Cuando
pensamos
en ‘Superman‘,
la
película
de
1978,
lo
primero
que
viene
a
la
mente
es
el
carisma
de
Christopher
Reeve
y
esa
épica
historia
de
origen.
Pero
lo
que
pocos
imaginan
es
que
una
de
las
escenas
más
solemnes
de
la
película
se
grabó
gracias
a
una
de
las
excentricidades
más
grandes
de
Marlon
Brando.
Para
su
corta
participación,
el
actor
había
advertido
al
director
Richard
Donner
que
no
memorizaría
ni
una
sola
línea
de
diálogo,
algo
que
puso
al
equipo
de
producción
más
que
nervioso,
sin
embargo,
Brando
encontró
la
solución
perfecta:
una
que
fue
tan
inesperada
como
divertida.
Brando
era
famoso
por
su
talento,
pero
también
por
su
personalidad
impredecible.
Para
interpretar
a
Jor‑El
(papel
que
hace
Bradley
Cooper
en
la
nueva
versión),
el
padre
biológico
de
Superman,
se
presentó
en
el
set
dejando
claro
que
no
pensaba
aprenderse
el
guion.
¿Su
argumento?
Que
así
sonaría
más
natural
y
convincente,
por
lo
que
el
director,
tuvo
que
adaptarse
a
su
método
y
colocó
los
diálogos
en
carteles
estratégicamente
escondidos
en
un
lugar
poco
esperado:
el
pañal
del
bebé
que
cargó.
Lo
más
curioso
sucedió
en
una
de
las
escenas
más
icónicas:
cuando
Jor‑El
despide
a
su
hijo
antes
de
enviarlo
a
la
Tierra.
Brando,
con
tal
de
no
esforzarse
demasiado,
terminó
leyendo
sus
líneas
directamente
del
pañal
del
bebé
que
hacía
de
Kal‑El.
Sí,
el
legendario
actor
ganador
del
Óscar
estaba
improvisando
con
los
diálogos
escritos
en
un
pañal
para
no
tener
que
levantar
la
vista.
El
rodaje
con
Brando
no
fue
fácil.
Se
dice
que
llegó
al
set
con
sobrepeso,
sin
ensayos
previos
y
con
ideas
totalmente
fuera
de
lugar,
como
proponer
que
Jor‑El
fuera
una
maleta
o
incluso
un
bagel
flotante.
Todo
esto
mientras
cobraba
un
salario
astronómico:
3,7
millones
de
dólares
por
apenas
unas
jornadas
de
filmación,
más
un
porcentaje
de
las
ganancias,
lo
que
en
total
le
dejó
cerca
de
14
millones
por
su
participación.
Y
no
fue
su
primera
vez
Brando,
un
verdadero
actor
con
técnicas
estudiadas
a
la
perfección,
habría
adoptado
el
método
Stanislavski
para
la
mayoría
de
sus
actuaciones,
esta
técnica
se
basa
en
desarrollar
interpretaciones
relajadas
y
naturalistas
que
fluyen
conforme
los
diálogos
entre
dos
personas,
y
se
basa,
principalmente,
en
saber
qué
se
tiene
que
decir
en
el
último
momento.
De
ahí
que
se
usaran
tarjetas
tanto
en
la
ropa
del
elenco
como
encima
de
las
cámaras:
así
Brando
podía
leer
lo
que
tenía
que
decir
sin
hacerse
una
idea
previa
del
diálogo ‘mecanizado’
del
guion.
Como
ejemplo
de
esta
forma
de
trabajo
está
su
participación
en ‘El
Padrino‘
donde
los
constantes
cambios
en
el
guion
obligaron
a
que
Brando
utilizara
las
tarjetas
en
la
ropa
de
sus
coestrellas
porque
no
había
tiempo
suficiente
para
mecanografiarlas
ni
memorizarlas.
Hoy,
la
historia
del “pañal
de
Superman”
es
una
de
las
anécdotas
más
divertidas
que
rodean
a
la
película
y
refleja
tanto
la
genialidad
como
la
excentricidad
de
Brando,
un
actor
que
podía
marcar
la
diferencia
en
pantalla
sin
seguir
ninguna
de
las
reglas
tradicionales.
Foto
de
gatewayfilmcenter
En
Espinof
|
Marlon
Brando
sobre
la
única
película
que
hizo
gratis: “Me
sentí
traicionado
y
encima
fue
un
tremendo
fracaso”