Dirigida
por
Robert
Zemeckis,
el
filme
contó
con
un
reparto
de
lujo,
pero
no
fue
suficiente
para
conseguir
el
éxito
en
taquilla
La
técnica
del ‘motion
capture’
se
lleva
utilizando
en
el
cine
desde
los
años
30.
Blancanieves,
el
clásico
de
animación
de
Disney,
ya
la
usó
para
algunos
momentos
de
la
historia
de
su
princesa.
Desde
entonces,
la
captura
de
movimiento
ha
ido
avanzando
y
la
tecnología
ha
permitido,
entre
otras
cosas,
que
Mark
Ruffalo
se
meta
en
la
piel
de
Hulk
y
que
existan
películas
como
Avatar.
Antes
de
que
James
Cameron
llevara
a
la
gran
pantalla
el
filme
más
taquillero
de
la
historia,
Robert
Zemeckis
también
experimentó
con
esta
técnica.
El
director
de
Regreso
al
futuro
estrenó
en
2004
Polar
Express,
un
cuento
navideño
hecho
en ‘motion
capture’.
Tras
este
proyecto,
Zemeckis
produjo
Monster
House,
filme
hecho
con
la
misma
técnica.
Y,
más
tarde,
el
cineasta
quiso
repetir
detrás
de
las
cámaras
de
un
título
hecho
con
captura
de
movimiento.
Tras
dos
títulos
destinados
a
toda
la
familia,
Zemeckis
optó
por
algo
un
poco
más
adulto.
Beowulf,
película
con
guion
de
Neil
Gaiman
y
Roger
Avary
y
basada
en
el
poema
inglés
épico
del
mismo
nombre,
llegó
a
los
cines
en
2007
pero
siempre
se
nos
olvida
que
existe.
El
filme
contó
con
un
reparto
de
lujo.
Ray
Winstone
dio
vida
al
protagonista
y
otros
de
los
personajes
estaban
interpretados
por
Angelina
Jolie,
Brendan
Glesson,
Robin
Wright,
Anthony
Hopkins
y
John
Malkovich.
El
filme
de
fantasía
y
acción
costó
mucho
dinero.
En
concreto,
su
presupuesto
fue
de
150
millones
de
dólares.
Con
este
elenco,
Zemeckis
en
la
dirección,
un
género
que
gusta
al
público
y
un
momento
en
el
que
hacer
una
película
al
completo
mediante
captura
de
movimiento
era
la
novedad,
todo
apuntaba
a
que
Beowulf
sería
un
éxito.
No
fue
así.
En
realidad
fue
un
fracaso
brutal.

Warner
Bros.
de ‘Beowulf’
La
película
recaudó
solo
196
millones
de
dólares
-ni
dobló
su
presupuesto
para
resultar
rentable-
y
eso
que
las
críticas
no
fueron
del
todo
negativas.
No
obstante,
el
público
no
respondió
bien
ante
un
proyecto
como
este.
El
fracaso
de
Beowulf
no
le
quitó
las
ganas
a
Zemeckis
de
seguir
usando
la
tecnología ‘motion
capture’
y
en
2009
estrenó
Cuento
de
navidad.
Esta
película,
que
se
basa
en
la
famosa
obra
de
Charles
Dickens,
costó
incluso
más
que
Beowulf:
200
millones
de
dólares.
Recaudó
325
millones
de
dólares
en
todo
el
mundo.
Un
mes
después
llegó
a
los
cines
Avatar.