Que
‘Vaiana
2’

haya
sido
un
exitazo
no
nos
beneficia
a
nadie.
Bueno,
sí:
a
las
mentes
maestras
detrás
de
Disney,
que
han
visto
cómo

se
abre
una
nueva
puerta
en
su
negocio
de
secuelas
y
remakes
al
por
mayor
.
Ahora
han
descubierto
que
pueden
unir
cuatro
episodios
de
una
serie
de
televisión
cancelada,
añadirles
algunas
escenas
nuevas
(en
el
tiempo
que
ha
dado
desde
marzo,
cuando
se
anunció
su
existencia,
hasta
noviembre),
hacer
un
márketing
agresivo
y
ganar
millones
con
ella.
Y,
como
público,
esta
dejadez
con
nuestro
propio
entretenimiento,
este
festín
en
el
lodazal
y

esta
falta
de
respeto
hacia
nosotros
mismos
nos
pasará
factura
en
el
futuro
más
cercano
.
Porque,
¿para
qué
trabajar
si
cualquier
cosa
con
un “2”
detrás
vale
para
recaudar
mil
millones
de
dólares?

Secuelas
baratas
en
tu
zona

El
problema
no
es
que ‘Vaiana
2’
sea
inferior
a
la
primera
parte
(que
lo
es,
y
mucho,
como
corresponde
a
un
spin-off
televisivo).
El
problema
es
que
da
lo
mismo.
En
el
fondo,

es
un
malévolo
experimento
con
el
que
ver
hasta
qué
punto
la
calidad
da
lo
mismo

y
estamos
dispuestos
a
engullir
contenido
rápido
y
sencillo
con
tal
de
continuar
con
una
saga.
La
animación
está
varios
pasos
por
detrás
de
la
primera
parte
(esos
fondos
genéricos,
esos
movimientos
inacabados),
los
personajes
carecen
de
corazón,

la
trama
está
deshilachada,
se
notan
los
cortes
entre
episodios…
Y
da
lo
mismo.

Porque,
a
estas
alturas,
podríamos
tragarnos
dos
horas
de
un
salvapantallas
de
‘Vaiana’
si
nos
dijeran
que
es
la
tercera
parte.

‘Vaiana
2’
es
una
muestra
de
hasta
qué
punto
ha
degenerado
la
industria
del
cine
mainstream.

Antaño,
esta
película
correría
la
misma
suerte
que ‘Atlantis
2’

(que
también
eran
diferentes
episodios
de
una
serie
cancelada
pegados
con
celo)
e
iría
directa
al
mercado
del
DVD
o
del
streaming.
Pero
en
este
caso,
Disney
la
está
intentando
vender
como
una
secuela
propiamente
dicha,
digna
de
la
pantalla
grande,
que
aparentemente
continúa
la
historia
de
la
mejor
película
de
la
empresa
de
la
última
década.
Pero
es
un
subproducto
barato
(sin
importar
su
presupuesto
real).

Ellos
lo
saben,
pero
no
todo
el
público
lo
hace.
Y
es
un
problema.

Entiendo
perfectamente
el
motivo
de
la
existencia
de
esta
película,
claro:
lo
que
antes
era
una
estrategia
de
cintas
de
baja
calidad
para
alimentar
el
mercado
doméstico,

ahora
es
la
base
de
Disney,
una
saca
con
el
símbolo
del
dólar
sin
fondo,
una
máquina
que
hace
churros
constantemente.

En
2025,
de
entre
sus
patas
más
fuertes,
el
panorama
incluye
tres
películas
y
seis
series
de

Marvel
,
tres
series
de

Star
Wars
,
cinco
secuelas,
dos
remakes
en
acción
real,
tres
revival
televisivos,
tres
series
basadas
en
películas
y
tan
solo
una
película
original
(‘Elio’)
y
una
serie
original
(‘Win
or
lose’)
de

Pixar
.
Y
con
el
éxito
de ‘Vaiana
2’
se
les
está
diciendo
que
este
es
el
camino
correcto:

el
de
la
churrería
a
la
que
no
le
importa
si
el
material
está
excesivamente
aceitoso,
quemado
o
insípido

mientras
tenga
una
cola
de
gente
dispuesta
a
comprar.

