Cuando
Robert
y
Richard
Sherman
iban
de
campamento
a
mediados
de
los
años
30,
allá
por
las
montañas
de
Adirondack
(cerca
del
estado
de
Nueva
York),
los
monitores
les
enseñaron
una
palabra
muy
divertida,
muy
larga
y
muy
loca
al
mismo
tiempo,
que
llevaba
años
recibiendo
todo
tipo
de
variaciones
por
parte
de
los
centenares
de
críos
que
pasaban
por
allí.
Y
quizá
os
suene,
porque
era

super-cadja-flawjalistic-espealedojus
.
Exacto:
los
hermanos
Sherman
fueron
los
compositores
de
la
canción
más
conocida
de


Mary
Poppins

y
se
basaron
en
sus
vivencias
infantiles.
Bueno,
o
eso
dicen.

Super-plagialístico

Los
Sherman,
viendo
el
éxito
de
su
tema
para
la
película
de
Disney,
corrieron
a
explicar
qué
significaba
esa
gigantesca
palabra
que
habían
creado,
asegurando
que,
simplemente,
habían
juntado
distintos
adjetivos:
“Super”
(Encima),
“Cali”
(de
“kalos”,
o
sea,
bello),
“Fragilistic”
(Delicado),
“Expiali-”
(que
expía)
y
“-Docious”
(Dócil).
Hasta
aquí
todo
bien.
¿Cuál
es
el
problema?
Bueno,
pues
que
otra
persona
ya
se
la
había
inventado
antes.
Dos
personas,
para
ser
más
exactos.



Walt
Disney
Motion
Pictures

El
caso
más
obvio
y
doloroso
fue
el
de

Gloria
Parker
y
Barney
Young
,
compositores
que
en
1965
les
pusieron
un
juicio
por
su
canción
de
1949

Supercalafajalistickespeealadojus
,
que
fue
grabada
por
Alan
Holmes
y
His
New
Tones
en
disco.
Sorprendentemente,
y
aunque
en
melodía
y
ritmo
se
parecen
de
manera
muy
obvia
a
la
de
Disney,
el
juez
dictaminó
que
juntar
palabras
no
es
algo
nuevo
y
que
ya
había
variantes
de
la
palabreja
desde
antes
de
ese
año.

Y
ojo,
era
cierto:

la
primera
vez
que
algo
parecido
a
Supercalifragilisticoexpialidoso
salió
en
algún
sitio
fue
en
1931
,
cuando
Helen
Herman,
en
el
Daily
Orange
de
la
Universidad
de
Siracusa,
nombró
“Supercaliflawjalisticeexpialadoshus”,
definiéndola
como
“todo
lo
que
es
grande,
genial,
glorioso,
espléndido,
increíble
y
fabuloso”.
Lo
único
que
está
claro
es
que
a
Mary
Poppins
no
se
le
ocurrió
de
repente,
por
más
que
lo
repita
una
y
otra
vez.