Si escudriñamos la oferta de las muchas —cada vez más— plataformas de streaming a disposición del consumidor, Netflix, a mi juicio, es probablemente la que vea más descompensada la proporción entre su abultadísimo volumen de producción y la calidad de sus series y largometrajes. Una opinión que también comparte el mismísimo Ben Affleck.
Menos es más
El actor, director y ahora presidente ejecutivo de la nueva productora Artists Equity lanzó un par de dardos a la Gran N del VOD, poniendo en duda su ratio de calidad y cantidad y la viabilidad de dar forma a buenas películas bajo lo que él denomina un proceso de “cadena de montaje”. Así lo expresó durante el DealBook Summit:
“Si preguntas a Reed Hastings [co-presidente ejecutivo de Netflix]… Estoy seguro de que hay algo de riesgo, y estoy seguro de que tenían una gran estrategia, pero yo hubiese dicho, ‘¿Cómo vamos a hacer 50 grandes películas? ¿Cómo es eso posible?’.
No hay un equipo lo suficientemente grande. Simplemente, no puedes hacerlo. Es algo que requiere atención y dedicación y trabajo y se resiste a un proceso de cadena de montaje. Scott Stuber [presidente de la división de películas de Netflix] es un tipo inteligente y con mucho talento a quien aprecio mucho… pero es un trabajo imposible”.
Además, Affleck afirmó no ver diferencias entre la calidad y el potencial comercial de una producción; algo que llama especialmente la atención cuando observamos los filmes más populares de Netflix y la acogida que han tenido por parte de la crítica especializada. Sin ir más lejos, ‘Alerta roja’, que ocupa el número uno de lo más visto con más de 360 millones de horas, sólo obtuvo un 34% de reseñas positivas recogidas en la web de los tomates.
Esta dinámica se hace más evidente cuando nos centramos en la gran cita de la temporada de premios. Hasta el momento, han sido siete las películas que han sido nominadas al Óscar a la mejor película, figurando únicamente dos de ellas —‘El irlandés’ y ‘No mires arriba’— en el Top 10 con las cintas más reproducidas en la plataforma. Curioso, cuanto menos.