Hay
películas
cuya
reputación
icónica
resulta
todavía
inquebrantable,
ejerciendo
como
unos
cimientos
muy
sólidos
para
una
franquicia
popular
y
para
la
carrera
de
una
cineasta
imprescindible.
No
es
fácil
mantenerlo
con
el
paso
del
tiempo,
especialmente
cuando
se
hizo
ya
en
su
momento
con
limitaciones
presupuestarias,
pero
‘Terminator’
todavía
funciona
como
un
cañón.
Batalla
por
el
futuro
El
auténtico
despegue
de
James
Cameron
como
director,
con
un
Arnold
Schwarzenegger
en
su
rol
definitivo
acompañado
de
Linda
Hamilton
y
Michael
Biehn.
Un
gran
híbrido
de
acción
ochentera,
ciencia
ficción
y
terror
slasher
que
va
a
cumplir
40
años
de
su
estreno
y
que
se
encuentra
disponible
por
tiempo
limitado
gratis
en
streaming
a
través
de
RTVE
Play.
La
película
se
podrá
ver
en
la
plataforma
hasta
el
22
de
septiembre
(después
se
puede
encontrar
en
las
plataformas
de
Filmin
y
MGM+).
Sarah
Connor
vive
despreocupadamente
su
vida
en
la
ciudad
de
Los
Ángeles
hasta
que
un
extraño
y
voluminoso
hombre
intenta
matarla
en
un
club
nocturno.
Consigue
salir
viva
gracias
a
la
ayuda
de
otro
desconocido
que
afirma
proceder
del
futuro,
del
año
2029,
al
igual
que
el
asesino
implacable
enviado
por
las
máquinas
para
matarla
antes
de
que
dé
a
luz
al
que
será
el
salvador
de
la
humanidad
en
la
guerra
del
futuro,
John
Connor.
Cameron
hace
un
impresionante
derroche
de
efectos
especiales
y
creación
de
atmósfera
para
sus
primerísimos
minutos,
para
luego
proceder
a
hacer
algo
ligeramente
más
pegado
a
la
tierra,
artesanal
y
directo,
que
podría
haber
sido
la
condena
para
cualquier
otra
película.
En
su
lugar,
este
prólogo
nos
introduce
una
interesante
mitología
y
atmósfera
que
da
otra
textura
al
slasher
que
veremos
a
continuación.
Un
trabajo
de
acción
altamente
estilizado
en
su
fotografía,
en
sus
vestuarios
y
en
su
música
para
forjar
a
fuego
la
imagen
mental
del
“technoir”
que
aparece
explícito
en
un
escenario
y
sin
duda
define
a
la
perfección
el
tono
que
busca
el
director.
Un
gran
trabajo
de
economía
de
medios
y
de
cine
de
fantasía
que
es
muy
dispar
de
la
secuela
realizada
por
el
mismo
Cameron
varios
años
después,
ya
lanzado
en
un
maximalismo
que
funcionó
a
la
perfección.
Sería
fácil
quedar
completamente
ensombrecido
por
el
despliegue
de
la
secuela
(no
tanto
por
las
otras
secuelas),
pero
ese
carácter
único
y
hasta
minimalista
(en
comparación)
la
mantiene
como
un
artefacto
impoluto.
Tanto
que
muchos
creen
que
la
mejor
manera
para
rescatar
a
la
franquicia
Terminator
es
recuperar
esta
vía
casi
de
cine
independiente,
aunque
su
magia
es
tan
especial
como
irreplicable.
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