El Gobierno de Alemania anunció el viernes querer desbloquear más de 1.000 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, cuyo gobierno se queja de no recibir armas de Berlín.
En total, Alemania decidió aumentar su ayuda internacional en el sector de la defensa “hasta los 2.000 millones de euros (más de 2160 millones de dólares)”, declaró un vocero del Gobierno, informó la agencia de noticias AFP.
En la misma línea, detalló que la mayor parte de la ayuda “será en forma de ayuda militar para Ucrania”.
La ayuda económica “se destinará en su mayor parte a Ucrania”, confirmó el ministro de Finanzas, Christian Lindner, en Twitter, que garantizó a Kiev más de 1.000 millones de dólares.
Los fondos serán utilizados por Ucrania principalmente para financiar la compra de equipamiento militar.
El anuncio se produce el mismo día en que el vicecanciller Robert Habeck abogó por enviar más armas a Ucrania, al argumentar que el país “no debe perder” la guerra y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, “no debe” ganarla.
Esto alimentó el debate creciente en la Unión Europea (UE) sobre qué tipo de armamento es conveniente enviar a las fuerzas ucranianas.
“Debemos entregarles más armas. Ucrania no debe perder y Putin no debe ganar“, clamó el político ecologista de Los Verdes y también Ministro de Economía en declaraciones a medios locales en las que agregó que Berlín no puede dejar a Ucrania sola en la guerra ya que “también está luchando por nosotros”.
Luego matizó el tono y señaló que el país tiene también “la responsabilidad de no convertirse en un objetivo” pero que está enviando a Ucrania “todo lo que es posible”.
Alemania pretende responder así a las crecientes críticas de las autoridades ucranianas, pero también de algunos de sus socios de la UE, como Polonia y los países bálticos, sobre su aparente falta de apoyo a Kiev en materia de armamento, o incluso su complacencia con Moscú.
El Gobierno alemán está dividido en cuanto al suministro de armas pesadas a Ucrania: los políticos de Los Verdes y los liberales (FDP), que integran la coalición gubernamental junto a los socialdemócratas (SPD), están presionando para que se preste más ayuda a Kiev en forma de armas pesadas.
El canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró hasta ahora reacio a suministrar armas pesadas a Kiev, pero las diferencias constituyen una gran presión para el Ejecutivo alemán.
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, sufrió un revés diplomático esta semana cuando Kiev se negó a que viajara a Ucrania con otros jefes de Estado.
Steinmeier, que fue en dos ocasiones ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno de Angela Merkel, fue fuertemente criticado durante las últimas semanas por su supuesta falta de firmeza frente a Rusia, unas acusaciones que también pesan sobre la excanciller conservadora.
Hasta ahora, Berlín autorizó entregas de material militar por valor de 186 millones de euros (201 millones de dólares), según datos del Ministerio de Economía.
Sin embargo, estos envíos de equipos a Ucrania fueron -según el diario Die Zeit.- más “tragicómicos” que útiles.
Primero fue el fiasco que representó el envío de 5.000 cascos militares, que se había decidido antes de comenzar la guerra.
Ucrania no los quería en ese momento, pero “llegaron después del inicio de la invasión, cuando la situación sobre el terreno había cambiado drásticamente, haciendo que el equipo fuera aún menos necesario“, continúa el diario.
La ministra de Defensa, Christine Lamprecht, decidió entonces enviar armas antitanques y dispositivos antiaéreos, pero optó por un equipo que en parte era demasiado viejo para ser útil.
El Gobierno entregó misiles antiaéreos “Strela”, fabricados en 1968, que son demasiado viejos para ser disparados con seguridad, según un informe del Ejército alemán de noviembre de 2021 y debían haber sido destruidos en 2014.