La
Iliada
es
uno
de
los
libros
más
populares
de
la
historia:
se
escribió
en
el
1598
y
ocupó
24
tomos
donde
Homero
contó
una
de
las
historias
de
dioses
y
héroes
que
mejor
modelaron
la
idea
actual
que
tenemos
de
Grecia.
Es
tan
mítico
que
en
1911
ya
recibió
su
primera
adaptación
cinematográfica,
La
caída
de
Troya,
una
película
italiana
de
31
minutos
que
por
aquel
entonces
era
uno
de
los
proyectos
más
ambiciosos
de
la
historia,
con
casi
800
actores
interpretándola.
Pero
sí,
si
hablamos
de
Troya,
sé
que
no
estás
pensando
en
esta
película
muda,
sino
en
la
de
Brad
Pitt
de
hace
veinte
años.
Lógicamente.
Troy,
pero
no
McClure
Cierto
es
que
Troya
adaptaba
la
Iliada
de
la
manera
más
libre
posible,
cambiando
incluso
el
final
de
la
obra
original.
Brad
Pitt
no
estaba
a
gusto
en
ella,
Wolfgang
Petersen
tampoco
disfrutó
haciendo
la
película
y
su
guionista,
David
Benioff,
tuvo
que
defenderse
de
las
acusaciones
de
haberse
saltado
a
la
torera
el
poema
original
(lo
que,
por
otro
lado,
es
cierto).
Años
después,
Benioff
consiguió
adaptar
Juego
de
Tronos,
y
le
ofreció
directamente
un
papel
a
Brian
Cox,
que
en
la
película
interpreta
a
Agamenón.
Cox
es
conocido
en
la
industria
por
su
lengua
viperina,
especialmente
después
de
demostrar
su
valía
y
que
no
tiene
nada
que
perder
tras
Succession.
En
Troya
hace
un
buen
papel,
pero
no
puede
evitar
protagonizar
un
gazapo
increíble:
Pasa
de
estar
en
el
centro
del
plano
a
desaparecer
en
el
siguiente…
¡Solo
para
ser
sustituido
por
su
doble!
Es
imposible
no
verlo,
y
lo
sorprendente
es
que
un
director
como
Petersen
lo
pasara
por
alto.

warner
bros.

warner
bros.
Por
cierto,
Cox
rechazó
el
papel
del
rey
Baratheon,
aunque
su
experiencia
en
Troya
con
Benioff
no
tiene
nada
que
ver:
simplemente
creía
que
le
daban
muy
poco
dinero
y,
como
moría
al
final
de
la
primera
temporada,
no
iba
a
recibir
suficiente
compensación
en
derechos
los
años
posteriores.
Toma
poema
épico.