Dirigida
por
Paul
Greengrass,
el
filme
es
una
explosión
emocional
devastadora
sobre
la
historia
real
ocurrida
en
Noruega
en
2011

El
día

22
de
julio
de
2011

quedó
marcado
en
la
historia
negra
de
Noruega:
una
explosión
en
Oslo
y
un
tiroteo
a
pocos
kilómetros
de
la
capital,
en
un
campamento
juvenil
en
Utøya,
dejó
77
muertos
y
más
de
un
centenar
de
heridos.
Este
suceso,
una
tragedia
que
traumatizó
a
toda
una
región,
es
lo
que
cuenta


22
de
julio

(2018),
una
película

magistral
y
valiente

que
dirige

Paul
Greengrass

y
puedes
ver
en

Netflix
.

La
tragedia
comenzó
en
Oslo,
con
la
explosión
de
una
bomba
dentro
de
una
camioneta
junto
al
edificio
de
las
oficinas
del
primer
ministro
de
por
entonces

Jens
Stoltenberg
.
Aunque
este
ataque
mató
a
8
personas
e
hirió
a
209,
lo
peor
ocurrió
lejos
de
la
capital.
Menos
de
dos
horas
después,
en
un
campamento
organizado
por
la
división
juvenil
del
Partido
Laborista,

un
hombre
se
vistió
de
policía
y
abrió
fuego
contra
los
asistentes,
la
mayoría
adolescentes
.
Mató
a
69
personas.

Además
de
la
tragedia,
la
policía
no
se
salvó
de
las
críticas,
pues
tardaron
demasiado
en
llegar
al
campamento:
72
minutos.
El
detenido
fue

Anders
Breivik
,
un
empresario
noruego
simpatizante
de
la
extrema
derecha,
cristiano,
islamófobo
y
de
ideología
nacionalista.
Este
atentado
fue
el
más
mortífero
en
Noruega
desde
la
Segunda
Guerra
Mundial.

‘Aún
estoy
aquí’,
la
cruda
historia
real
que
ha
dado
la
sorpresa
de
los
Oscar
2025
y
se
merece
sus
3
nominaciones

“Una
mirada
cercana
y
contundente”

Imagen de '22 de julio'

Netflix
Imagen
de ’22
de
julio’

El
tema
era
delicado
y
el
terreno,
arriesgado.
Los
recuerdos
todavía
estaban
muy
recientes
cuando
Greengrass
se
puso
manos
a
la
obra
con
su
película

22
de
julio
.
El
proyecto
se
estrenó
mundialmente
en
el
Festival
de
Venecia
de
2018.

Originalmente,
el
cineasta
buscaba
hacer
un
filme
sobre
la
crisis
migratoria
que
ha
sacudido
a
Europa
durante
varios
años.
El
plan
era
centrarse
en

Lampedusa
,
la
isla
italiana
que
se
había
convertido
en
un
punto
de
llegada
para
muchos
que
buscan
asilo
en
Europa.

“Sentí
que
era
solo
una
pequeña
parte
de
algo
más
grande”
,
dijo
el
director
en


Rolling
Stone
. “Quería
abordar
eso.
Me
encontré
a

mismo
pensando: ‘Estoy
en
el
sitio
equivocado.
Estoy
en
la
parte
equivocada
de
Europa”.
Fue
entonces
cuando
el
director
se
decantó
por
centrarse
en
el
atentado
de
Oslo.

“De
repente
pensé: ‘La
conexión
está’.
La
idea
de
la
globalización,
aquellos
que
se
sienten
alienados
por
ella
y
cómo
esta
masacre
fue
una
especie
de
momento
incitante.
Luego
estaba
la
democracia,
que
luchaba
después
de
haber
sido
puesta
a
prueba.
Estaba
Breivik
y
estaba
este
joven
en
el
juicio,

Anders
Viljar
Hanssen
,
que
había
testificado
sobre
cómo
sobrevivió
al
ataque.

Podría
personalizar
las
ideologías
en
conflicto.
Podría
personalizar
esa
lucha
por
el
alma
de
la
sociedad
“.


22
de
julio

recibió
buenas
críticas.
La
prensa
especializada
destacó
su
“mirada
cercana
y
contundente”

sobre
las
secuelas
del
terrorismo.
También
que
cuenta
una
historia
con
el “impacto
visceral
del ‘thriller’
y
la
persistente
resonancia
emocional
de
un
drama”.