La
superestructura
del
poder
mundial
occidental
sintetizada
en
el
Grupo
de
las
Siete
democracias
más
industrializadas
del
planeta
reunida
en
la
cumbre
de
Bari,
planteó
límites
a
una
serie
de
enemigos
y
adversarios,
desde
Irán
por
su
alianza
con
Rusia
y
también

contra
China
y
hasta
Venezuela,

en
una
declaración
de
tono
beligerante
con
Ucrania
en
el
tope
de
la
agenda
a
la
que
aseguran
un
apoyo
“el
tiempo
que
sea
necesario”.

El
extenso
documento
hizo
una
concesión
a
la
anfitriona,

la
premier
italiana
Georgia
Meloni,

y
evitó
incluir
la
palabra
aborto.
Las
derechas
más
duras
europeas,
el
tronco
del
que
proviene
la
mandataria,
coinciden
en
el
antiabortismo
y
la
defensa
de
la
familia
tradicional.

El
encuentro
incluyó
la
novedad
de

la
presencia
por
primera
vez
del
papa
Francisco,

quien
sostuvo
un
amplio
puñado
de
bilaterales
y
en
un
discurso
reclamó
un
comportamiento
ético
con
el
uso
de
la
Inteligencia
Artificial.

El Papa Francisco y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, este viernes durante la cumbre del G7. Foto: AP El
Papa
Francisco
y
la
primera
ministra
de
Italia,
Giorgia
Meloni,
este
viernes
durante
la
cumbre
del
G7.
Foto:
AP

La
declaración
difundida
en
el
hotel
Borgo
Egnazia
confirma

el
préstamo
de
50
mil
millones
de
dólares
para
Ucrania

avalado
por
los
activos
rusos.

El
régimen
de
Vladimir
Putin
calificó
de
inmediato
como
“robo”
esa
medida
que
se
fondea
en
los
intereses
de
más
de
300
mil
millones
de
dólares
congelados
en
cuentas
occidentales
como
sanción
por
la
invasión
del
país
europeo.
Moscú
prometió
consecuencias
“extremadamente
dolorosas”
por
esta
decisión
que
no
precisó.

El
G-7
lo
integran
Alemania,
Canadá,
Estados
Unidos,
Francia,
Italia,
Japón
y
Reino
Unido.
La
cita
contó
con
una
legión
importante
de
invitados,
entre
ellos
los
presidente
de
Brasil,
Luiz
Inácio
Lula
da
Silva,
de
Argentina
Javier
Milei
(ver
Pgna.
4),
Turquía,
Recep
Tayyip
Erdogan
y
el
premier
indio,
Narendra
Modi.

El
documento
del
cierre
de
la
cumbre
se
extiende
por
36
páginas.
Allí
se
anuncia:
“Continuaremos
tomando

robustas
medidas
contra
actores
en
China
y
terceros
países

que
apoyen
materialmente
la
maquinaria
de
guerra
rusa,
incluidas
instituciones
financieras,
y
otras
entidades
en
China
que
faciliten
la
adquisición
por
parte
de
Rusia
de
esos
elementos”
.

Con
el
mismo
tono,
los
líderes
del
G7
reprocharon
las
prácticas
comerciales
“injustas”
del
gigante
asiático
respecto
a
las
ayudas
estatales
que
benefician
su
producción.
El
reclamo
básico
es
que
Beijing
se
atenga
a
las
normas
que
rigen
el
comercio
internacional.
“No
estamos
intentando
dañar
a
China
o
impedir
su
desarrollo
económico,
de
hecho,
una
China
creciente
que
juegue
según
las
reglas
y
normas
internacionales
sería
de
interés
global”,
aseguran.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, este viernes en la cumbre del G7 en Italia. Foto: AP El
presidente
de
Estados
Unidos,
Joe
Biden,
este
viernes
en
la
cumbre
del
G7
en
Italia.
Foto:
AP

Las
armas
de
Irán
a
Rusia

En
otro
capítulo,

la
declaración
amenaza
a
Irán
por
el
apoyo
que
brinda
a
Rusia
en
armamento
sofisticado

como
sus
drones.
Los
líderes
del
G7
advirtieron
ala
teocracia
persa
con
“responder
de
forma
rápida
y
coordinada,
incluso
con
medidas
nuevas
e
importantes
si
Teherán
sigue
apoyando
a
Rusia
en
la
guerra
de
Ucrania”.

“Pedimos
a
Irán
que
deje
de
ayudar
a
Rusia
en
la
guerra
en
Ucrania
y
que
no
transfiera
misiles
balísticos
y
tecnología
relacionada,
ya
que
eso
representaría
una
importante
escalada
material
y
una
amenaza
directa
para
la
seguridad
europea”,
subrayan.

Añaden
sobre
el
programa
nuclear
iraní:
“Instamos
a
Teherán
a
que
ponga
fin
a
la
escalada
nuclear
y
a
la
continuación
de
las
actividades
de
enriquecimiento
de
uranio
que
no
tienen
justificaciones
civiles
creíbles”,
así
como
a
“entablar
un
diálogo
serio
y
ofrecer
garantías
convincentes
de
que
su
programa
nuclear
es
exclusivamente
pacífico,
en
plena
cooperación
y
cumplimiento
del
mecanismo
de
vigilancia
y
verificación
del
OIEA”,
la
agencia
atómica
de
la
ONU.

Advertencia
a
Hamas

También
“exigen”
que
la
potencia
persa
“ponga
fin
a
sus
actividades
maliciosas
y
a
sus
acciones
desestabilizadoras
en
Oriente
Medio”.

En
este
sentido
el
documento

insta
al
grupo
terrorista
pro
iraní
Hamas
a
aceptar
el
alto
el
fuego.

Al
mismo
tiempo
demanda
a
Israel
limitar
la
actual
escalada
en
Rafah.
Sobre
Oriente
Medio,
el
G7
pide
a
la
organización
ultraislámica
que
acepte
el
acuerdo
para
cesar
las
hostilidades
incluido
en
el
plan
del
presidente
estadounidense,
Joe
Biden,
e
reclama
a
“los
países
que
tienen
influencia”
sobre
la
organización
pro
iraní
“que
ayuden
a
garantizar
que
lo
haga”

Además,
Israel
debe
“abstenerse
de
llevar
a
cabo
una
ofensiva
militar
a
gran
escala
en
Rafah
que
tendría
aún
más
consecuencias
nefastas
para
los
civiles”.

En
cuanto
a
la
cuestión
del

aborto

los
líderes
se
limitaron
a
revalidar
su
compromiso
con
la
de
declaración
de
Hiroshima
del
año
pasado,
en
la
que
se
comprometían
a
“abordar
el
acceso
al
aborto
legal
y
la
atención
en
el
postaborto”.
Esta
vez,
señalan
“nuestros
compromisos
con
el
Comunicado
de
Líderes
de
Hiroshima
por
un
acceso
universal
a
servicios
de
salud
adecuados,
asequibles
y
de
calidad
para
las
mujeres,
incluida
la
salud
y
los
derechos
sexuales
y
reproductivos
integrales
para
todos”,
pero
evitaron
citar
la
palabra.

Fuente:
agencias
y
The
New
York
Times