En 1973, Martin Scorsese era aún un director novato, que había llamado la atención de Roger Ebert con su primera película (‘Who’s that knocking at my door’) pero al que aún le quedaba mucho para ser el genio que conocemos ahora. Entonces se puso manos a la obra con una obra que cambiaría su carrera para siempre, aunque nadie sabía de ella hasta hace un par de semanas: ‘Goncharov’.

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El invierno llega a Nápoles

Quizá os preguntéis por qué nunca habíais oído hablar de ‘Goncharov’, y la historia es muy turbia: la propia mafia, que no sale bien parada en la cinta, impidió la distribución de la misma. Cuando las aguas se calmaron, las empresas encargadas de llevarla a cabo entraron en una lucha por sus derechos que ha llegado hasta nuestros días, donde la única manera de verla es mediante el pirateo. Aunque quizá pilléis alguna de sus múltiples adaptaciones posteriores.

La propaganda de la Guerra Fría americana influenció tremendamente a Scorsese, aunque bien es cierto que supo subvertir los tópicos sobre los rusos de la época. Al fin y al cabo, Goncharov (un espectacular Robert De Niro) es el jefe de la mafia en Nápoles, pero nació en Rusia: la persecución de su país natal es continua, y aún se añade un nivel de drama cuando Valery, el hermano de Tanya (la esposa de nuestro protagonista), siente un resentimiento hacia su cuñado por conseguir escapar.

Goncharov

Los giros de la trama, sutiles pero efectivos (ese momento en el que Tanya apunta a Goncharov con una pistola en el puente, sobrecogedor) y el leitmotiv de los relojes, indicando de forma continua que nuestro héroe se queda, como veremos al final, sin tiempo, son solo dos de las razones por las que solo podemos lamentarnos por no poder ver esta película en cines. Bueno, ni en cines ni en ningún lado: ‘Goncharov’ no existe.

La obra maestra que no se hizo

“Un dato curioso sobre ‘Goncharov’: el momento con el puro en la escena del póker fue improvisado. Robert lo dejó en la mesa, así que yo lo cogí y empecé a fumar. Cuando Marisa se sentó en mi regazo, lo cogió de mi boca, simplemente eléctrica, y ahí es donde tuvimos ese plano largo e icónico exhalando el humo”, dice Cybill Shepherd (Tanya), en Twitter. Solo que Cybill Shepherd no está en Twitter y probablemente no sepa de qué le estamos hablando si le preguntamos por ‘Goncharov’.

Goncharov Creditos

En uno de los engaños más divertidos de los últimos años de Internet, los usuarios de sobre todo Tumblr, pero también Twitter y TikTok se han unido para dar todos los detalles posibles de una película que jamás existió protagonizada por Robert DeNiro, Gene Hackman, Harvey Keitel, Cybill Shepherd y un John Cazale espectacular en su escena de diez minutos con Katya tras la que muere, poco después, en sus brazos.

Tenemos póster, tráiler, gifs, fanart, escenas tras las cámaras, banda sonora, el argumento detallado hasta el final (con sus correspondientes incongruencias, al estar creado por millones de usuarios al mismo tiempo) y poco faltará hasta que alguien saque el guion de ‘Goncharov’: de manera colaborativa, desde el 10 de noviembre todo el mundo ha creado una película perdida, y, qué demonios, se ha convertido en algo más que un meme: este debería ser el motivo por el que existen las redes sociales.

El reloj sonará para todos. Incluso para ti, Goncharov

Hay que irse hasta el 22 de agosto de 2020 para entender el inicio de toda esta locura colectiva, cuando un usuario de Tumblr subió una foto de la etiqueta de sus zapatillas en las que se había bordado “Martin Scorsese presents Goncharov” y añadía “Compré estas botas falsas por Internet y en vez del nombre de la marca en la etiqueta, ¿tengo el nombre de lo que aparentemente es una película inexistente de Martin Scorsese? Qué coño”. Se convirtió en un meme muy de nicho, hasta que el falso póster, hace unas semanas, hizo que explotara por completo.

Zapatillas Goncharov

Hay un Google Doc colaborativo de 45 páginas con todo lo que tienes que saber de la película, estudios sobre los temas de ‘Goncharov’ (como la pérdida de identidad, los ciclos de violencia o la adicción), ejemplos del vestuario, una escaleta de la película al completo, un videojuego (real) y un servidor de Discord para hacer “Gonching” donde los fans discuten la novela, la obra de teatro, la adaptación polaca a miniserie, el montaje de dos horas y media hecho para televisión, hasta la versión española de 2003, el posible remake y hasta la futura versión protagonizada por los Muppets.

“Muerte. Goncharov nunca había significado otra cosa”, “Perdiste el tiempo que no tenías” o “La esperanza es una cadena que conecta la cintura de un hombre con un reloj que no deja de correr” son solo tres de las frases más famosas de una de las mayores bromas de la historia de Internet. Hasta los más serios con estas cosas tienen que aceptar que es una pequeña gran obra maestra y un esfuerzo colaborativo por crear y reírse al mismo tiempo. Probablemente Scorsese nunca sepa que ‘Goncharov’ existe (o quizá sí, recordemos que su hija es asidua a TikTok), pero, ¿sinceramente? Ojalá el chiste final sea un vídeo de él recordando aquel frío rodaje de 1973 con un reloj en la mano. Goncharov no merece menos.