A Xavi Masdeu se le está pasando el arroz. Vive en Barcelona, acaba de ganar un premio de diseño y vive con su novia, pero la treintena y la madurez le vienen grandes. En plena crisis, su pareja rompe con él y solo puede encontrar consuelo en sus amigos del estudio y en su tía Paquita. A veces, ni en eso. Porque Xavi, el protagonista de ‘Arroz pasado’ (‘Arròs covat’) es un capullo. Y de campeonato.
Del trabajo a casa, y de casa al trabajo
Es posible que al empezar ‘Arroz pasado’ no pares de recordar los diseños de una empresa de telefonía. Es normal: su creador es el mismo, Juanjo Sáez, que con un trazo fanzinero y más similar a un boceto que a la animación tradicional, consigue crear personajes fabulosos cuyos sentimientos podemos notar más allá de cada fotograma. Solo son caras sin rostro, pero ahí radica gran parte de su éxito: con solo unos ojos, unas cejas o incluso el movimiento de una nariz puedes reconocer cada sentimiento. Tiene mérito.
Que la serie empiece con una canción original de Manos de Topo no es casualidad: igual que el grupo catalán, ‘Arroz pasado’ es muy amarga, muy rara, muy divertida… y no es para todo el mundo. Juanjo Sáez creó un maremoto emocional para Xavi Masdeu, un personaje que ni sabe comportarse como un adulto funcional ni sabe cómo podría hacerlo. Y todo ello sin perder nunca una narrativa entre el tono absurdo y el realista en el que caben desde famosos de talla internacional hasta otros inspirados en la escena underground barcelonesa, como DJ de mierda.
Quizá os suene ‘Arroz pasado’ incluso aunque no vivierais en Cataluña en 2009 porque llegó a ganar el premio Ondas al mejor programa emitido por cadenas que no son de ámbito nacional. Nada mal. Lo cierto es que han pasado más de diez años, pero la primera temporada sigue siendo un bombazo a todos los niveles, con un humor muy especial, una personalidad envidiable (esos efectos de sonido vocales) y un diseño de personajes reconocible y único. Además, cada episodio dura un poco más de diez minutos. ¿Hace cuánto que no te sorprendiste viendo una serie?
Se te va a pasar
Las dos primeras temporadas de esta serie de animación española, algo que ya de por sí es rara avis, están en estado de gracia: todo parece encajar en su sitio, la creatividad fluye y los personajes son tan frustrantes como humanos. Xavi no para de cometer errores y de ser una persona tóxica, pero ahí estamos para acompañarle en el viaje. Sin embargo, la serie comete un fallo irreparable llegado a un punto introduciendo demasiados cambios en la serie.
‘Arroz pasado’ funciona porque está dentro de un ecosistema: todos los cambios lo hacen dentro de un marco. Xavi siempre tiene la confianza de su tía Paquita, siempre va a tener cierta libertad amorosa, siempre va a vivir en Barcelona, siempre va a poder contar con sus amigos. Sin embargo, en su ansia por mostrar el tsunami mental que puede ser tener treintaypico años, la tercera temporada se equivoca demoliendo este marco, expandiendo, quitando y modificando sin que dé tiempo a que el espectador pueda entender lo que está pasando Xavi.
No llega en ningún momento a ser mala ni catastrófica, pero es verdad que termina, paradójicamente, cuando ya se le ha pasado un poquito el arroz, y se nota que hasta los propios creadores ya están con la cabeza en otra parte. Que esto no os desanime: sigue siendo una experiencia fabulosa que podéis puliros en dos tardes. ¿Cuántas series de animación españolas para adultos se han hecho en los últimos años? Pues solo por eso ya merece la pena echarle un vistazo.
Me meto en la cama como una ensaimada
Después de emitirse en el C33, ‘Arroz pasado’ pasó por TNT, llegó a toda España en DVD y ahora está disponible en Filmin, tanto en catalán (sin subtítulos) como en castellano. No temáis, no se repiten casos como el de ‘Plats bruts’ y su terrible adaptación fuera de Cataluña: el doblaje español está hecho por las mismas personas y tiene la misma entonación y las mismas ganas. ¡Incluso Manos de Topo regrabaron la canción inicial en los dos idiomas!
Como serie de hace 13 años, hay partes que no han envejecido todo lo bien que deberían, pero sigue manteniendo un vigor y una creatividad dignas de admiración en un mundo audiovisual patrio en el que todo parece estar a veces en estado de estasis. Os invito a echar un vistazo a la vida de Xavi, de Paquita, de Luz, de Sonia, de Lluis y de Ricard y cómo tratan de navegar unas aguas difíciles en su camino hacia la madurez.
Y todo esto, por serio que parezca, sin parar de reír ni en un solo episodio. Hasta los momentos más dramáticos tienen su chiste incorporado marca de la casa. Y es que ‘Arroz pasado’ es un lugar feliz en el que dejarse llevar y aprender a perdonar a un personaje tan imperfecto como perdido en la treintena. Quién sabe: quizá es el momento de darle una segunda vida.