La verdad es que no sabría decir muy bien cómo ha ocurrido, pero casi dos décadas después de su estreno, la encantadora ‘Elf’ de Jon Favreau se ha terminado convirtiendo en un clásico navideño moderno que recuperar cada mes de diciembre que llega a nuestros calendarios. Puede que sea por su sencillo encanto, por su fantástico reparto capitaneado por Will Ferrell y James Caan o por su lúcido guión escrito por David Berenbaum, pero su éxito es indudable.

Will, el honesto

Lo que es más sorprendente es que la película de 2003, que recaudó la friolera de 223 millones de dólares, no recibiese una secuela. La idea estuvo sobre la mesa y muy cerca de convertirse en una realidad, pero Ferrell, en última instancia, rechazó una oferta de 29 millones de dólares que congeló definitivamente el proyecto.

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En una entrevista con The Hollywood Reporter, el actor ha explicado su principal motivo para dejar pasar semejante suma de dinero:

“Tendría que haber promocionado la película con honestidad, lo que hubiese sido algo como, ‘Oh no, no es buena, es que no podía rechazar tanto dinero’. Pensé, ‘¿Puedo decir esas palabras? No creo que pueda, así que parece que no puedo hacer la película'”.

Estas palabras contrastan con las de su compañero de reparto James Caan, quien apuntó directamente en septiembre de 2020 a una mala relación entre Ferrell y el director Jon Favreau que le dejó sin embolsarse unos cuantos millones de dólares:

“Ibamos a hacerla y pensé, ‘Oh, Dios, al fin voy a hacer una película franquiciada, podré ganar algo de dinero, dejar que mis hijos hagan lo que les dé la puñetera gana. Y el director y Will no se llevaron demasiado bien. Will quería hacerla, pero no quería al director, pero estaba en su contrato”.

¿Cuestión de honestidad o malos rollos en el set de rodaje —o un mundo en el que alguien puede permitirse rechazar 29 millones—? Puede que nunca lleguemos a saber qué nos impidió disfrutar de ‘Elf 2’ pero siempre nos quedará la primera para esbozar una sonrisa