Hay
veces
que
Hollywood
quiere
meternos,
como
sea,
a
un
nuevo
talento
por
la
garganta.
Nunca
habías
oído
hablar
de
él,
pero

de
repente
aparece
en
todas
partes
.
Nos
ha
pasado
últimamente
(con
éxito)
con

Glen
Powell
,
pero
su
mayores
ejemplos
están
en
los
años
90,
cuando
actores
y
actrices
de
toda
guisa
trataron
de
hacerse
un
hueco
en
el,
por
entonces,
amplio
star
system
del
cine.
Uno
de
ellos
fue

Ryan
Phillippe
,
que
empezó
por
todo
lo
alto…
hasta
que
su
fama
se
desgastó
poco
a
poco.
Pero,
¿qué
ha
sido
de
él?

¿Qué
fue
de
Ryan
Phillippe?


lo
que
hiciste

Matthew
Ryan
Phillippe
nació
el
10
de
septiembre
de
1974
(o
sea,
que
ya
está
al
borde
de
los
cincuenta
años)
en
New
Castle,
una
ciudad
de
Delaware
en
la
que

vivían
algo
menos
de
5000
personas
.
Su
familia
no
tenía
nada
que
ver
con
el
cine:
su
padre
era
químico
y
su
madre
tenía
una
guardería
en
la
propia
casa
familiar.

No
tardaría,
eso
sí,
en
descubrir
su
faceta
como
actor.

A
los
17
años
debutó
en
la
telenovela ‘One
life
to
live’,
que
duró
un
total
de
11.163
episodios
divididos
en
43
temporadas.
Phillippe
fue
Billy
Douglas
durante
un
año
entero,
entre
1992
y
1993,
y

supuso
el
primer
personaje
adolescente
abiertamente
gay
de
cualquier
serie
americana
.
En
su
día
causó
cierta
polémica,
pero
hoy,
claro,
está
visto
como
un
papel
valiente
que
rompió
moldes.
El
propio
actor
ha
declarado
en
más
de
una
ocasión
que,
pese
a
que
tenía
miedo
de
lo
que
su
familia
y
amigos
pudieran
pensar
de
él,

está
orgullosísimo
de
haber
aceptado
hacerlo.

Después
de
irse
de
la
serie,

apareció
en
unos
cuantos
proyectos
exclusivos
para
televisión

como
una
película
de ‘Perry
Mason’
o
un
episodio
de ‘Matlock’
antes
de
debutar
en
el
cine
dirigido
por
Tony
Scott
en
‘Marea
roja’
,
en
un
papel
muy
-muy-
secundario.
Poco
a
poco,
su
fama
fue
creciendo
y
el
hermano
de
Tony,
Ridley
Scott,
le
fichó
para
su
‘Tormenta
blanca’
.
En
1997
abandonó
los
roles
secundarios
y
los
personajes
episódicos
para
siempre
(o
eso
creía
él):

se
convirtió
en
protagonista
del
exitazo
de
terror
‘Sé
lo
que
hicisteis
el
último
verano’.

No
se
ryan
de
él

Kevin
Williamson
era
el
nuevo
niño
bonito
del
terror
después
del
bombazo
que
supuso
‘Scream’,
y

todo
lo
que
escribiera
iba
a
ser
promocionado
por
todo
lo
alto
.
En
este
caso,
Phillippe
compartía
reparto,
además,
con
dos
de
las
actrices
jóvenes
más
poderosas
de
los
90:

Sarah
Michelle
Gellar

y

Jennifer
Love
Hewitt
.
Su
carrera,
desde
entonces,
explotó.
Ese
mismo
año

aparecería
en ‘Nowhere’
junto
a
un
auténtico
quién
es
quién
de
la
cultura
pop
de
los
90
,
desde
Heather
Graham
hasta
Mena
Suvari.

