Hoy la diferencia de nivel y de repercusión es sideral, hasta podría decirse que ni siquiera vale la pena imaginarla. Pero hace 47 años, el fútbol argentino no se agotaba exclusivamente en los torneos de AFA, ni los ídolos del futbolero de ley venían necesariamente impuestos desde el extranjero. Claro que se admiraban las figuras de Pelé, Johan Cruyff y Franz Beckenbauer. También el potencial de Boca, River y los grandes de la metrópoli. Pero el respeto y la atracción por lo nuestro, por el fútbol “de la vuelta de la esquina”, también tenía un peso específico enorme.

Por eso, no causó demasiada extrañeza que el 10 de noviembre de 1973, la final de Primera B de la Liga Cordobesa, entre All Boys y Las Flores, marcó un récord de recaudación para la categoría con una cifra mayor que varios partidos del Campeonato Nacional de ese año, incluidos cotejos que involucraron a los cinco grandes del puerto.

All Boys hizo celebrar a todo barrio Rosedal y a su fanaticada en la definición de 1973. (Archivo Gustavo Farías)

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Sí, aunque cueste creer, las boleterías de ese partido jugado en cancha de Talleres arrojaron un neto de 27.666 pesos, un registro que dejó en evidencia la potencialidad que gozaba por entonces el fútbol cordobés y que superaba, por ejemplo, a los 26.496 de un Boca-Atlético Tucumán, jugado un mes antes, y triplicó los 8.873 producidos por los Xeneizes contra Kimberley de Mar del Plata de la semana anterior.

Una mirada al asunto desde la capital del país, seguramente no habría encontrado explicación al repasar los nombres de los protagonistas. El mítico escenario porteño ofrecía jugadores con “chapa” indiscutible como Hugo Curioni, Osvaldo Potente, Roberto Mouzo, Vicente Pernía, Carlos Pachamé, “el Chino” Benítez… Del otro lado, en contrapunto, figuraban apellidos absolutamente desconocidos: Argentino Carballo, Roque Pedernera, José Di Francesco, Roberto Videla, Ricardo Cuquejo, Omar Molina o Eduardo Bustos, los puntales del celebrado ascenso de All Boys, que se impuso 3-2. Tampoco tenían cartel los Hugo Gigena, Roberto Ceballe, Abel Martínez, Carlos Navarro o Pedro Bustos, quienes habían sostenido la ilusión de los del Taladro cordobés.

Las Flores no pudo celebrar en la definición, pero se mandó un campañón en 1973. (Archivo Gustavo Farías)

El análisis de los balances económicos, deja además algunas otras perlitas increíbles. El 9 de octubre, un mes antes de la finalísima de la B cordobesa, River e Instituto juntaron en el Monumental 21.201 pesos, es decir 6.465 menos que lo recaudado por All Boys y Las Flores en la Boutique. Al igual que lo sucedido en la Bombonera, los “carteludos” sobraban: Norberto Alonso, Carlos Morete, Enrique Wolff y J.J. López, por el lado del local, mientras que la Gloria también aportó lo suyo con Daniel Willington y Mario Kempes, quien ya había debutado en la selección nacional y que ese día marcaría su primer gol en el ámbito de AFA.

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Una final alucinante

Pero aquella definición del ascenso cordobés tuvo contornos que atraparon al hincha cordobés. Claro está que los hinchas de los clubes involucrados fueron mayoría, pero el público neutral también se hizo presente por el anticipo de una final apasionante.

En 1973, jugar a canchas llenas en cualquier punto del país era una cosa de todos los fines de semana. Desde La Quiaca a Ushuaia. La motivación de una gran campaña que depositara a los clubes provinciales en un Nacional que reunía a los mejores del país, era una apetitosa zanahoria que se le había otorgado a las entidades provinciales. Y conseguir el ascenso a la máxima categoría del fútbol de la Docta no era poca cosa.

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Para empezar, All Boys y Las Flores habían tenido una dura puja durante toda la temporada y llegaron al final del torneo igualados en el primer puesto con 25 puntos. Obligados a dirimir el ascenso en un desempate pactado a doble partido en cancha de Talleres. En el de ida fue empate sin goles, que también dejó una jugosa recaudación: 27.415 pesos. Pero el encuentro fue decepcionante.

“La única nota de color y entusiasmo se apreció en las graderías y estuvo a cargo de las respectivas falanges partidarias, con enormes banderas de diversos colores –fue visible el estimable apoyo de otras instituciones pertenecientes a cada uno de los sectores– que de esa manera conformaron un ambiente de verdadera fiesta”, publicó este La Voz.

Las Flores y All Boys protagonizaron una gran final de la Primera B de la Liga Cordobesa. (Archivo Gustavo Farías)

El 10 de noviembre llegó la definición. Ese día, All Boys, dirigido por Atilio Willington, supo revertir la ausencia de su goleador Carlos Carballo y una desventaja parcial de 0-1 para conseguir un celebradísimo 3-2, cristalizado en el minuto final por obra de Roberto Videla.

La fiesta se trasladó a barrio Güemes, donde los hinchas de Bolívar y Bella Vista se asociaron al júbilo de los albinegros y de un sector de la ciudad que esa noche no durmió. Fútbol de otra época, con héroes del barrio convertidos en luminarias sin necesidad de la play ni la tele.

Ante una multitud y con recaudación récord, All Boys fue el campeón. (Archivo Gustavo Farías)  

Síntesis

All Boys 3-Las Flores 2

Día: sábado 10 de noviembre de 1973. Cancha: Talleres. Árbitro: José Morán. Recaudación: $ 27.666.

All Boys: Orlando Borghi; Ricardo Cuquejo, Juan Carlos Salgán, José Enrique Di Francesco y Carlos Tapia; Argentino Carballo (Néstor Cabrera), Roberto Videla y Roque Pedernera; Juan Carlos Jara (Carlos Tapia), Omar Molina y Eduardo Bustos. DT: Atilio Willington.

Las Flores: Moreno; Armando Navarro, Roberto Ceballe, Carlos Navarro y Pedro Bustos; Arroyo, Abel Martínez y Juan Campos; Juan Paternoster (Luis Reynoso), Hugo Gigena y Roberto Fernández (Díaz).

Goles: PT, 35m Gigena (LF), de tiro libre. ST: 2m Molina (AB), 10m Bustos (AB), 34m Ceballe (LF) y 45m Videla (AB).

Expulsados: ST: Campos (LF) y Cuquejo (AB).

Acotación: ST: 20m Borghi (AB) le atajó un penal a Gigena (LF).

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