rituales para la prosperidad y el trabajo

La

Luna
llena
de
este
mes
-conocida
como
la
Luna
de
Fresa–
se
producirá
este
viernes
21
de
junio.

Poderosa
y
de
fuerte
influencia,
se
produce
bajo
el

signo
de
Capricornio
y,
desde
el
cielo,
nos
anuncia
tiempos
de

cambio,
de

cierre
de
ciclos
y
de

renovación
de
la
energía.

Como
fase
de

Luna
llena,
es
ideal
para
concretar
planes,
proyectos
y
todo
aquello
que
estamos
madurando.

Y

Capricornio,
representado
por
la
cabra
que
observa
desde
la
cumbre,
es
un
signo
Cardinal
que
tiene
capacidad
para
tomar
decisiones,
sumadas
al
impulso
para
concretarlas,
y
conseguir

la
prosperidad
y
el
dinero
que
merecemos.

En
el
centro
de
atención
de
las
diferentes
culturas
desde
la
antigüedad,
la

Luna
siempre
ha
estado
presente
en
la
historia.

Símbolo
de
la

fertilidad
por
excelencia,
por
su
naturaleza
y
los
efectos
que
provoca,
han
generado
un
enorme
interés
y
una
incuestionable

mística
a
su
alrededor.
Y
más
aún
cuando
está
llena.

Así,
a
esta
primera
Luna
de
verano
o
invierno
-en
los
hemisferios
norte
y
sur
respectivamente-,
estaciones
que
están
a
punto
de
comenzar,
se
la
conoce
como

Luna
de
Fresa.

Este
nombre
proviene
de
una
tradición
ancestral
de
los

algonquinos,
un
grupo
de
nativos
americanos
que
tomaban
a
esta
Luna
como
señal
para

cosechar
fresa
salvaje.
Y
de
ahí
surge
su
nombre
tan
particular.

En
la
noche
de

Luna
llena,
en
un
ambiente
tranquilo,
preparamos
un
altar
con
una
vela
amarilla
(o
dorada).
De
su
lado
derecho,
colocamos
una
copa
de
agua;
del
izquierdo,
un
puñado
de
arroz
al
que
rodeamos
con
sal
gruesa.

En
un
papel
blanco,
anotamos
con
tinta
negra
y
letra
clara
todo
lo
que
queremos
modificar
en
muestro
trabajo
o
actividad;
el
puesto
al
que
queremos
acceder;
o
las
mejoras
de
dinero
que
pretendemos
(y
merecemos).
Doblamos
el
papel
en
cuatro
y
lo
colocamos
sobre
el
arroz.

Luego,
prendemos
la
vela
y
un
incienso
o
sahumerio
de
canela
o
sándalo.
Nos
visualizamos
envueltos
en
una
luz
dorada
y
realizando
todo
eso
que
escribimos
en
el
papel.
Tratamos
de
sostener
la
imagen
al
menos
durante
unos
minutos
y
al
terminar
afirmamos

“gracias,
gracias,
gracias”.

Cuando
la
vela
se
apaga,
tiramos
el
agua
en
una
maceta
o
en
un
lugar
con
tierra
y
guardamos
en
una
bolsita
amarilla
o
naranja
el
puñado
de
arroz
con
la
sal
y
el
papel
hasta
que
el
objetivo
se
cumpla.

En
un
espacio
tranquilo,
a
la
luz
de
la

Luna
llena
-o
lo
más
cerca
posible
de
una
ventana-
armamos
un
altar
con
una
vela
blanca,
una
copa
de
agua
con
miel,
y
una
cinta
u
objeto
violeta.

En
un
papel
blanco
anotamos,
con
el
mayor
detalle
posible,
todo
lo
que
queremos
lograr,
nuestros
deseos
y
objetivos;
y
también
todo
aquello
que
tenemos
pendiente,
que
es
negativo,
y
debemos
cerrar
y
concluir
para
poder
avanzar.

Prendemos
la
vela
y
nos
visualizamos
durante
unos
minutos
como
protagonistas
de
eso
que
escribimos.
Luego,
repetimos
tres
veces
la
siguiente
intención:

“Luna
poderosa,
con
tu
energía
voy
a
lograr
todo
lo
que
deseo
para
mi
bienestar
y
felicidad.
Gracias,
gracias,
gracias”.

​Cuando
la
vela
se
apaga,
tiramos
el
agua
en
una
maceta
o
en
un
lugar
con
tierra.
En
un
cajón
personal
guardamos
el
papel
junto
a
la
cinta
o
el
objeto
que
hayamos
elegido
hasta
que
los
deseos
se
cumplan
y
las
situaciones
negativas
terminen.