No
es
un
secreto
que
no
fue
el
primer
elegido
para
el
papel:
el
actor
que
le
precedió
fue
despedido
justo
al
comienzo
del
rodaje
y
solo
tuvo
unas
horas
para
pensarlo
Más
de
dos
décadas
después
del
estreno
de
la
primera
entrega
de
la
trilogía
cinematográfica
de
El
Señor
de
los
Anillos,
su
elenco
al
completo
sigue
siendo
absolutamente
inconfundible.
A
lo
largo
de
estos
20
años
cada
uno
de
los
miembros
del
reparto
ha
seguido
avanzando
en
sus
respectivas
carreras,
pero
es
imposible
no
ver
a
Frodo
en
los
ojos
de
Elijah
Wood
o
recordar
a
Legolas
y
su
larga
melena
rubia
cuando
vemos
a
Orlando
Bloom.
Y
aunque
hoy
por
hoy
nos
costaría
horrores
imaginar
a
otros
actores
en
la
piel
de
los
personajes,
lo
cierto
es
que
uno
de
los
miembros
más
inconfundibles
del
elenco
estuvo
a
punto
de
no
formar
parte
de
él:
Viggo
Mortensen,
el
encargado
de
interpretar
al
humano
Aragorn,
descendiente
de
Isildur
y
miembro
de
la
comunidad
del
anillo,
en
las
tres
películas
de
la
trilogía.
No
es
un
secreto
que
Mortensen
no
fue
el
primer
elegido
para
el
papel.
En
primer
lugar,
el
personaje
había
ido
a
parar
a
otro
actor,
Stuart
Townsend,
quien
vivió
un
auténtico
sueño
tras
conseguir
el
papel,
pero
que
fue
despedido
justo
cuando
el
rodaje
comenzaba
en
Nueva
Zelanda. “Estuve
ensayando
y
entrenando
durante
dos
meses
y
luego
fui
despedido
el
día
antes
de
que
comenzase
el
rodaje”,
contó
el
actor
irlandés
en
declaraciones
a
Entertainment
Weekly. “El
director
me
quería
y
entonces
aparentemente
se
lo
pensó
mejor
y
lo
que
quería
realmente
era
a
alguien
20
años
más
mayor
y
completamente
diferente”.
Qué
fue
del
actor
que
despidieron
de ‘El
Señor
de
los
Anillos’
un
día
antes
de
empezar
a
rodar
Por
su
parte,
el
director
neozelandés
Peter
Jackson
había
contado
que
la
salida
de
Townsend
se
había
producido
en
buenos
términos.
Según
lo
que
se
sabe
sobre
la
parte
del
equipo,
el
actor
se
había
saltado
algunas
lecciones
importantes
de
lucha
con
espada
y
a
Jackson
le
preocupaba
bastante
la
indecisión
con
la
que
encarnaba
a
un
personaje
tan
importante
como
Aragorn.
Sea
como
fuere,
la
realidad
es
que,
cuando
a
Viggo
Mortensen
le
llegó
la
propuesta,
no
tuvo
apenas
tiempo
para
pensarlo.
La
propuesta
era
prácticamente
de
un
día
para
otro,
debía
volar
a
Nueva
Zelanda
al
día
siguiente
y
rodar
allí
durante
un
año
y
no
tenía
tiempo
para
abordar
el
material
original
de
J.R.R.
Tolkien,
cuya
novela
no
había
leído.
En
el
momento
de
la
llamada,
Mortensen
preguntó
si
se
lo
podía
pensar.
No
demasiado.
Tienes
hasta
esta
tarde
Al
colgar
el
teléfono,
el
primer
impulso
de
Viggo
Mortensen
fue
rechazar
el
papel.
Sin
embargo,
una
casualidad
del
momento
actuó
como
golpe
de
suerte
inesperado:
su
hijo,
Henry
Mortensen,
que
estaba
presente
en
la
misma
habitación
que
su
padre
cuando
recibió
la
llamada,
le
preguntó
de
qué
se
trataba.
Cuando
el
actor
le
contó
que
se
trataba
de
El
Señor
de
los
Anillos,
Henry
se
mostró
entusiasmado,
compartió
con
su
padre
su
cariño
hacia
la
obra
de
Tolkien
y
le
animó
a
coger
el
papel.
Aquel
momento
fue
clave.
Animado
por
su
hijo,
Mortensen
decidió
decir
que
sí
un
poco
a
ciegas,
sin
conocer
a
Peter
Jackson
ni
haberse
aproximado
a
la
historia
de
fantasía.
Una
situación
que,
por
otro
lado,
no
duró
demasiado.
Recibido
con
los
brazos
abiertos
en
el
set,
Viggo
Mortensen
encajó
genial
con
el
director,
equipo
y
compañeros
y
no
solo
leyó
la
novela
varias
veces
durante
el
proceso,
sino
que
contribuyó
a
mejorar
el
resultado
final
de
las
películas
con
su
absoluta
dedicación
al
papel.