Nos remontamos a 2011. Un par de años antes, la primera entrega de ‘Crepúsculo’ había triunfado en taquilla y ‘Harry Potter’, la saga juvenil por excelencia, se iba a terminar a mediados de año. Hollywood estaba a la búsqueda de otra saga literaria para jóvenes que pudiera recoger el éxito de esas dos y la elegida fue ‘Soy el número cuatro’, aunque al parecer la jugada no salió tan bien como esperaban.
Aliens en el instituto
Producida por Dreamworks y Michael Bay y distribuida por Disney, ‘Soy el número cuatro’ adaptaba el primer libro de la saga ‘Los legados de Lorien’ (publicada en España por Molino), una heptalogía escrita por Pittacus Lore que además contó con otra trilogía secuela. Estos libros gozaban de gran popularidad y parecían la opción perfecta para convertirse en otro gran fenónmeno cinematográfico.
La historia trataba de un grupo de nueve niños alienígenas que huyen de su planeta para evitar ser exterminados. John Smith es uno de ellos y, junto a su guardián, vive ocultándose en la Tierra de los seres que destruyeron su planeta y que están matando uno a uno a los supervivientes. Un día, conoce a Sarah, de quien se enamora y que le hace planearse dejar de huir y plantarles cara.
Esta producción quería recoger un poco el target de aquellas otras sagas, juntando romance, acción y ciencia ficción en una historia con un tono algo más familiar (en EE.UU. fue calificada como PG-13 por las escenas de acción aunque no es especialmente violenta). Fue dirigida por D.J. Caruso (‘Disturbia’) y contaba con caras conocidas de otras producciones juveniles como Alex Pettyfer (‘Alex Rider’), Dianna Agron (‘Glee’) y Teresa Palmer (‘El aprendiz de brujo’).
La cinta fue un fracaso absoluto en cuanto a críticas aunque no tanto en cuanto a recaudación. Fue una película de mediano presupuesto (50 millones de dólares) e hizo 150 millones en taquilla por lo que no se puede decir que tuviera pérdidas.
No obstante, tal vez las expectativas estaban algo más altas, sobre todo si aspiraba a convertirse en la heredera de ‘Crepúsculo’ y ‘Harry Potter’ (cuyas entregas han superado en más de una ocasión los 300 millones en recaudación). Si bien era un logro notable para un blockbuster más modesto como este, no fue suficiente para garantizar su continuidad como saga y menos aspirar a adaptar sus siete entregas.
Si bien el conflicto principal de la historia se resolvía, el final dejaba cabos sueltos para continuarla (todavía quedaba por conocer al resto de “números”). Marti Noxon, uno de los guionistas, comentó en 2011 que la secuela había sido archivada por el momento, mientras que el propio Alex Pettyfer confirmó en 2021, por el 10º aniversario de la película, que Dreamworks había descartado definitivamente la idea de continuarla.
Así pues, ‘Soy el número cuatro’ no consiguió el éxito suficiente para consolidarse como saga cinematográfica pero tal vez no sea su última incursión en pantalla. Al fin y al cabo, tenemos ejemplos recientes de sagas literarias que han tenido una segunda vida en televisión tras su fracaso en cines (‘Una serie de catatróficas desdichas’, ‘La materia oscura’, ‘Shadowhunters’…). Desde luego, por falta de material no será.