

La protagonista de la serie de Netflix no tenía ninguna duda de qué canción podría volver a convertirse en un bombazo décadas después. Efectivamente, tenía razón y ahora no nos la podemos quitar de la cabeza
El 5 de agosto de 1985 Kate Bush lanzó al mercado el primer single de su quinto disco, Hounds of love. Fue un éxito inmediato, a pesar de que no llegó a estar en el número 1 de las listas de Reino Unido ni de Estados Unidos (donde se tuvo que conformar con el 30). Poco esperaba que casi 40 años después, una serie fuera a colocar la canción donde se merecía: en el top 1 de ocho países, y que todos iban a estar cantando Running up that hill como si acabara de salir. Y solo lo supo ver Winona Ryder.
You don’t wanna hurt me (yeah, yeah, yo)
Desde los primeros compases de Stranger Things, Ryder sabía que, sí o sí, tenía que sonar esta canción de Kate Bush en un momento épico. Al fin y al cabo, tendría que estar sonando en la radio más o menos por aquella época. Tal y como ha declarado, “Me obsesioné con ella cuando era una niña. Llevo dejando pistas en el rodaje durante los últimos siete años llevando mis camisetas de Kate Bush“.
La escena no podría haber estado mejor escogida por los Hermanos Duffer, por cierto. Después de que Billy, el hermanastro de Max, fuera asesinado al final de la temporada 3, cobra un significado especial al ver a su hermana: “And if I only could / I’d make a deal with God / And I’d get him to swap our places” (“Y si tan solo pudiera / Haría un trato con Dios / Y haría que nos intercambiara”). No estoy llorando, tú estás llorando.
Después de volver a poner de moda Running up that hill y The Neverending Story, la única duda que queda abierta es qué nos tienen reservado en la temporada 5. A una última palada de nostalgia nunca se le dice que no.













