Ya
han
pasado
42
años
desde
que
Eddie
Murphy
dio
el
salto
de
los
escenarios
a
la
gran
pantalla
de
la
mano
de
Walter
Hill
en
la
quintaesencial
buddy
movie
‘Limite:
48
horas’.
Desde
entonces,
el
actor,
que
está
a
punto
de
estrenar
la
cuarta
entrega
de ‘Superdetective
en
Hollywood’
se
ha
mantenido
mayormente
íntegro
a
lo
largo
de
una
carrera
no
exenta
de
éxitos
y
fracasos.
Historias
de
advertencia
Pero,
¿cómo
ha
logrado
sobrevivir
a
cuarenta
primaveras
de
fama?
Durante
una
conversación
con
David
Marchese
en
el
podcast
The
Interview,
el
presentador
señaló
que
hubo
un
tiempo
en
el
que
Murphy
estuvo
al
nivel
de
Elvis,
Prince
o
Michael
Jackson,
y
el
intérprete
dio
una
clave
de
su
experiencia
vital:
tomó
sus
vidas
como
una
suerte
de
advertencia
de
lo
que
podía
ocurrir
si
tomaba
las
decisiones
incorrectas.
“Todos
esos
tíos
son
historias
de
advertencia
para
mí.
No
bebo.
Fumé
un
porro
por
primera
vez
cuando
tenía
30
años
—
mi
máximo
con
las
drogas
es
un
poco
de
marihuana.
Recuerdo
que
tenía
19
años,
fui
al
Blues
Bar.
Estábamos
yo,
[John]
Belushi
y
Robin
Williams.
Empezaron
a
tomar
coca
y
yo
dije,
‘No,
estoy
bien’.
No
estaba
tomando
una
postura
moral.
Simplemente
no
me
interesaba.
No
tener
el
deseo
o
la
curiosidad,
diría
que
eso
es
providencial.
Dios
me
estaba
cuidando
en
ese
momento”.
En
la
entrevista,
Murphy
comparó
la
combinación
de
fama,
juventud
y
el
hecho
de
ser
afroamericano
con
caminar
por
un
campo
de
minas.
“Ahora,
a
esta
edad,
puedo
mirar
atrás
y
decir,
‘Guau,
estuve
andando
por
un
campo
de
minas
durante
35
años’.
¿Cómo
se
atraviesa
un
campo
de
minas
durante
35,
40
años?
Algo
tiene
que
estar
cuidándote.
Este
negocio
no
está
hecho
para
un
artista
negro.
Era
algo
nuevo:
estaba
haciendo
cosas
que
nadie
ha
hecho
antes,
y
es
en
un
negocio
que
no
estaba
hecho
para
mí.
Estaba
hecho
para
algún
tío
blanco.
Así
que
no
tienes
personas
cubriéndote
las
espaldas,
y
no
tienes
grupos
de
apoyo”.
Además,
el
cómico
e
intérprete
explicó
cómo,
a
pesar
de
que
llevasen
sus
carreras
de
formas
diferentes,
allanó
en
cierto
modo
el
camino
a
otras
estrellas
como
Kevin
Hart,
Chris
Rock
o
Chris
Tucker.
“El
cómico
solía
ser
el
acompañante,
el
cómico
era
el
telonero,
y
yo
cambié
eso
para
que
el
comediante
pudiera
ser
el
evento
principal.
Pensaban
en
los
cómicos
de
una
manera,
y
fue
como,
no,
un
cómico
podría
llenar
un
estadio,
y
un
cómico
podría
estar
en
películas
de
cien
millones
de
dólares.
Todo
eso
cambió.
Y
con
los
actores
negros,
era
como,
el
tío
negro
podía
ser
la
estrella
de
la
película,
y
no
tenía
que
ser
una
película
blaxploitation.
Podía
ser
una
película
accesible
para
todos
en
todo
el
mundo”.
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