El
director
de ‘Avatar’
no
está
de
acuerdo
con
cómo
resolvió
las
escenas
de
una
de
sus
películas
más
famosas
James
Cameron
nos
ha
hecho
sonreír
y
sufrir
en
las
salas
de
cine
a
partes
iguales.
Con
él,
hemos
disfrutado
con
del
amor
de
Titanic,
de
la
épica
de
la
franquicia
Avatar
y
de
la
ciencia
ficción
de
Aliens,
entre
otras
muchas
historias.
El
director
es
responsable
de
algunas
de
las
películas
más
rentables
de
la
historia,
pero
eso
no
quiere
decir
que
no
se
arrepienta
de
ciertas
decisiones
de
su
filmografía.
En
la
actualidad,
Cameron
ha
admitido
que
no
volvería
a
rodar
uno
de
sus
títulos
más
famosos
debido
a
que
ciertas
escenas
le
revuelven
el
estómago.
El
paso
de
los
años
ha
hecho
que
el
ganador
de
tres
Premios
Oscar
vea
con
otros
ojos
una
de
sus
obras
más
famosas:
Terminator
2:
El
juicio
final.
La
película
protagonizada
por
Arnold
Schwarzenegger
le
genera
remordimientos
vinculados
a
la
promoción
y
uso
indebido
de
las
armas. “Miró
hacia
atrás,
me
fijo
en
algunas
películas
que
he
hecho
y
no
sé
si
querría
volver
a
hacerlas
en
la
actualidad“,
explica
Cameron
durante
una
entrevista
con
Esquire
en
el
set
de
rodaje
de
Avatar:
El
Sentido
del
Agua.
No
sé
si
querría
glorificar
las
armas,
como
hice
en
un
par
de
películas
de ‘Terminator’
hace
más
de
30
años,
en
nuestro
mundo
actual.
Lo
que
está
pasando
con
las
armas
en
nuestra
sociedad
me
revuelve
el
estómago
El
cineasta
está
satisfecho
de
haber
rodado
Avatar
en
Nueva
Zelanda,
lugar
donde
está
prohibido
el
uso
de
fusiles
de
asalto,
y
ha
llevado
su
nueva
mentalidad
a
la
gran
pantalla. “Recorté
unos
10
minutos
de
Avatar:
El
sentido
del
agua
destinados
a
la
acción
con
armas
de
fuego.
Quería
deshacerme
de
parte
de
la
fealdad,
encontrar
un
equilibrio
entre
la
luz
y
la
oscuridad”,
comenta
haciendo
referencia
a
la
segunda
entrega
de
la
famosa
franquicia.
Terminator
2:
El
juicio
final
daba
una
vuelta
a
la
Terminator
original.
En
ella,
vemos
cómo
Terminator
continúa
buscando
a
Sarah
Connor
para
proteger
a
su
hijo
del
T-1000,
un
nuevo
cyborg
enviado
por
la
inteligencia
artificial
Skynet.
La
cinta
se
convirtió
en
todo
un
clásico
de
los
noventa
y
de
la
ciencia
ficción,
pero
sería
muy
distinta
si
James
Cameron
pudiese
reescribir
el
guion
a
día
de
hoy.