Los
churros
de
Disney

A
favor
de ‘Vaiana
2’
debo
decir
que

se
aleja
de
las
secuelas
que
llenaban
los
videoclubs
en
los
90

y
en
las
que
los
protagonistas
solían
ser
los
hijos
de
los
protagonistas
originales,
narraban
precuelas
o
no
tenían
ningún
tipo
de
trascendencia
real
en
la
saga.

No
es
un
producto
que
llegue
al
reducto
de
ponzoña
en
el
que
se
encuentran
películas

como ‘La
bella
y
la
bestia:
una
Navidad
encantada’, ‘Pocahontas
2’
o ‘La
dama
y
el
vagabundo
2’,
pero
tampoco
es
digna
del
tratamiento
de
secuela
cinematográfica
y
bisagra
en
la
franquicia.

No
hay
nada
particularmente
malo
en ‘Vaiana
2’,
pero
tampoco
hay
nada
que
nos
haga
volar.

Es
lo
que
uno
podría
esperar
de
una
serie
de
relleno
en
Disney+:
una
nueva
aventurilla
,
canciones
que
no
tienen
el
nivel
de
las
de

Lin-Manuel
Miranda

y
los
mismos
personajes
haciendo
referencias
a
la
primera
parte,
que
es
la
que,
en
el
fondo,
todos
preferiríamos
estar
viendo.
Y
al
final,
por
supuesto,

un
recordatorio
de
que
la
cosa
va
para
largo
y
tendremos
una
inevitable ‘Vaiana
3’
.
Que,
por
poder,
podría
salir
dentro
de
un
año
con
estos
mismos
estándares
de
calidad
donde
todo
da
exactamente
lo
mismo.


No
hay
cariño,
amor
ni
pasión
puestos
en ‘Vaiana
2’:
es
un
producto
mercantilista,
triste
,
a
un
paso
de
la
inteligencia
artificial.
Es
un
lenguaje
(el
del
cine)
copiando
otro
muy
distinto
(el
de
las
series)
y
rellenando
los
huecos
para
que
parezca
una
película
real.
Utiliza
la
misma
ley
del
mínimo
esfuerzo
que
el
estudiante
que
copia
y
pega
un
trabajo
de
ChatGPT
esperando
sacar
un
cinco
raspado
y
que
no
le
pillen.
Si
alguien
la
ve
y
no
nota
las
tramas
episódicas
o
un
final
que
claramente
está
acelerado
para
poder
culminar
sin
un
cliffhanger,

Disney
habrá
conseguido
su
propósito:
pintar
una
piedra
de
amarillo
y
decir
que
es
oro.

No
todo
vale
con
la
excusa
de
que
es “para
niños”.

Los
niños
también
tienen
derecho
a
un
entretenimiento
digno
,
a
no
tragarse
cualquier
cosa
porque
salen
dibujos
y
se
mueven.
Ellos
son
un
público
inteligente
que
sabe
distinguir
perfectamente
entre ‘Vaiana’
y ‘Vaiana
2’,
y
creer
que
no
es
así,
es
una
falta
de
respeto
hacia
la
infancia.

En
lo
personal,
creo
que
llamar “película”
a
este
producto
es
estirar
mucho
su
definición.


Es
una
recopilación
de
episodios,
un
prólogo
a
algo
más
grande,
una
aventurilla
,
un
entremés
o
una
bisagra,
pero
no
un
largometraje
propiamente
dicho
digno
de
estrenarse
en
cine
y
ponerse
al
mismo
nivel
que
la
cinta
original.
Con
suerte,
Disney
sabrá
enderezar
el
rumbo
en ‘Vaiana
3’
y
no
improvisará
como
ha
hecho
en
esta,
pero

viendo
que
cualquier
nadería
les
hace
ganar
millones
sin
esfuerzo,
¿para
qué
gastar
el
tiempo
y
el
esfuerzo?

Los
churros
aceitosos
y
a
medio
hacer
también
tienen
su
público.

En
Espinof
|

Las
27
mejores
películas
Disney
de
todos
los
tiempos

En
Espinof
|

Las
mejores
películas
de
2024