Si no llueve próximamente, las previsiones son aterradoras. Para los cultivos, pero también para nuestro día a día. Muchos ayuntamientos de nuestro país ya están tomando medidas para combatir la sequía e intentar ahorrar agua. Y antes de que los cortes lleguen al agua para consumo humano, se tomarán medidas para prohibir llenar piscinas, o regar jardines. Así que ante esta situación, debemos empezar a tomar conciencia y a plantear jardines y terrazas con plantas que apenas necesiten agua para sobrevivir.
La bunganvilla, la planta trepadora que resiste a la sequía
Esta planta de origen tropical puede ser plantada en tierra (alcanzando hasta los 10 metros de altura dependiendo de la especie), o en maceta. Su floración es espectacular, aunque lo que vemos de vivos colores no son flores: son las braceas. Las hay de colores como el rosa, el morado, el rojo o el blanco. Y esas braceas son las que protegen a las auténticas flores, que son diminutas y en color blanco.
La buganvilla soporta fantásticamente bien el calor, y aunque pueda parecer lo contrario, también el frío. De hecho, hay variedades que soportan temperaturas por debajo de los cero grados. Aún así, si la tienes en maceta, es mejor que la resguardes dentro de casa. Si la tienes en exterior, puedes cubrir la planta con una manta térmica (14,99 euros).
Pero vamos a lo que nos ocupa ¡El riego! Realmente, las buganvillas necesitan muy poco agua para sobrevivir. Un detalle que sorprende dado su porte y floración. Si tienes la buganvilla en exterior, a la planta le bastará con el agua de lluvia. Si está en interior, déjala en reposo, regando cada dos semanas.
En verano, bastará con un riego semanal si está plantada en el jardín. Y si la tienes en maceta, bastará con dos riegos semanales. Lo importante es que riegues solamente el sustrato, evitando mojar sus hojas.
Al margen del riego, es importante que sepas que a tu buganvilla (29,95 euros) le encanta la luz y el sol. Así que contra más luz reciba, mejor que mejor. Respecto al tipo de suelo, la buganvilla vive hasta en los suelos más pobres.
De hecho, y a pesar de su floración y colorido, no aguanta bien el exceso de abono cuando está plantada en el suelo del jardín. En el caso de estar plantada en maceta, tampoco necesita demasiados cuidados en este sentido. Únicamente necesitará un fertilizante líquido para plantas cada 15 días aproximadamente en primavera y verano (9,85 euros).
Fotografía | Ena Marinkovic para Pexels | Imagen de portada Tom Fisk para Pexels
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