Situada
tres
décadas
después
de
la
cinta
original,
‘Bitelchús
Bitelchús’
nos
pone
al
día
con
la
familia
Deetz
tras
los
extraños
eventos
paranormales
que
vivieron
a
causa
del
espíritu
interpretado
por
Michael
Keaton.
Mucho
ha
cambiado
desde
entonces.
Lydia
es
la
cara
de
un
programa
de
espiritismo
en
el
que
habla
con
fantasmas
y
tiene
una
difícil
relación
con
su
hija
adolescente
Astrid
después
de
que
su
marido
y
el
padre
de
ella,
Richard,
muriera
en
un
accidente
en
las
Amazonas.
En
el
que
es
uno
de
los
puntos
clave
de
la
trama,
Astrid
no
cree
en
las
habilidades
ya
que
si
puede
ver
fantasmas
¿por
qué
no
puede
ponerle
en
contacto
con
su
padre?
La
respuesta
llega
mucho
más
tarde,
cuando
engañada
por
un
fantasma,
Astrid
cruza
el
más
allá
estando
viva
y
atrapa
allí
su
alma.
Es
entonces
cuando
en
las
oficinas
administrativas
y
justo
después
de
descubrir
el
engaño
Astrid
es
apresada
por
las
almas
y
ve
a
su
padre.
Por
eso
su
madre
Lydia
no
podía
verlo,
Richard
estaba
atrapado
haciendo
trabajo
burocrático.
Pero
acorde
con
las
leyes
de
la
película
anterior
esto
no
tiene
ningún
sentido,
ya
que
es
en
boca
de
una
de
las
propias
administrativas
cuando
en
la
cinta
original
se
dice
que
solo
los
fallecidos
por
suicidio
pueden
trabajar
allí.
¿No
se
suponía
que
la
muerte
de
Richard
era
un
accidente?
Apañándolo
todo
con
un
tecnicismo
Claro
que
Tim
Burton
tiene
la
respuesta
para
eso.
Como
bien
apunta
un
usuario
en
X,
es
en
un
plano
que
aparece
apenas
unos
segundos
en
la
película
donde
podemos
ver
que
Bitelchús
está
leyendo
la
prensa
del
más
allá,
y
entre
los
titulares
hay
uno
que
anuncia
que
un
muerto
ha
sido
asignado
por
error
muerte
por
suicidio.
Esto
probablemente
se
refiere
a
Richard,
y
justificaría
su
presencia
allí.
¿No
te
convence?
Es
normal.
Eso
es
porque
en
normas
de
guion
lo
que
ha
hecho
Burton
es
bastante
tramposo.
Aunque
es
justificable
pensar
que
la
burocracia
cometiera
un
error,
hacer
que
un
punto
tan
importante
de
la
trama
dependa
de
un
tecnicismo
que
la
película
además
no
hace
esfuerzos
en
justificar
es
cuestionable.
Para
los
que
esto
les
rondase
la
cabeza
es,
al
menos,
una
respuesta.