Se Lo Que

Poco
tardó
Hollywood
en
darle
un
caramelito
como
el
de ’54’,

una
película
sobre
el
ascenso
y
caída
de
la
discoteca
Studio
54

en
la
que
consiguió
aparecer
el
primero
en
el
póster
por
delante
de
Salma
Hayek
o
Neve
Campbell.
Fue
un
éxito
moderado,
pero
se
ganó

la
nominación
al
Razzie
a
peor
actor
.
Poco
importaba
cuando
ya
estaba
metido
en
la
locomotora
de
Hollywood:
de ‘Jugando
con
el
corazón’
saltó
a ‘Crueles
intenciones’.

La
película
le
unió
aún
más
con

Reese
Witherspoon
,
con
la
que
acabó
casándose,
y

fue
un
éxito
más
que
esperable
entre
el
público
adolescente

deseoso
de
ver
actores
y
actrices
guapos
dándose
el
lote.
El
año
siguiente
se
convirtió
en
una
de
las
caras
principales
del
debut
de
Christopher
McQuarrie
como
director, ‘Secuestro
infernal’
e
incluso
participó
en
una
cinta
que
fue
nominada
a
mejor
película
en
los
Óscar: ‘Gosford
Park’.

Estaba
en
la
cúspide
de
su
carrera
solo
diez
años
después
de
empezar
en
aquella
telenovela
.
Pero
todo
lo
que
sube
tiene
que
bajar.

El
crash
de
tu
crush

En
la
década
de
los
2000,
Phillippe
abandonó
los
papeles
que
le
habían
hecho
famoso
como
estrella
adolescente
y

se
centró
en
abrazar
aquellos
que
le
daban
el
beneplácito
de
la
crítica
,
como
‘Banderas
de
nuestros
padres’

o
‘Crash’,
en
un
intento
por
reconvertir
su
carrera
en
una
de
prestigio.
Le
salió
bien
durante
un
tiempo,
pero
inevitablemente

el
globo
empezó
a
deshincharse
con
papeles

en
películas
como ‘El
espía’, ‘Fingers,
ataque
terrorista’
o ‘Ausente
(Stop-Loss)’.

A
partir
de
entonces,
su
carrera
empezó
a
dar
bamboleos,
entre
papeles
como
el
de ‘MacGruber’
(una
de
sus
pocas
incursiones
en
la
comedia)
o
el
de ‘The
Bang
Bang
Club’,
rodada
en
Sudáfrica,
estrenada
en
Cannes
y
Toronto,
y

que,
aparentemente,
le
abrió
los
ojos
respecto
a
las
desigualdades
del
mundo.

En
2011,
tras
el
éxito
crítico
de
‘El
inocente’
,
decidió
que
era
el
momento
de

volver
a
la
televisión
casi
veinte
años
después

de
salir
de
allí
gracias
a
la
última
temporada
de
‘Damages’.

Desde
entonces,
Phillippe
ha
hecho
lo
posible
por
mantenerse
a
flote:

ha
dirigido
su
primera
película

(‘Catch
hell’),
participado
en
series
como ‘Secretos
y
mentiras’
o,
precisamente,
‘MacGruber’,
e
intentado
mantenerse
en
el
cine
con
papeles
un
poco
de
segunda
como ‘The
Locksmith’
o
‘One
shot’
.

Él
es
consciente
de
su
nuevo
status
quo
en
Hollywood.

Como
le
dijo
a

The
Guardian
,
“Entonces
tenía
un
valor.



No

cuál
es
mi
valor
ahora.
Y
no
me
preocupa
.
Consciente
de
que
nunca
a
volver
a
saber
lo
que
hicisteis
el
último
verano
o
a
bailar
en
Studio
54,
Phillippe
se
ha
conformado
con
la
vida
de
semi-estrella
que
tiene
ahora.

No
caló
lo
suficiente
entre
el
público,
pero

lo
suficiente
como
para
aguantar
quince
años
en
el
estrellato.

No
todo
el
mundo
puede
decir
lo
mismo.

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