La llegada de Biden a la Casa Blanca generó expectativas en la UE
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) expresaron su deseo de mejorar la relación con Estados Unidos con la llegada del nuevo presidente, Joe Biden, y al respecto reclamaron acuerdos para reforzar la respuesta global frente al coronavirus y el cambio climático.
Los líderes de la UE mantuvieron hoy en el seno del Consejo Europeo un debate estratégico sobre la cooperación con la administración estadounidense que asumirá el 20 de enero.
Los líderes señalaron la importancia de la relación transatlántica basada en interés común y los valores compartidos.
El bloque europeo aspira a una relación renovada con el próximo Gobierno demócrata, tras los desencuentros con el republicano Donald Trump, y se propuso como prioridad acercar posturas en distintas materias, que serán los pilares de la nueva agenda.
En tal sentido, el texto, citado por la agencia de noticias Europa Press, recoge la importancia de reforzar la respuesta global frente al coronavirus, el cambio climático e impulsar la recuperación económica tras la crisis de la pandemia.
Charles Michel, aspira a que Biden viaje en la primavera europea a Bruselas
Pero además pide entendimiento en áreas en las que la UE y Estados Unidos se distanciaron enormemente en los últimos tiempos.
Es el caso de las disputas comerciales, la cooperación en materia tecnológica y digital o la reforma de los organismos multilaterales, como el de la Organización Internacional del Trabajo, que aparece mencionada explícitamente en las conclusiones.
“Estamos listos para discutir las prioridades compartidas con el nuevo presidente de Estados Unidos”, reitera el texto.
La victoria electoral de Biden generó expectativas en la UE de revitalizar el vínculo transatlántico con Washington.
De hecho, el presidente del Consejo, Charles Michel, aspira a que Biden viaje en la primavera europea a Bruselas, sede de la UE, y se reúna con sus líderes que componen el denominado grupo de los Veintisiete.
De ese modo, se buscaría hacer coincidir el viaje con una reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que habitualmente suele ser la primera visita que realizan los presidentes estadounidenses en el extranjero.