Una
empresa
como
Disney,
que
llevaba
años
basando
sus
películas
en
cuentos
de
hadas,
no
debería,
a
priori,
fijarse
en

Las
mil
y
una
noches
,
la
recopilación
de
historias
que
Sherezade
le
contaba
a
su
marido
Shahryar
y
que,
en
su
gran
mayoría,

han
acabado
perdiéndose
en
la
historia
desde
el
siglo
XVIII
.
Sin
embargo,
algunos
cuentos
como

Alí
Baba
y
los
cuarenta
ladrones,
Aladino
y
la
lámpara
maravillosa

o

Los
siete
viajes
de
Simbad
el
marino

han
conseguido
sobrepasar
las
barreras
del
tiempo…
y
de
Hollywood.

Un
genio
tan
genial

Todos
sabemos
de
sobra
que

Aladdin

fue
un
éxito
justo
cuando
Disney
lo
necesitaba
más.
Y
eso
que
originalmente
la
idea
de

Howard
Ashman

era
muy
diferente,
similar
a
uno
de
los
musicales
clásicos
de
los
años
30.
De
hecho,

Aladdin
incluso
tenía
tres
amigos
en
su
primer
guion
llamados
Babkak,
Omar
y
Kassim.

Poco
a
poco
se
fueron
quitando
personajes,
añadiendo
otros,
eliminando
tramas
importantes
(como
la
de
su
madre,
que
en
una
versión
muy
avanzada
era
parte
vital
de
la
trama)
y
potenciando
a
Jafar
como
enemigo.
El
resultado,
fabuloso.

Y
eso
que
los
fans
de
Disney
llevan
años
preguntándose
lo
mismo
sobre
el
villano
de
la
función:

¿Por
qué,
si
Jafar
tiene
un
bastón
mágico
hipnotizador,
no
lo
usa
para
conseguir
ser
el
nuevo
visir?

¿Por
qué
no
lo
usa
para
que
Aladdin
desista
en
su
intento?
¿Para
qué
necesita
un
genio
si
ya
tiene
un
bastón
mágico
y
no
lo
usa?
Bueno,
podría
parecer
un
agujero
de
guion,
pero
lo
cierto
es
que
la
próxima
película
lo
explica.



Disney

En
un
momento
dado,
Jafar
trata
de
hipnotizar
al
visir
para
que
autorice
que
se
case
con
Jasmine,
pero
este
no
se
ve
seducido
por
su
poder,
lo
que
demuestra
que
su
bastón
es
imperfecto
y
depende
mucho
de
la
voluntad
de
la
otra
persona.

Por
eso
debe
conseguir
al
genio,
y
no
le
vale
con
sacar
a
su
serpiente
cada
dos
por
tres
.
Si
los “agujeros
de
guion”
tienen
explicación
en
la
trama,
quedan
totalmente
anulados.