El
ex
entrenador
de
las
selecciones
mayores
de
hockey
Sergio
“Cachito”
Vigil
se
mostró
conmovido
tras
el
gol
de
Gonzalo
Peillat,
el
ex
jugador
de
Los
Leones
que
convirtió
para
Alemania,
durante
la
trasmisión
en
vivo
del
partido
que
selló
la
eliminación
de
los
argentinos
en
los
Juegos
Olímpicos
de
París.
“Relato
durísimo,
tengo
un
nudo
en
la
garganta.
Después
de
gritar
tantos
goles
de
Gonza
y
ahora
verlo
con
el
gol
alemán”,
expresó
el
entrenador
tras
el
tanto
de
Peillat.
Con
la
voz
quebrada,
agregó:
“No
puedo
decir
más
nada,
tengo
un
nudo
en
la
garganta”.
Los
Leones
se
despidieron
este
domingo
de
París
2024
al
perder
con
Alemania,
vigente
campeona
del
mundo
(3-2),
tras
un
partido
en
el
que
anularon
dos
veces
la
ventaja
de
su
rival,
pero
no
pudieron
aprovechar
dos
córner
cortos
a
falta
de
20
segundos
y
el
vídeo
árbitro
desestimó
su
último
reclamo.
Fue
un
duelo
muy
físico
y
muy
reñido
hasta
el
final,
en
el
que
resaltó
el
primer
gol
de
Gonzalo
Peillat
a
quienes
fueron
sus
compañeros
en
el
oro
de
Río
2016.
El
argentino
lo
festejó
en
forma
efusiva
y
con
el
puño
el
alto.
Alemania
se
llevó
la
ventaja
al
descanso,
después
de
asestar
el
primer
golpe
con
gol
de
Teo
Hinrichs
al
rematar
desde
la
línea
de
fondo,
pero
dos
minutos
después
Argentina
se
levantó
para
igualar
de
córner
corto
y
sumar
el
tercer
gol
de
Maico
Casella
en
París.
Los
alemanes
llegaron
con
soltura
al
área
de
Tomás
Santiago,
pero
el
portero
de
Córdoba
atajó
un
gran
tiro
a
la
media
vuelta
de
Mats
Grambush,
aunque
a
base
de
potencia
y
velocidad
llegaron
sus
dos
primeros
corner
cortos
y
el
momento
de
Gonzalo
Peillat.
El
campeón
olímpico
con
Argentina
en
Río
2016
se
topó
con
la
defensa
de
sus
excompañeros
en
el
primero,
pero
se
desquitó
en
el
segundo
y
firmó
su
primer
tanto
en
unos
Juegos
al
equipo
con
el
que
jugó
de
2011
a
2018
y
al
que
luego
renunció
por
discrepancias
con
el
funcionamiento
de
su
selección.
El
arquero
alemán
Jean-Paul
Danneberg
evitó
el
empate
con
un
pie
en
un
tiro
de
Nicolás
Keenan
cuando
se
cantaba
el
gol
y
repitió
acierto
tras
el
descanso
a
los
posteriores
de
Agustín
Bugallo
y
Agustín
Mazzilli.
La
sociedad
Bugallo-Mazzilli
funcionó
a
la
perfección
al
empezar
el
último
cuarto,
para
que
el
pase
atrás
del
primero
acabara
en
un
golazo
del
segundo
y
abrir
el
partido
de
nuevo
(2-2),
hasta
que
un
robo
de
Justus
Weigand
para
encarar
a
puerta
desde
la
línea
de
22
lo
volvió
a
cerrar.