Sus 89 goles con la camiseta de Instituto le permitieron a Daniel Jiménez entrar en el corazón de los hinchas de la Gloria, que lo votaron para que la popular sur del Monumental lleve su nombre.

“Miliki” fue clave para el ascenso de 1999 y también convirtió varios tantos en los clásicos, por lo que el amor que le tienen los “gloriosos” fue creciendo año tras año.

“Primero es un orgullo muy grande este reconocimiento y que los hinchas te lo hagan saber con que tu nombre esté en el estadio emociona mucho. Uno con el tiempo de haber defendido esta camiseta, pasar buenos momentos y después ser técnico fue queriendo mucho a Instituto ya que me marcó muchísimo en mi carrera deportiva y lo tengo como mi lugar en el mundo”, contó Jiménez en diálogo con Mundo Santa Fe.

Cuándo le preguntaron qué tenía de especial el hincha de Instituto, el exfutbolista explicó: “Mirá, hace 14 años que está en la Primera Nacional y su gente nunca dejó de ir a la cancha. Se escaparon tres ascensos y su fidelidad con el club siempre está. Si bien Talleres y Belgrano tienen una buena convocatoria, el hincha glorioso nunca falta a un partido, alienta permanentemente y con el tiempo uno le dio muchísimo valor a estas cosas”.

Publicidad

Sobre la votación que el club dispuso para que los ídolos del club pueden estar en los nombres de las tribunas, el rafaelino dijo: “Es un orgullo ver que voy a estar junto a campeones mundiales como Mario Alberto Kempes, Osvaldo “Pitón” Ardiles y Diego “Granadero” Klimowicz que jugó mucho tiempo en el fútbol de Alemania. También siempre me hablaron de Salvador Mastrosimone, por lo que jugaba estaba a la altura de Diego Armando Maradona. Estar con todos ellos es una sensación única e inolvidable”.

Tiempo atrás, “Miliki” yendo de compras en familia y con una remera de Instituto (Foto: Archivo / La Voz).

Su legado es eterno. Será muy difícil que un jugador convierta la cantidad de goles que él hizo. Pero a eso le sumó humildad y generosidad, algo que el público se lo reconoció siempre.

“Empecé a jugar de grande, con 22 años. En esa época trabajaba de albañil. El fútbol me dio mucho más de lo que esperaba”, supo contarle “Miliki” a este diario el día que colgó los botines.

NEWSLETTER DE INSTITUTO

La mejor información sobre la Gloria en tu correo.

¡Gracias por suscribirte!

Ha ocurrido un error, por favor intente nuevamente más tarde.

Publicidad