Después de un año sin actividad a raíz del cierre derivado de la pandemia, el Museo Provincial del Deporte del Kempes abrió sus puertas nuevamente, recuperando las visitas por sus salones y el campo de juego.
Entre los primeros huéspedes que recibió el rincón que atesora la memoria del deporte cordobés, se destacó la presencia de dos diplomáticos austríacos que se acercaron para conocer el escenario mundialista donde los centroeuropeos lograron un histórico y épico triunfo de 3-2 sobre Alemania, en 1978.
Federico Scherzer, cónsul de Austria en Córdoba, y Lisa Butzenlechner, ministra consejera de la Embajada, no ocultaron su emoción al pisar un estadio con una significación muy especial para su pueblo, a partir de aquel triunfo del 21 de junio de 1978, cuando venció al campeón vigente y acérrimo adversario. Vale destacar que los ciudadanos de ese país lideran la presencia de visitas internacionales al coliseo mayor cordobés, en un constante peregrinar a un estadio que denominan como Spielplatz der Helden (Patio de los Héroes). Durante el recorrido, los visitantes pudieron disfrutar de la proyección del documental generado por la Agencia Córdoba Deportes, que recrea el fuerte vínculo entre Córdoba y Austria.
Donación de lujo
La recepción estuvo a cargo de Gonzalo Sosa (vicedirector de la ACD), Valeria Martínez Ghirardi (subdirectora de Relaciones Públicas) y Gustavo Farías (coordinador del Museo) y tras dialogar sobre la existencia en Viena de la Cordobaplatz (Plaza Córdoba), surgió el ofrecimiento de donar una hilera de butacas originales del Mundial ’78 para adornar ese espacio público de la capital austríaca, gesto que fue tomado muy a gusto por los funcionarios europeos.
Esa victoria, la primera conseguida ante los alemanes, se conoce allí como “El milagro de Córdoba” y tiene un enorme significado en aquel país, excediendo largamente el ámbito deportivo.
En 1938, Austria había conformado un poderoso equipo que era candidato a quedarse con el título y al que denominaban Wunderteam (equipo maravilla). Sin embargo, aquel sueño chocó con la más cruda de las realidades, cuando poco antes del inicio del torneo, la Alemania de Hitler la anexó como nuevo estado del Tercer Reich. El maravilloso seleccionado fue disuelto y su generación de oro se convirtió en un recuerdo. De alguna manera, el triunfo del ’78 reivindicó el orgullo de la tierra de Johan Krankl, su gran goleador.
En 1978 y después de discretas participaciones, Austria volvió a hacer historia al clasificarse a segunda ronda. Si bien su buen desempeño no le alcanzó para subir al podio, el triunfo ante los alemanes se celebra, aún hoy, como un campeonato.
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