Este año se cumple un veinte aniversario muy especial para Steven Spielberg. No me refiero sólo al reciente de ‘Minority Report‘, aunque va incluido en la efeméride. Se cumplen veinte años de uno de sus mejores programas dobles -esos extraños años donde estrenaba dos películas de corte distinto-, que incluía tanto un blockbuster veraniego como una película adulta pero comercial muy notable.
El curioso caso de este programa doble de 2002 es que las diferencias entre una y otra película son menos claras. ‘Minority Report’ tenían más ambiciones adultas y hasta cierta aura de prestigio muy conseguidas para ser un entretenimiento al uso. Por otro lado, ‘Atrápame si puedes‘ era un film clásico con ciertas ambiciones de cara a premios, pero resultaba más ligera y accesible incluso que su contrapartida. Por eso es una de sus películas más recuperables, y puedes comprobarlo en Netflix (también en Prime Video).
Una historia verdadera de un farsante
Al frente de esta función, una especie de juego de persecución a lo el ratón y el gato haciendo de esqueleto a una serie de elaboradas y elegantes farsas, están Leonardo DiCaprio y Tom Hanks. No necesitan presentación. Al segundo lo hemos visto frecuentemente trabajando con Spielberg, explotando filosofías comunes -sobre el cine y la vida-, mientras que DiCaprio se encontraba persiguiendo roles más jugosos con grandes directores para demostrar que era más que el chico bonito de ‘Titanic‘.
DiCaprio interpreta la versión ficcionada de Frank Abagnale Jr., un estafador real que a muy pronta edad consiguió hacerse pasar por piloto de Pan Am, jefe de médicos de un hospital y asistente del fiscal del distrito. Todo antes de los 19, sin pasar por ninguna escuela formativa, y rascando en el proceso millones de dólares de manera ilegal, por lo que el FBI puso a uno de sus mejores hombres, interpretado por Hanks, a su caza y captura.
Todo esto necesita ser precedido con la etiqueta de “basado en hechos reales” porque de lo contrario la mayoría reaccionaría diciendo que este guion es demasiado disparatado para que a una persona de verdad le pase todo esto. Spielberg cuenta además la historia con ritmo eléctrico, dando un aire muy clásico y elegante a cada una de las estafas de Abagnale. Aunque tras toda esta ligereza y carisma se esconde un drama más profundo, que es el que justifica que la película fuese percibida como “la prestigiosa”.
‘Atrápame si puedes’: huyendo de la adultez
El primer acto vemos la traumática adolescencia de Abagnale, el cómo la decadencia financiera de su padre y el divorcio con su madre le llevaron a una eterna huida de la realidad. Sus fachadas no dejan de ser un intento de impresionar a su padre como si nada se hubiera cambiando, esperando que al reunir el suficiente dinero se pueda restaurar hacia su situación anterior. A pesar de siempre estar intentando aparentar en la treintena, el personaje permanece atrapado en una niñez que Spielberg sabe contar muy bien.
Por supuesto, nada de esto se sostendría sin el actor adecuado. Y DiCaprio era más que eso. Se encontraba en ese punto perfecto entre juvenil estrella y actor ya adulto, pudiendo cubrir los dos periodos principales de la vida de Abagnale de forma convincente. Su talento interpretativo estaba también en una madurez impresionante, y Spielberg consigue que saque lo mejor de sí con una dirección espléndida. Una perfecta película adulta con ambiciones comerciales de las que tanto se echan en falta hoy en día, lo que hace que hoy la apreciemos aún más.