Al
comienzo
de
la
quinta
temporada
de
‘Breaking
Bad’
,
Walter
White
desayuna
solo
en
un
restaurante.
Es
una
forma
de
matar
el
tiempo,
ya
que
no
tardamos
en
descubrir
que
está
ahí
realmente
para
realizar
negocios
de
tapadillo.
Al
volver
a
su
coche,
descubrimos
que
ha
adquirido
una
metralleta
M60.
El
comienzo
era
como
tantos
otros
en
la
serie
de
Vince
Gilligan.
Descontextualizado
e
intrigante,
nos
emplazaban
a
otro
momento
de
la
serie
para
saber
las
respuestas.

Claro
que

para
Vince
Gilligan,
ese
comienzo
existía
básicamente
porque “estaba
guay”
.
Era
una
forma
chula
de
comenzar
la
temporada,
y
ya
tendrían
tiempo
de
resolverlo
en
guion.
Según
revelaba
en
una
entrevista
para

Uproxx
,
esa
tontería,
ese “ya
lo
dejamos
para
luego”
inocente,
acabó
siendo
uno
de
los
quebraderos
de
cabeza
más
gordos
que
tuvo
que
afrontar
el
equipo
de
guionistas,
y
una
decisión
de
la
que
se
arrepintieron
hasta
prácticamente
el
final.
Según
avanzaban
los
episodios,
el
equipo
le
recordaba
amablemente
que
tenían
que
resolverlo,
pero
por
más
vueltas
que
le
daba
Gilligan
no
sabía
qué
demonios
hacer
con
esa
metralleta.

Metralleta

Sus
compañeros
guionistas
se
volvieron
tan
insistentes
que
en
cierto
punto
Gilligan
propuso
lo
impensable:

“hagamos
como
que
la
metralleta
nunca
ha
existido”
.
Claro
que
para
ellos
aquello
era
un
pecado
capital.
De
hacerlo
no
solo
incurrirían
en
los
famosos
agujeros
de
guion
que
a
los
fans
tanto
les
gusta
señalar,
sino
que
estarían
rompiendo
una
clásica
ley
de
la
narrativa
como
es
la
de
que
todo
elemento
que
se
introduce
en
un
relato
debe
tener
su
impacto
al
final.
El
principio
del
arma
de
Chéjov
literalmente
utiliza
un
arma
de
fuego
de
ejemplo
para
proponer
que
si
al
principio
del
relato
enseñas
un
rifle,
para
el
final
tiene
que
haberse
disparado.

“Nunca
me
he
enfadado
más
conmigo
mismo”
,
recuerda
Gilligan
en

otra
entrevista

hablando
sobre
el
tema,
y
quien
aprovechaba
para
dar
la
lección
a
otros
guionistas
de
no
hacer
algo
simplemente
porque
mole
en
el
momento
si
no
tienes
una
buena
respuesta
para
ello.
“Nos
hicimos
eso
a
nosotros
mismos.
Nos
arrinconamos
en
esa
esquina”
.

A
base
de
darle
vueltas
al
asunto
y
en
el
tiempo
de
descuento

acabaron
dando
con
una
solución
que
les
convenció
.
No
fue
una
solución
cualquiera,
además.
Es
en
el
mismísimo
episodio
final
cuando
por
fin
este
arma
adquiere
importancia
y
Walter
la
usa
para
acabar
con
una
habitación
entera
de
supremacistas
blancos,
habiéndola
montado
en
una
suerte
de
torreta
de
su
propia
construcción.
Como
el
trabajo
de
los
mejores
magos,
a
los
espectadores
nos
fue
imposible
adivinar
que
lo
que
habíamos
visto
no
estaba
pensado
desde
el
principio.
Y
de
hecho
la
solución
resultó
tan
llamativa
que
incluso
acabaron
probándola
(y
dándole
el
aprobado)
los ‘Cazadores
de
mitos’.

En
Espinof
|

Han
pasado
16
años,
pero
Bob
Odenkirk
recuerda
como
si
fuera
ayer
su
primera
aparición
en ‘Breaking
Bad’

En
Espinof
|

Aaron
Paul
recuerda
cómo
Bryan
Cranston
le
tomaba
el
pelo
en
el
rodaje
de ‘Breaking
Bad’: “Al
menos
te
vas
a
lo
grande”