El
aclamado
y
veterano
cineasta
produjo
esta
comedia
para
adolescentes
en
los
80,
pero
retiró
su
nombre
una
vez
la
vio
terminada
Con
una
larga
lista
de
películas
de
éxito
a
sus
espaldas,
no
es
de
extrañar
que
los
títulos
menos
conocidos
de
Steven
Spielberg
hayan
acabando
cayendo
en
el
olvido
o,
como
mínimo,
sean
los
menos
recordados.
Y
mucho
más
aún
los
que
solo
están
relacionados
con
la
faceta
como
productor
del
cineasta,
que
ha
dirigido
decenas
de
largometrajes
pero
ha
producido
muchos
más
desde
su
prolífica
y
visionaria
compañía
Amblin
Entertainment.
Consciente
de
que
saborear
el
éxito
no
siempre
es
posible
y
a
veces
depende
de
factores
que
se
le
pueden
escapar
de
las
manos,
Steven
Spielberg
no
se
arrepiente
ninguno
de
sus
proyectos.
El
cineasta
ha
dirigido
un
montón
de
blockbusters
y
es
el
director
que
más
recaudación
ha
amasado
con
sus
películas
en
la
historia
-más
de
10.000
millones
de
dólares-,
así
que,
como
él
mismo
ha
comentado
en
alguna
ocasión,
se
ha “ganado
el
derecho
a
fracasar
comercialmente”.
Sin
embargo,
esa
mentalidad
no
evitó
que
a
finales
de
los
80
decidiese
quitar
su
nombre
como
productor
de
una
comedia
para
adolescentes
que
en
España
no
llegó
a
pasar
por
las
salas
de
cine:
Three
O’Clock
High,
un
filme
que
Phil
Joanou
dirigió
en
1987
y
contó
con
el
apoyo
y
confianza
de
la
productora
de
Spielberg.
Después
de
Los
Goonies,
Regreso
al
futuro,
Fievel
y
el
Nuevo
Mundo,
Gremlins,
Una
casa
para
romperlo
todo
y
una
larga
de
lista
de
conocidas
películas
de
aquella
época,
la
productora
Amblin,
propiedad
entre
otros
de
Spielberg,
se
caracterizó
por
su
apoyo
a
un
tipo
muy
concreto
de
películas:
largometrajes
buenrolleros
y
destinados
a
un
público
familiar
que
acabaron,
en
su
mayoría,
teniendo
una
buena
acogida
en
taquilla.
Sin
embargo,
según
Collider,
tras
ver
el
corte
final
de
Three
O’Clock
High,
el
cineasta
decidió
eliminar
su
nombre
de
los
créditos:
no
quería
que
apareciesen
las
palabras “producida
por
Steven
Spielberg”,
pero
tampoco
Amblin
se
mencionaría
en
los
créditos.
¿La
razón?
El
prolífico
productor
no
quería
que
su
nombre
fuera
asociado
a
esta
película,
que
defraudó
sus
expectativas.
En
la
película
se
cuenta
la
historia
de
Jerry
Mitchell,
un
estudiante
de
instituto
bastante
empollón
al
que
le
asignan
la
escritura
de
un
artículo
para
el
periódico
de
la
escuela
sobre
Buddy
Revell,
un
chico
del
que
se
rumorea
tiene
graves
problemas
psicológicos
y
está
loco
de
atar.
Cuando
Jerry
accidentalmente
toca
a
Buddy,
éste
le
dice
que
deben
pelear
a
la
salida,
a
las
3
de
la
tarde
en
el
parking
del
colegio,
por
lo
que
Jerry
tendrá
que
ingeniárselas
como
sea
para
evitarlo.
El
resultado
final,
no
convenció
al
cineasta:
en
lugar
de
simplemente
contar
los
tormentos
románticos
de
su
héroe
o
sus
locas
aventuras
positivas
y “para
sentirse
bien”
como
la
mayoría
de
las
películas
para
adolescentes
de
los
años
80,
la
película
tenía
como
hilo
conductor
un
enfrentamiento
y,
al
tiempo
que
la
tensión
aumenta
gradualmente,
también
lo
hace
el
estrés
del
héroe,
estando
el
tema
de
la
violencia
demasiado
presente
durante
todo
el
largometraje.
Y
eso
chocaba
frontalmente
con
Spielberg
y
su
idea
de
lo
que
quería
transmitir
con
sus
películas.
Al
final,
durante
su
estreno
americano,
Three
O’Clock
High,
que
contaba
con
un
presupuesto
estimado
de
5
millones
de
dólares,
sólo
recaudó
3,68
millones
en
taquilla.
Una
nueva
prueba
del
olfato
de
Spielberg
para
el
éxito.