El fichaje de Shonda Rhimes por Netflix se anunció a bombo y platillo hace ya más de tres años, pero no fue hasta hace apenas unas semanas que empezó a dar sus frutos con ‘Los Bridgerton’ -aunque en este caso ella solamente es productora a través de su compañía Shondaland-, uno de los mayores éxitos de la plataforma durante los últimos meses.

Estrenada el pasado 25 de diciembre, ‘Los Bridgerton’ ha dado mucho de lo que hablar desde entonces y una vez vista su primera temporada, me gustaría destacar tanto lo que funciona como lo que no en la serie de Netflix hasta la fecha.

A partir de aquí habrá algún spoiler de la primera temporada de ‘Los Bridgerton’.

Lo que sí funciona

‘Los Bridgerton’ es una serie con un ritmo ágil, consecuencia natural de no querer detenerse más de la cuenta en las diferentes tramas que plantea. Lo más parecido a ello sería la resistencia del duque de Hastings a tener hijos y cómo afecta eso a su relación con Daphne, algo que en otras series se hubiese estirado seguramente hasta el delirio y que aquí parece haber quedado zanjado en apenas un puñado de episodios.

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Eso es algo que se aplica a la serie de forma general y que en lo referente a personajes secundarios puede dar pie a que algunas de sus tramas no estén del todo bien desarrolladas, pero aquí prima el bien mayor: que ‘Los Bridgerton’ sea lo más accesible posible para el público actual. Por ello, los personajes tienen unos diálogos más propios de la actualidad que de la Inglaterra georgiana, aunque manteniendo ciertos mínimos para evitar convertirse simplemente en un ‘Gossip Girl’ de otra época.

Los Bridgerton Escena

Además, el reparto está bien elegido. Habrá personas que se queden únicamente con la presencia física de Regé-Jean Page, pero lo cierto es que comparte una buena química con Phoebe Dynevor, a la que algunos quizá recuerden por haber dado vida a Lottie en la adaptación televisiva de ‘Snatch’.

Esto es algo que se percibe especialmente en el tramo inicial de esta primera temporada de ‘Los Bridgerton’, que es también cuando la serie de Shondaland ha potenciado más un tono ligero que le ha venido de fábula para que la duración de los capítulos no se vuelva en su contra. Es cierto que la que seguramente sea la mejor escena de la temporada -Eloise acusando a una criada de ser Lady Whistledown- no incumbe a ninguno de ellos, pero sin esto es probable que la serie no atrapase a muchos espectadores.

Por lo demás, se nota el cuidado acabado técnico, no buscando tanto la fidelidad histórica como una opulencia contenida que transportase al espectador a otra época. No obstante, quizá la música de Kris Bowers sea lo más inspirado en lo referente a los complementos narrativos, ya que ilustra de maravilla lo que sucede y al mismo tiempo se puede disfrutar por separado.

Lo que no funciona

Imagen Los Bridgerton

‘Los Bridgerton’ es una serie que se disfruta menos cuando se pone demasiado intensa. Es inevitable que algo así sucediera y ni siquiera es necesario ver completo un episodio para tener claro que es cuestión de tiempo que lo dramático se imponga con claridad por encima del resto. Por ello, a medida que avanzaba la primera temporada sentía menos interés por lo que me estaba contando.

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Vale, sí, no se recrea de más y así no se vuelve cansina, pero sí resulta mucho más terrenal. Y aquí no pienso únicamente en la crisis matrimonial entre Daphne y Simon, donde al menos la serie se preocupa de dar algo más de entidad al motivo que la provoca que en el libro, porque lo relacionado con el embarazo de Marina busca lo altisonante y se queda en monótono.

Los Bridgerton Actor Rege Jean Page

Además, es verdad que según avanzaba la temporada se iba prestando algo más de atención a los secundarios, pero en ‘Los Bridgerton’ hay demasiados personajes como para prestarle la atención que se merecen. Eso lleva a que en algunos casos uno se quede con ganas de más y le lleve a seguir viendo la serie con esperanza de que eso suceda, pero con otros los condena a una indiferencia de la que va a resultar muy difícil escapar.

Lo curioso es que tenían un recurso fenomenal para dar más interés a eso con Lady Whistledown, pero la serie parece olvidarse por momentos de lo mucho que llega aportar la voz en off de Julie Andrews, estando muy desaparecida durante varios tramos de la temporada. Hasta incluso se olvidan de que ese misterio daba otra dimensión a la serie. Lo recuperan de nuevo hacia el final, pero ahí hubiese agradecido más consistencia porque es quizá el mayor rasgo distintivo de la serie.