En
el
universo
del
cine,
sabemos
que
hay
actores
que
hacen
hasta
lo
imposible
para
poder
conseguir
un
papel
y
otros
que,
sin
esfuerzo,
tienen
la
oportunidad
de
poder
interpretar
al
personaje
que
les
cambia
la
vida,
sin
embargo,
la
historia
de
Sean “Diddy”
Combs
no
es
de
estas
últimas,
ya
que,
en
un
esfuerzo
de
convertirse
en
un
súper
agente,
lo
único
que
logró
fue
tener
una
gran
pérdida
de
dinero.
En
el
año
2008,
el
cantante
lanzó
un
mini‑corto
que,
en
apariencia,
era
simplemente
el
lanzamiento
promocional
de
su
fragancia
I
Am
King,
pero
había
algo
más
detrás:
en
realidad
estaba
utilizando
el
video
como
una
audición
para
convertirse
en
el
primer
James
Bond
negro,
un
movimiento
audaz
e
inesperado
que
generó
mucha
atención
mediática.
El
video,
filmado
con
producción
de
alto
presupuesto
que
rondaría
el
más
de
medio
millón
de
euros,
presenta
Diddy
en
un
entorno
de
lujo,
vestido
con
esmoquin,
rodeado
de
mujeres,
sobre
un
jet
ski
y
luego
en
un
helicóptero
sobre
la
costa
sur
de
Francia,
mezclando
imágenes
aspiracionales
con
una
coreografía
visual
que
remite
al
glamur
bondiano.
“Yo
soy
el
rey”
En
el
propio
metraje
Diddy
declara,
en
un
tono
mucho
más
dramático
del
que
uno
podía
esperar: “Creo
que
soy
el
más
indicado
para
serlo.
Tenemos
un
presidente
negro;
es
hora
de
un
Bond
negro”.
El
video
fue
publicado
en
YouTube
como
parte
de
su
campaña
para
el
perfume
I
Am
King,
dedicando
el
producto
a
figuras
como
Barack
Obama,
Muhammad
Ali
y
Martin
Luther
King,
fomentando
una
narrativa
de
empoderamiento
masculino
y
elegancia
negra.
A
pesar
de
la
estética
seductora,
la
mayoría
de
los
espectadores
y
fanáticos
no
lo
tomaron
en
serio,
considerando
el
clip
como
una
extravagancia
más
que
una
audición
legítima,
por
lo
que
al
cantante
no
le
quedó
de
otra
más
que
aceptar
que
su
producción
con
smokings
a
la
medida
y
miradas
perdidas
al
infinito
fue
un
fracaso.
Aunque
el
video
no
logró
ningún
contacto
oficial
con
los
productores
de
Bond
ni
fue
respondido
con
seriedad,
generó
debate
sobre
la
representación
racial
en
la
saga
007.
Daniel
Craig
en
su
momento
había
comentado
que
la
elección
de
Barack
Obama
como
presidente
allanaría
el
camino
para
un
Bond
negro,
una
idea
que
Diddy
quiso
capitalizar
públicamente,
desde
entonces,
este
caso
ha
quedado
como
una
anécdota
divertida
dentro
del
mundo
del
marketing
y
la
cultura
pop:
un
artista
que
mezcla
autopromoción,
ambición
actoral
y
un
mensaje
simbólico
en
un
solo
clip.
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