Se trata de la tercera reapertura del complejo desde el comienzo de la pandemia.
Los Museos Vaticanos volvieron a recibir este lunes público con medidas de higiene durante los siete kilómetros de recorrido, con el objetivo de recuperar las pérdidas millonarias que provocó la difusión de la Covid-19 y la esperanza de que sea la “reapertura definitiva” tras los cierres provocados por el coronavirus.
“Hemos trabajado mucho para que esta reapertura sea la definitiva”, planteó la directora de los Museos, Barbara Jatta, en diálogo con Télam mientras acompañaba a los primeros visitantes que recibió la institución al reabrir sus puertas por primera vez desde el 15 de marzo.
Desde el inicio de la pandemia, los Museos, una de las principales fuentes de ingreso del Vaticano, estuvieron cerrados desde el 9 de marzo al 1 de junio de 2020 y desde el 6 de noviembre de 2020 al 1 de febrero de 2021.
La tercera reapertura de los Museos que albergan, entre otras obras, la Capilla Sixtina, incluye un sistema de reservas obligatorio, termómetros en los ingresos y decenas de frascos de alcohol en gel a lo largo de los “más de siete kilómetros” que conforman su recorrido, explicó Jatta.
Las visitas se realizan con riguroso sistema de reserva obligatoria.
La directora de los Museos precisó luego que para este lunes recibieron 1.200 reservas, que hay 3.000 ya confirmadas para lo que queda de la semana y que por el momento otras 10.000 personas ya reservaron su entrada para mayo.
Con Télam como único medio latinoamericano invitado por el Vaticano al primer día de reapertura, Jatta explicó desde las Estancias de Rafael, donde se expone el famoso fresco de “La escuela de Atenas”, que “la reapertura es un mensaje bello para salir del feo período que atravesamos”.
Junto a Jatta, el vicedirector administrativo de los Museos, Paolo Nicolini, se refirió en especial a la esperanza que hay en el Vaticano de que la reapertura sirva para ayudar a equilibrar las cuentas.
“Durante los tres cierres que tuvimos, los números fueron de una pérdida muy significativa. En 2020 tuvimos 1.300.000 visitantes, frente a 7.000.000 del 2019”, planteó Nicolini sobre los visitantes que, en promedio, pagan 17 euros el billete.
La directora de los Museos, Barbara Jatta, le dio la bienvenida a los visitantes desde las estancias de Rafael.
De todos modos, y tras resaltar que durante los cierres se mantuvieron “siempre” los 400 puestos de trabajo que generan los Museos, Nicolini planteó que “hay confianza en el futuro y por eso esperamos con los brazos abiertos a quienes vengan, pero siempre con prudencia y seguridad”.
“El significado de reabrir hoy está todo en el gran poder del arte, la fuerza de consuelo que pueden ofrecer los Museos del Papa en este momento”, agregó luego Nicolini.
“Queremos que esto sea una pequeña señal que sirva para que la gente se reapropie de la belleza y de la libertad que faltan estos meses”, planteó.
Una de las primeras personas en entrar a los museos, la italiana Ilaria Rossi, destacó a Télam “la alegría” de poder recorrer los Museos y mostró su “confianza” en las medidas de higiene.
“Si bien sabemos que para los Museos lo mejor es que haya mucha gente, también aprovechamos para venir en esta temporada que no hay mucho turismo, y se pueden recorrer las salas con más tranquilidad”, planteó.
La referencia a la baja de gente, considerando las cerca de 24.000 personas que visitaban los Museos antes de la pandemia, se hizo palpable durante la recorrida.
Una hora después de la apertura de puertas, apenas ocho personas contemplaban la Capilla Sixtina y su monumental “Juicio Final”, un escenario impensado antes de la aparición de la Covid-19.
El cierre de los museos, que le generaban a la Santa Sede 400.000 euros de ingresos diarios antes de la pandemia, fue un duro golpe a unas finanzas vaticanas que en 2020 tuvieron una caída en la recaudación de 48 millones de euros a nivel interanual.
La mayor parte de la liquidez del Vaticano proviene de los Museos y de sus propiedades inmobiliarias, también afectadas por la situación de la pandemia y el plan de ayuda a locales comerciales que alquilan propiedades vaticanas impulsado por el Papa.