Hace bien poco que la primera temporada de ‘Outer Range’ llegó a su final en Amazon Prime Video. En ella se apostaba por un enfoque sosegado para abordar el misterioso elemento de ciencia ficción, confiando a menudo más en los problemas de la familia protagonista. Ahora la plataforma vuelve a apostar por una inusual serie de dicho género en el que las relaciones humanas priman por encima de su componente fantástico.
Creada por Holden Miller, ‘Night Sky’ nos propone la historia de un matrimonio ya maduro que ha sufrido varias penas a lo largo de su vida, pero con una particularidad que hace su caso único: en el patio trasero de su casa hay un portal desde el cual pueden ver un extraño planeta desértico.
La ciencia ficción como excusa
A partir de esa premisa os aviso que ‘Night Sky’ es una serie muy pausada en la que el componente humano se potencia por encima, confiando para ello en el indudable talento de J.K. Simmons y Sissy Spacek para conseguir despertar la empatía del público, sobre todo cuando hace especial hincapié en el amor incondicional que él tiene hacia ella.
Todo ello está rodeado de un gran apartado técnico, pero los responsables de la serie parecían tener claro la necesidad de que lo emocional nunca quedase en un segundo de plano, quizá de ahí que se hicieran con los servicios de Juan José Campanella para ocuparse de la dirección de los dos episodios iniciales -el primero lo firma en solitario y el segundo junto a Philip Martin-.
Campanella ya demostró en su momento el tacto necesario para abordar un romance en la tercera edad con ‘El hijo de la novia’, pero lo que se propone aquí es diferente. Tras años marcados por un dolor mitigado parcialmente por la existencia de ese portal, la vida de los dos protagonistas pasa por un momento delicado y ambos quieren abordarlo de forma diferente.
Luces y sombras de ‘Night Sky’
Eso es algo que se aborda con delicadeza, facilitando así la conexión emocional del espectador con ellos, siendo otro elemento disruptivo lo que pone en jaque su relativa tranquilidad. Ojo, eso también se va desarrollando con calma, por lo que quien esté buscando aquí algo parecido a una sobredosis de adrenalina, mejor que se ponga otra serie.
Lo que no funciona tan bien es cuando ‘Night Sky’ opta por abrir nuevas líneas narrativas, ya que puede que el enfoque sea similar, pero la ejecución dista mucho de ser igual de satisfactoria. Está claro que todo está llamado a encajar más tarde, pero de entrada hay un evidente bajón de interés cuando la serie no se centra en los personajes de Simmons y Spacek.
Además, el enigma que propone crea más curiosidad que fascina, en parte porque a menudo queda relegado a un segundo plano, prestándole mucha más atención en los finales de episodio para intentar crear la necesidad al espectador de seguir adelante con ella. No obstante, ‘Night Sky’ nunca se termina de quitar de encima la sensación de que es un preámbulo extenso de lo que está por venir. Ya sucedía algo parecido en ‘Outer Range’, pero aquí la sensación está más presente.
En resumidas cuentas
‘Night Sky’ es una serie que utiliza el componente de ciencia ficción no para ofrecer una exploración memorable de ese concepto, sino para indagar en la naturaleza humana en general, haciéndolo mucho mejor cuando el peso dramático recae sobre Simmons y Spacek, con diferencia lo mejor de toda la función.
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