
Saeb Erekat, el principal negociador palestino fue una figura clave
La muerte de Saeb Erekat, el principal negociador palestino que fue una figura clave en los Acuerdos de Oslo en 1993, muy cercano a Yasser Arafat, simboliza el fin de una era marcada por la esperanza de construir dos Estados, uno israelí y otro palestino, en el turbulento mapa de Medio Oriente.
Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) desde 2015, representó siempre a los palestinos en todos las negociaciones internacionales luego de la Conferencia de paz de Madrid en 1991.
El diplomático murió el martes en un hospital de Jerusalén, a los 65 años de edad, después de contagiarse de coronavirus el 8 de octubre.
Más allá de los cargos que ocupó, el ex ministro, diputado y negociador palestino fue en su momento un hombre cercano a Arafat, fallecido el 11 de noviembre de 2004, y del actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas.
Más allá de los cargos que ocupó, el ex ministro, diputado y negociador palestino fue en su momento un hombre cercano a Arafat”
Erekat solía describir la situación en la que viven los palestinos como una suerte de “apartheid” bajo control israelí.
“Era muy apreciado por Arafat. Hay que pensar que todo lo que presentó en las distintas negociaciones internacionales tenía el visto bueno del líder palestino”, dijo a Télam Ezequiel Kopel, autor de los libros “La disputa por el control de Medio Oriente” y “Medio Oriente, un lugar común”.
El analista señaló que “Erekat era del riñón de la OLP, estamos hablando de hombres como Abu Alaa (Ahmed Qurei), de Yasser Abed Rabbo, entre otros dirigentes, y también de Abbas, los popes de una OLP que se está yendo, o que se está quedando sin ningún remanente”.
“Erekat siempre fue un líder moderado. Dijo que la única forma de lograr un acuerdo con Israel era ganando la confianza de los israelíes”, señaló.
Erekat participó también en todas las negociaciones del exmandatario estadounidense Barack Obama, y después intentó abrir una negociación con el Gobierno del republicano Donald Trump”
El analista explicó que “si bien no se oponía a la lucha armada, consideraba que ésta no era la mejor alternativa para la liberación de los palestinos, pues a la larga conspiraba contra sus propios intereses”.
Durante una de sus últimas declaraciones públicas, Erekat advirtió que las aspiraciones de Israel de anexar el 30% de la Cisjordania ocupada y del Valle del Jordán conducirían a futuras generaciones de palestinos a “abandonar la idea de una solución negociada”, informó el diario británico The Guardian.
Según algunos analistas, sus intervenciones en las conversaciones secretas que condujeron a los Acuerdos de Oslo en 1993 resultaron claves para la construcción del autogobierno palestino en Gaza y Cisjordania, bajo la mediación del expresidente estadounidense, Bill Clinton.
Israel se retiró de la Franja de Gaza en 2005 bajo el Gobierno del exprimer ministro israelí, Ariel Sharon. Pero luego impuso un bloqueo por tierra, aire y mar en 2007 cuando el grupo islámico Hamas tomó posesión del enclave.
Erekat participó también en todas las negociaciones del exmandatario estadounidense Barack Obama, y después intentó abrir una negociación con el Gobierno del republicano Donald Trump, hasta que el jefe de la Casa Blanca reconoció a Jerusalén como capital de Israel, el 6 de diciembre de 2017.
Erekat advirtió que las aspiraciones de Israel de anexar el 30% de la Cisjordania ocupada y del Valle del Jordán conducirían a futuras generaciones de palestinos a “abandonar la idea de una solución negociada””
“Erekat era uno de los principales negociadores y portavoces palestinos, con un doctorado y muy buen nivel de inglés dedicó su vida a la causa palestina, activando en la Primera Intifada (1987-1993)”, dijo Mario Sznajder, profesor emérito de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Sznajder, doctor en ciencias políticas y autor de “Historia mínima de Israel”, entre otras obras, opinó que el negociador palestino “no realizó aportes teóricos originales a las negociaciones, pero ejecutó fielmente las instrucciones de Arafat y Abbas”.
“Su dudosa autenticidad en su trabajo como vocero, o de obligaciones propagandísticas políticas, en las que el impacto es mucho más importante que la veracidad de la información, no reducen para nada su compromiso con la causa palestina y su convicción de que se podría eventualmente lograr un acuerdo de paz entre palestinos e Israelíes, y así establecer un Estado Palestino a la par de Israel”, señaló Sznajder.
Cuando a mediados de septiembre se firmaron los Acuerdos de Abraham, impulsados por el presidente Trump, en los que Emiratos Árabes Unidos y Bahréin (más tarde se sumó también Sudán), reconocieron al Estado de Israel, Erekat dijo que “era una puñalada en la espalda a la causa palestina”.
“Con la muerte de Erekat no solo Palestina sino Israel pierden a uno de sus principales interlocutores en la búsqueda de una solución pacífica regional”, dijo Gustavo Cardozo, profesor en Relaciones Internacionales de la Universidad Regional del Noroeste del Estado brasileño de Rio Grande do Sul (Unijui).
El analista opinó que “su fallecimiento deja un espacio poco probable de cubrir en el corto plazo, en el cual el cambio de Gobierno en Estados Unidos puede llegar a cambiar las reglas de juego en Medio Oriente”.