Ya han pasado nueve años desde que Álex de la Iglesia pusiese patas arriba a la Academia española con un su famoso discurso de la ceremonia de entrega de los Premios Goya 2011. Un inteligentísimo alegato por el abrazo a las ventanas que la red de redes abría a la distribución y el consumo cinematográfico que, en pleno 2020 continúa estando más vigente que nunca.

En su disertación, el ex-presidente de la institución aseguraba que “Hace 25 años, quienes se dedicaban a nuestro oficio jamás hubieran imaginado que algo llamado INTERNET revolucionaría el mercado del cine de esta forma y que el que se vieran o no nuestras películas no iba a ser sólo cuestión de llevar al público a las salas”.

De un modo similar a esa generación de cineastas pre-internet, muchos de quienes llevamos una larga temporada atrapados en los engranajes de la industria audiovisual de un modo u otro —ya sea desde dentro o únicamente como espectadores— jamás hubiésemos imaginado, pese a tener más que asimilada la existencia de las plataformas de streaming, que estas redimensionarían los hábitos de consumo y la distribución de un modo tan radical, impulsadas por una pandemia de coronavirus que ha hecho temblar unos cimientos centenarios.

Nuevos horizontes para las ventanas de distribución

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Después de polémicas —y rentables— decisiones como la tomada por Universal, que estrenó su ‘Trolls 2: Gira mundial’ directamente en PVOD rompiendo con la ventana tradicional, el último ejemplo de esta nueva deriva lo encontramos con ‘Wonder Woman 1984’; la segunda entrega de las aventuras de la Mujer Maravilla protagonizada por Gal Gadot, que Warner ha decidido estrenar simultáneamente en salas de cine estadounidenses y en la plataforma HBO Max sin coste adicional para sus suscriptores.

Mentiría si dijese que el anuncio no me ha cogido completamente desprevenido. Resulta complicado hacerse a la idea de qué ha impulsado a la productora a mantener la fecha de estreno y optar por el lanzamiento simultáneo en lugar de jugar la conservadora carta de sus competidoras, consistente en ir retrasando sistemáticamente los estrenos de sus títulos más potentes mientras los cines continúen con limitaciones de aforo o, directamente cerrados.

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El primero de los escenarios que viene a la mente cuando uno se plantea dar respuesta a esta incógnita está relacionado con las conocidas como streaming wars —en cristiano, las guerras del streaming—. El mismo 25 de diciembre en que ‘Wonder Woman 1984’ aterrizará en HBO Max, Disney+ añadirá en exclusiva a su catálogo ‘Soul’; el esperado último largometraje del estudio de animación Pixar que ha terminado descartando su paso por la gran pantalla.

Esta maniobra, casi un obvio contraataque, podría traducirse en un aumento significativo de las suscripciones que, con un poco de suerte, afectaría negativamente a las cifras de la competencia; aunque esto no quiere decir que haya otros motivos de peso para restar importancia a la taquilla de toda la vida y apostar por la distribución digital.

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A principios de este mes, Warner manifestó la ausencia total de arrepentimiento por haber estrenado en cines ‘Tenet’, la flamante última película de Christopher Nolan, a pesar de los pobres —y comprensibles, teniendo en cuenta el statu quo internacional— resultados en taquilla obtenidos. Una suma que se han quedado en unos 350 millones de dólares sobre un presupuesto de 200 millones, pero que la presidenta de la compañía Ann Sarnoff ha abrazado con satisfacción.

Teniendo esto en consideración, no podemos descartar que la escasa rentabilidad de ‘Tenet’ haya influido a la hora de planear el estreno simultáneo de ‘Wonder Woman 1984’; aunque, pensándolo fríamente, siempre se hubiese podido optar por un nuevo aplazamiento de su debut en salas para minimizar el impacto de la COVID-19.

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No nos engañemos. Después de la escabechina cinematográfica que hemos vivido en un 2020 que ha quedado prácticamente huérfano de blockbusters, y en el que hemos tenido que decir adiós, entre otros, a James Bond, a la Viuda Negra o a Dominic Toretto, nadie se hubiese echado las manos a la cabeza porque la Amazona de Gal Gadot también diese el salto a 2021; sobre todo si comparamos la situación de DC con la de su rival directa.

La aparente ruptura de la continuidad de lo que antaño era el DC Universe —ya veremos qué ocurre tras el Snyder Cut de ‘Liga de la justicia’— y su abrazo al multiverso hacen que en Warner no tengan la misma necesidad de mantener un calendario estricto de estrenos que en Marvel, cuyas cintas llevan doce años formando parte de un arco narrativo que trasciende a la unidad; lo cual invita a pensar que el plan atiende a otro tipo de agenda.

Los verdaderos agraciados

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Una vez hechas todas las conjeturas de rigor, sólo nos queda pensar en quienes son los grandes beneficiados de esta estrategia comercial. La lógica impera y, dejando a un lado el factor piratería, es poco probable que en Warner se arriesguen a sufrir más pérdidas este 2020; pero en última instancia, son los espectadores los que podrán beneficiarse plenamente del estreno simultáneo de ‘Wonder Woman 1984’.

Los argumentos de los defensores del cine y de los favorables a disfrutar de un largometraje en la comodidad de sus hogares son más que conocidos, y no vamos a reincidir sobre ellos. Lo único que queda por decir es que la película dirigida por Patty Jenkins podrá satisfacer al unísono a dos tipos de consumidores audiovisuales que, esperemos, convivan durante muchos, muchos años.