Quentin
Tarantino
no
es
sólo
uno
de
los
cineastas
con
mayor
éxito
de
los
últimos
tiempos.
El
director
de
Pulp
Fiction,
Kill
Bill
o
Django
desencadenado,
entre
otras
obras
maestras,
es
también
un
cinéfilo
apasionado
que
rara
vez
pierde
la
oportunidad
de
hablar
en
público
de
sus
películas
favoritas
de
la
historia
del
séptimo
arte.
Es
conocido
por
su
gran
afición
a
los
westerns
italianos
y
a
las
películas
de
artes
marciales
de
los
años
60
y
70,
e
incluso
cuando
se
trata
del
género
de
terror,
a
Tarantino
le
gusta
lo
clásico.
Sin
embargo,
eso
no
significa
que
no
le
guste
también
el
cine
moderno.
Siempre
que
puede
Tarantino
habla
bien
de
sus
contemporáneos,
incluido
Paul
Thomas
Anderson,
que
empezó
su
carrera
de
director
pocos
años
después
que
él.
Conocido
por
hitos
como
Boogie
Nights
o
Magnolia,
hay
una
película
que
dejó
impresionado
a
Tarantino.
Anderson
no
sólo
es
su “competidor
más
amistoso”,
sino
también
uno
de
sus “mejores
amigos”,
según
declaró
el
realizador
de
Érase
una
vez…
en
Hollywood
a
Sky
Movies,
tal
y
como
recoge
Filmstarts. “Estoy
feliz
de
hacer
películas
al
mismo
tiempo
que
él”,
señaló
Tarantino.
Además,
también
habló
de
la
que
muchos
consideran
la
obra
maestra
definitiva
de
Anderson:
Pozos
de
ambición,
en
la
que
Daniel
Day-Lewis
interpretó
al
barón
del
petróleo
sin
escrúpulos
Daniel
Plainview
y
fue
recompensado
con
su
segundo
Oscar.
“Sin
duda,
una
de
las
mejores
películas
realizadas
en
la
década
de
2000”,
afirma
Tarantino
sobre
la
obra
maestra
de
Anderson. “Si
alguna
vez
ha
habido
una
película
que
deba
verse
dos
veces,
si
no
más,
antes
de
poder
mantener
un
debate
inteligente
sobre
ella,
ésa
es
Pozos
de
ambición“,
destaca
el
cineasta. “Es
tan
sobrecogedora
que
ni
siquiera
puedes
intentar
hablar
de
ella
durante
unos
días
después
de
ver
la
película
hasta
que
la
has
visto
por
segunda
vez”,
sentencia
el
director.
A
pesar
de
este
canto
de
alabanzas,
hay
otra
película
de
Paul
Thomas
Anderson
que
se
sitúa
un
poco
más
arriba
en
el
ranking
personal
de
Tarantino.
Y
no
es
otra
que
Boogie
Nights.
Aunque
la
prefiere
por
poco,
la “exuberancia”
de
este
filme
hace
que
supere
a
Pozos
de
ambición.
Eso
sí,
esto
no
impide
que
la
considere
como
una
de
las “mejores
películas
de
los
2000”.
Algo
en
lo
que
están
de
acuerdo
una
gran
parte
de
espectadores.
“Con
Pozos
de
ambición
dio
un
paso
más
allá:
no
solo
continuó
su
camino
reflexionando
en
torno
a
la
sociedad
americana,
en
este
caso
adentrándose
en
sus
entrañas,
en
sus
mitos,
sino
que
continuó
explorando
sus
temas
de
siempre
como
es
el
caso
de
la
familia,
verdadero
eje
sobre
el
que
pivota
toda
su
filmografía”,
señala
nuestra
crítica. “Casi
podríamos
considerar
como
el
Ciudadano
Kane
del
nuevo
milenio“,
sentencia.
Si
no
sabes
qué
ver
y
quieres
recibir
los
estrenos
en
tu
mail
apúntate
a
nuestra
Newsletter.