Stephen King. J. J. Abrams. Pablo Larraín. ¿Qué podía salir mal? Nada, en efecto. ‘La historia de Lisey’ es una exquisita adaptación de la obra homónima del maestro del terror donde el cineasta chileno demuestra que ahora mismo son muy pocos los directores con esa cantidad de talento. Julianne Moore y Clive Owen encabezan el reparto.
Los demonios de la mente
‘La historia de Lisey’ pasa por ser una de las historias más personales de Stephen King. Publicada en 2006 en Estados Unidos, la novela también es una de las más intensas de King, donde el escritor explora los orígenes de la creatividad, la locura y el amor. Como casi siempre en su obra, volvemos al King de oro, al de los relatos más grandes que la vida. Una búsqueda mágica. También es habitual con King encontrarse ante todo frente una historia de amor. Y para hablar de amor y miedo nadie mejor que el chileno Pablo Larraín, que de algún modo ya había tocado el horror extremo con su impresionante ‘El club‘, una de las películas más aterradoras del siglo.
La serie sigue los pasos de Lisey Landon (Julianne Moore) dos años después de la muerte de su marido, el famoso novelista Scott Landon (Clive Owen). Una sucesión de hechos inquietantes hace que Lisey empiece a recordar episodios de su matrimonio con Scott que había suprimido deliberadamente de su mente. Joan Allen, Jennifer Jason Leigh, Dane DeHaan, Ron Cephas Jones y Sung Kang completan el impresionante reparto de una serie donde brillan más que nadie la planificación de Larraín, la impresionante fotografía de Darius Khondji y la ambientación musical de Clark.
Están siendo muy buenos años para el King televisivo, no debemos olvidar que ‘El visitante‘ hizo las delicias de los aficionados hace una temporada. Tanto ella como esta nueva historia se sienten muy superiores a las adaptaciones cinematográficas de estos años. Lejos quedan las aproximaciones de cineastas como Frank Darabont o Taylor Hackford, responsable de aquella estupenda ‘Eclipse total (Dolores Claiborne)’, con la que la serie de Larraín comparte co-protagonista.
Los cuatro editores diferentes para sus ocho episodios aportan un dinamismo ideal a la serie. Su ritmo es otro hallazgo. La puesta en escena de Larraín lo es todo, y el tempo de la serie es el de los grandes relatos clásicos. Nadie tiene prisa, el montaje fluye y crea una atmósfera en la que los acontecimientos y revelaciones se suceden constantemente. ‘La historia de Lisey’ no se detiene nunca, siempre va hacia delante y no necesita pisar el acelerador para atropellar al espectador.
Drama sobre la pérdida y la enfermedad, pero ante todo un thriller de suspense de altos vuelos, la nueva serie de Apple Tv + es otra muesca más en una plataforma que puede que no cuente con la misma ingente de cantidad de contenido de sus competidores, pero que está refrescando el panorama del streaming con unos productos de calidad muy superiores a la gran mayoría de proyectos rivales. Su proyecto de los Beastie Boys o contar con M. Night Shyamalan en sus filas son claras señas de identidad de alguien que aún tiene mucho por contar.
‘La historia de Lisey’ es un gran relato de género con todos los ingredientes para ser un éxito. Excelentes interpretaciones, atmósfera pesadillesca marca de la casa, una producción impecable (apenas se intuye la mano de Abrams) y una personalidad y carácter imponentes. Tras la excelente adaptación de HBO en Apple no han querido andarse con medias tintas y ofrecer algo rutinario. La combinación de las mentes creativas tras la serie logran que la nueva serie de la plataforma sea algo completamente distinto y mucho más elegante de lo que podría haber sido en otra casa. Una de las grandes series del año.