Ivanka Trump, hija y asesora cercana del expresidente estadounidense Donald Trump, deberá testificar en el juicio civil que se llevará a cabo en Nueva York contra el magnate y sus dos hermanos por fraude sobre el valor de los activos de la Organización Trump, informó este viernes el juez de la causa.
El juez Arthur Engoron denegó un recurso presentado por Ivanka Trump para evitar tener que testificar contra su padre, por lo que la segunda hija del expresidente tendrá que brindar testimonio sobre su participación o conocimiento en varias transacciones financieras de algunas de las compañías de su vasto conglomerado empresarial, detalló la agencia de noticias Europa Press.
Trump fue acusado por la fiscal neoyorquina Letitia James de haber sobrevaluado en varios cientos de millones de dólares sus campos de golf, residencias y rascacielos neoyorquinos en la década de 2010 para obtener préstamos bancarios más ventajosos.
Junto a él, también han sido demandados sus hijos Eric y Donald Trump Jr. y el exdirector financiero de la Organización Trump Allen Weisselberg, no así Ivanka, que logró que un tribunal desestimara la acusación a principios de este año.
Sin embargo, pese a que la defensa impugnó este pedido alegando que ya no estaba afincada en Nueva York y que los fiscales pretenden crear “un acontecimiento mediático”, James quiere escuchar su testimonio, consignó la agencia de noticias AFP.
Ivanka Trump anunció en enero de 2017 que dejaba su puesto en la Organización Trump, en el momento en que se había convertido, al igual que su marido Jared Kushner, en asesora de su padre en la Casa Blanca.
Ivanka Trump anunció en enero de 2017 que dejaba su puesto en la Organización Trump, en el momento en que se había convertido, al igual que su marido Jared Kushner, en asesora de su padre en la Casa Blanca
Dentro de dicha organización, ocupó el título de vicepresidenta ejecutiva a cargo de desarrollo y adquisiciones.
Es por ello que, para la fiscalía, Ivanka fue uno de los principales contactos con el mayor prestamista del grupo, el Deutsche Bank, convirtiendo su testimonio en relevante porque mantiene vínculos comerciales con la Organización Trump.
El magnate enfrenta además un juicio que comenzará en marzo por conspiración para revertir el resultado de las elecciones de 2020 y otro en mayo por manejo indebido de documentos secretos.
El republicano, que aspira a competir por la Casa Blanca en 2024, negó haber cometido cualquier delito y asegura que es víctima de una “caza de brujas” política con la intención de hacer descarrilar su campaña presidencial.