-noir bien creada. Johnson va dejando también grandes detalles de su claridad a la hora de la puesta en escena, dando lo mejor posible dentro de las limitaciones del indie.
‘Brick’: manejando claves
La manera en la que se compromete con el noir hace que la subversión resulte elegante y no una pasada de rosca para hacerse el listo. La manera en la que lo desarrolla sin dejar el marco del instituto aporta una frescura estupenda que todavía persiste. Ese entendimiento de ambos mundos (la intriga y el coming of age) provoca que estos se den de la mano estupendamente, ya que Johnson encuentra bien las grietas por las que pueden ensamblarse.
Fijaros si es noir la película que su trama termina siendo un lío a los pocos minutos, pero aun así te subes a su propuesta. Te subes a la johnsoneta. Eso, o te parece una broma de mal gusto, cosa que sucede con cada obra de su filmografía, que denota siempre su particular estilo. Esa manera tan lanzada de narrar, con ambición y sin miedo a resultar demasiado chocante para el espectador, hace que sus películas se sientan llenas de energía y sean más refrescantes que otros ejercicios de género contemporáneos.
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