Tres victorias y tres empates en las primeras seis fechas del año no están nada mal. Es el primer balance de Belgrano desde que se inició el año. Claro que, cuando se ve la película completa, el panorama cambia. Es que la “B” corre muy de atrás porque tuvo un 2019 para el olvido. Por eso se lamentan tanto los puntos que deja en el camino.
El Pirata tuvo ayer, contra Platense, la posibilidad de quedar muy cerca de los puestos “de reducido”. Los resultados de la Zona A, con mayoría de empates entre los equipos involucrados en la discusión (la victoria de Deportivo Morón en San Juan fue la única excepción) le daban una chance importante de quedar “ahí”, con una victoria que finalmente no llegó.
Con o sin gente, la localía le sigue costando mucho a Belgrano. Puede parecer una contradicción, teniendo en cuenta que está invicto en su casa. Pero tantos empates (el de ayer fue el octavo en el Gigante, de los 12 que tiene en el torneo) resultan contraproducentes para sus chances.
Eso sí: desde que Ricardo Caruso Lombardi se hizo cargo del equipo, los celestes tienen otro carácter. Ya no son un equipo fácilmente vulnerable y, con algunas producciones mejores que otras, una cosa es segura: darán batalla en cualquier cancha.
Ganar aparece como una necesidad imperiosa para las fechas que vendrán. Quedan 27 puntos en juego y, aunque parezcan muchos, en Belgrano empezaron a hacer números. La conclusión es simple: en el Villagra no debería dejar más puntos en el camino.
El texto original de este artículo fue publicado el 16/03/2020 en nuestra edición impresa.
Publicidad