El Departamento de Defensa de Estados Unidos investiga la filtración de documentos secretos de la guerra en Ucrania que están circulando en redes sociales rusas y que revelan los planes de Washington y la OTAN para apoyar a Kiev frente a la invasión, reveló este viernes el The New York Times.
“Estamos al tanto de los informes de publicaciones en redes sociales y el Departamento está revisando el tema”, dijo la vocera del Pentágono, Sabrina Singh, al ser consultada por el diario estadounidense.
La información filtrada, que es de hace al menos cinco semanas, contiene gráficos y detalles sobre el envío de armas, refuerzo de batallones y otras informaciones sensibles.
Uno de los documentos resume los horarios de entrenamiento de 12 brigadas de combate ucranianas y dice que nueve de ellas fueron supervisadas por fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, y que necesitan 250 tanques y más de 350 vehículos de combate.
Los documentos, al menos uno de ellos con la etiqueta de “ultrasecreto”, circularon en canales prorrusos de Twitter y Telegram, informó la agencia de noticias AFP.
El contenido de los documentos
La filtración también detalla el consumo de municiones de los militares ucranianos, incluyendo el del sistema de cohetes Himars, de fabricación estadounidense y determinante para la contraofensiva que le permitió a Kiev recuperar territorios conquistados por las fuerzas rusas.
Según fuentes militares citadas por The New York Times, algunos aspectos de los documentos habrían sido modificados antes de publicarse, como las estimaciones estadounidenses del número de ucranianos fallecidos durante el conflicto, así como de las bajas rusas, lo que según los analistas militares podría mostrar un intento de Moscú por extender desinformación que eleve los ánimos en torno a su invasión.
En ese marco, uno de los documentos que circulan habla de entre 16.000 y 17.500 soldados rusos muertos, mientras que Ucrania había sufrido hasta 71.500 bajas.
Aun así, las filtraciones suponen una enorme brecha en la inteligencia estadounidense, y aunque el Gobierno ha estado tratando de eliminar todas las copias de los documentos, todavía no lo consiguió.
El medio dio más detalles sobre los documentos, que en realidad son fotografías y que, al tratarse de información de hace más de cinco semanas, están desactualizados.
Si bien la información filtrada no parece ser delicada, el Pentágono teme que pueda proporcionar pistas a los militares rusos y los analistas consideran difícil estimar el verdadero daño que puede provocar.
Lo que señalan es que “para el ojo de un militar ruso”, los documentos ofrecen sin duda muchas pistas y perspectivas tentadoras.
Por ejemplo, en relación con el gasto del sistema de cohetes Himars, que pueden lanzar ataques a distancia contra objetivos como depósitos de municiones, infraestructuras y concentraciones de tropas, el Pentágono no reveló públicamente a qué velocidad gastaron las municiones las tropas ucranianas, datos que el documento sí menciona.
La filtración se conoció dos días después de que Estados Unidos anunciara un envío de armas a Ucrania por un valor de 2.600 millones de dólares, en un nuevo tramo de ayuda militar que asciende a un total de 35.100 millones de dólares desde la invasión de Rusia.