La
carrera
de
Brendan
Fraser
ha
estado
marcada
por
altibajos,
desde
su
explosión
como
estrella
de
cine
en
los
años
90
hasta
un
periodo
de
relativa
oscuridad
en
los
2010.
Sin
embargo,
fue
en
el
año
2022
cuando,
en
una
cinta
dirigida
por
Darren
Aronofsky,
Fraser
no
solo
regresó
a
las
grandes
ligas
de
Hollywood,
sino
que
entregó
una
actuación
que
se
consagra
como
uno
de
los
momentos
más
memorables
en
su
carrera
y
que
ahora
podemos
disfrutar
en
una
de
las
cintas
que
se
ha
catapultado
como
de
las
más
vistas
en
Netflix
México.
Basada
en
la
obra
teatral
de
Samuel
D.
Hunter, ‘La
ballena‘
(‘The
Whale’)
sigue
la
historia
de
Charlie,
un
profesor
de
inglés
que
vive
recluido
en
su
apartamento
debido
a
su
obesidad
mórbida
y
a
un
profundo
sentimiento
de
culpa
tras
la
muerte
de
su
pareja.
A
lo
largo
de
la
película,
Charlie
intenta
reconectar
con
su
hija
adolescente,
Ellie,
interpretada
por
Sadie
Sink.
La
trama
no
solo
explora
temas
de
pérdida,
amor
y
redención,
sino
que
también
lanza
una
crítica
implícita
sobre
los
juicios
sociales
hacia
las
personas
que
lidian
con
trastornos
alimenticios
y
problemas
emocionales.
Brendan
Fraser:
una
actuación
inmensa
en
todos
los
sentidos
Lo
que
hace
que
Fraser
destaque
en ‘La
ballena’
es
su
habilidad
para
humanizar
a
un
personaje
que
fácilmente
podría
haber
sido
reducido
a
un
estereotipo.
Su
interpretación
de
Charlie
es
cruda,
emotiva
y
profundamente
empática.
Cada
movimiento,
cada
mirada
y
cada
palabra
que
pronuncia
Fraser
parecen
cargados
con
un
peso
emocional
que
trasciende
la
pantalla.
Uno
de
los
aspectos
más
comentados
de
su
actuación
fue
la
transformación
física
necesaria
para
interpretar
a
Charlie.
Fraser
usó
una
prótesis
de
casi
136
kilos
que
le
permitió
capturar
la
inmovilidad
y
la
fragilidad
de
su
personaje,
pero
nunca
permitió
que
este
detalle
técnico
eclipsara
su
interpretación.
La
manera
en
que
Fraser
aborda
a
Charlie
va
más
allá
de
lo
físico:
su
voz
temblorosa,
sus
ojos
llenos
de
desesperación
y
su
vulnerabilidad
absoluta
convierten
a
Charlie
en
una
figura
desgarradora
y
profundamente
humana.
No
cabe
duda
de
que
la
comentada
hasta
la
saciedad
labor
de
Fraser
es
un
claro
catalizador
de
la
emoción
además
de
un
férreo
pilar
que
sostiene
el
largometraje,
pero
no
es,
ni
por
asomo,
el
único;
y
dejando
a
un
lado
al
resto
del
igualmente
brillante
elenco
(mención
especial
para
Hong
Chau),
la
dupla
compuesta
por
Aronofsky
y
su
director
de
fotografía
de
cabecera
Matthew
Libatique,
es
la
que
termina
elevando
el
conjunto
a
niveles
inesperados.
Bajo
una
la
sencillez
(que
no
simplicidad)
predominante,
derivada
de
su
naturaleza
de
drama
embotellado
casi
minimalista, ‘La
ballena’
esconde
un
tratamiento
formal
más
sofisticado
e
intrincado
de
lo
que
podría
parecer
a
simple
vista;
lo
cual
empieza
por
una
puesta
en
escena
tan
precisa
como
austera
en
la
que
cada
plano
y
cada
movimiento
de
cámara
están
al
servicio
de
la
narrativa
y
los
protagonistas.
Al
final, ‘La
ballena’
sólo
necesita
una
casa,
seis
intérpretes
y
los
ojos
azules
de
Brendan
Fraser
para
postularse
como
una
cinta
que “es
una
oda
devastadora
a
la
complejidad
de
los
seres
humanos
y
a
la
belleza
interior
que
se
puede
encontrar
incluso
detrás
de
los
sentimientos
más
destructivos
hacia
uno
mismo
y
hacia
los
demás”
como
lo
afirma
el
crítico
Calum
Cooper.
‘La
ballena’
está
disponible
en
Netflix
México.
En
Espinof
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