Interpol
emitió
una
alerta
roja
para
encontrar
y
capturar
a
Abel
Guzmán,
quien
permanece
prófugo
de
la
Justicia
desde
el
pasado
20
de
marzo,
cuando
asesinó
de
un
disparo
en
la
cabeza
a
un
compañero
en
el
interior
de
una
peluquería
en
Recoleta
y
luego
persiguió
con
un
arma
al
dueño
del
local,
Facundo
Verdini,
antes
de
escapar
por
una
de
las
ventanas.
El
episodio
ocurrió
alrededor
de
las
20
de
aquel
miércoles
en
un
salón
de
belleza
ubicado
en
la
calle
Beruti
al
3.000.
Mientras
disfrutaban
de
un
momento
de
distensión
al
término
de
una
jornada
de
trabajo,
Guzmán
empuñó
un
arma
de
fuego
y
le
disparó
en
la
cabeza
a
Germán
Medina,
de
33
años,
quien
se
desempeñaba
como
colorista
al
igual
que
él.
Después
de
ejecutar
a
su
compañero
en
presencia
del
dueño
de
la
reconocida
peluquería,
Guzmán,
de
43
años,
se
escapó
por
una
de
las
ventanas
del
local,
que
abrió
previamente
«Charly»
Azorín,
el
encargado
del
salón,
quien
fue
testigo
del
asesinato.
Según
se
supo
días
después,
también
persiguió
a
Verdini
dentro
del
local.
Es
que
en
otras
imágenes,
correspondientes
a
un
sector
de
la
peluquería
que
no
es
el
del
salón
donde
le
disparó
a
su
compañero,
sino
un
cuarto
donde
hay
capas,
productos
y
elementos
de
los
trabajadores,
se
lo
ve
al
dueño
entrar
corriendo
y
esconderse
detrás
de
una
puerta.

Meidina
fue
asesinado
por
Abel
Guzmán
en
la
peluquería
de
Recoleta
en
la
que
ambos
trabajaban.
Agazapado,
en
un
momento
se
asoma
e
instantes
después
vuelve
a
esconderse.
Ahí
entra
en
cuadro
Guzmán,
empuñando
la
pistola.
Según
lo
que
se
puede
distinguir,
al
no
encontrar
al
dueño
de
la
peluquería,
desiste
de
perseguirlo
y
vuelve
al
sector
principal
del
local
para
huir.
El
asesino
de
Medina
fue
buscado
inicialmente
en
su
casa
de
Agrelo
al
1.500,
en
Merlo,
pero
el
allanamiento
arrojó
resultados
negativos.
Algunos
días
más
tarde,
se
realizó
un
nuevo
procedimiento
en
Paso
al
700,
en
Balvanera,
donde
vive
uno
de
los
hermanos
de
Guzmán
y
donde
habría
dormido
los
días
de
semana,
antes
del
crimen
de
su
compañero.
Video
Una
cámara
captó
cómo
escapó
el
asesino,
Abel
Guzman.
También
siguieron
la
pista
de
que
podía
haber
vuelto
hacia
Santiago
del
Estero,
pero
tampoco
lo
encontraron.
Su
madre,
Cecilia
Guzmán,
que
vive
en
esa
provincia,
le
pidió
públicamente
que
“se
entregue
lo
más
pronto
posible”.
Hasta
este
miércoles,
no
había
noticias
oficiales
sobre
su
paradero.
Los
investigadores
creen
que
Guzmán
premeditó
el
asesinato
y,
una
vez
concretado,
desapareció
del
mapa.
Poco
se
sabe
sobre
qué
hizo
luego
de
escaparse
por
la
ventana
de
Verdini.
Video
Un
estudio
de
lectores
de
labios
profesionales
descifró
las
últimas
frases
de
Abel
Guzmán,
antes
de
dispararle
a
Germán
Medina.
Lo
que
pudo
reconstruirse
gracias
a
una
cámara
de
seguridad
del
exterior
de
la
peluquería
es
que
huyó
por
la
calle
Beruti
hacia
el
norte
y
que
luego
fue
a
paso
rápido
hasta
Coronel
Díaz.
Por
esta
avenida
se
dirigió
hacia
la
calle
Charcas.
Luego
no
se
lo
vio
más.
Cómo
fue
la
secuencia
que
terminó
con
el
brutal
asesinato
en
la
peluquería
de
Recoleta
El
reloj
de
la
cámara
de
seguridad
ubicada
en
el
interior
de
la
peluquería
de
Recoleta
marcaba
las
20.07
de
este
miércoles.
Cuatro
personas,
entre
las
que
se
encontraba
el
dueño
del
comercio,
se
encontraban
sentadas
en
una
especie
de
ronda,
tres
de
ellos
sosteniendo
vasos
con
cerveza
en
sus
manos.
El
restante
protagonista
de
este
hecho,
se
encontraba
parado.
Todos
parecían
relajados.
Sin
embargo,
un
minuto
después,
Guzmán,
que
estaba
de
pie
extrajo
un
arma
que
llevaba
escondida
en
su
cintura
debajo
de
su
vestimenta
y
señaló
a
la
que
posteriormente
sería
su
víctima,
con
quien
compartía
espacio
laboral
hace
alrededor
de
un
año.
«Charly»
Azorín
intentó
calmarlo
e
incluso
esbozó
una
sonrisa
nerviosa.
La
joven
que
estaba
a
su
derecha
se
percató
del
peligro
y,
cuando
el
atacante
pasó
detrás
de
ella,
se
levantó
rápidamente
de
su
asiento
para
no
darle
la
espalda.
Video
Sucedió
en
un
local
de
Beruti
al
3000.
Verdini
también
se
puso
de
pie
e
intentó
interceder
entre
el
agresor
y
el
agredido,
que
continuaba
en
su
silla,
pero
quien
empuñaba
el
arma
obligó
al
dueño
a
apartarse
del
camino
que
lo
conducía
a
Medina.
Lo
que
siguió
fue
el
atacante
posicionándose
como
un
avezado
tirador
y
ejecutando
a
su
compañero
de
un
tiro
en
la
cabeza
y
corriendo
hacia
otra
zona
del
local.
Todo
sucedió
en
el
transcurso
de
un
minuto.