
La
protagonizó
cuando
levantaba
pasiones
en
los
años
90,
pero
fue
recibida
entre
duras
críticas
y
él
nunca
se
ha
esforzado
en
defenderla
El
pasado
2024
le
vimos
en
Wolfs
junto
a
George
Clooney
y
su
nueva
película,
la
ambiciosa
F1
de
Joseph
Kosinski
es
uno
de
los
estrenos
más
esperados
de
2025.
A
sus
61
años,
Brad
Pitt
sigue
siendo
una
estrella
de
Hollywood
plenamente
en
activo
y,
aunque
los
últimos
años
no
han
sido
los
mejores
en
su
vida
familiar
ni
para
su
imagen,
sus
oportunidades
profesionales
tanto
en
su
faceta
como
actor
como
la
de
productor
no
se
han
visto
afectadas.
Ganador
de
su
primer
Premio
Oscar
en
2020
por
Érase
una
vez
en…
Hollywood
-aunque
tenía
otro
como
productor
por
12
años
de
esclavitud-,
Pitt
comenzó
a
dar
sus
primeros
pasos
como
actor
a
finales
de
los
años
80,
aunque
el
momento
álgido
de
su
carrera
se
produjo
en
los
años
90,
cuando
comenzó
a
llamar
la
atención
de
importantes
realizadores
y
se
convirtió
en
uno
de
los
actores
de
moda.
Su
primera
gran
oportunidad
fue
en
Thelma
&
Louise
en
1991
y
tras
ella
llegarían
algunas
de
las
películas
que
le
convertirían
en
una
estrella
en
todo
el
mundo,
como
Entrevista
con
el
vampiro,
Leyendas
de
pasión,
Seven
o
Doce
Monos.
Sin
embargo,
tras
esta
explosión
de
éxito,
Brad
Pitt
se
sintió
un
poco
perdido
en
su
carrera,
sin
terminar
de
saber
qué
papeles
debía
escoger.
Así
lo
explicaría
él
mismo
en
una
entrevista
con
Entertainment
Weekly
en
2011
en
la
que
reflexionó
sobre
todas
sus
películas
una
a
una.
“En
ese
período
empecé
a
sentirme
realmente
confundido
y
desorientado”,
reconocería
el
actor
sobre
la
época
en
la
que
protagonizó
Sleepers. “Porque
[mi
carrera]
empezó
a
estallar,
para
empezar.
De
repente,
tenía
a
mucha
gente
en
la
oreja
diciéndome
lo
que
debía
hacer
y
lo
que
no
debía
hacer”.
Tras
Sleepers,
el
actor
protagonizó
una
de
las
películas
peor
valoradas
de
su
carrera,
La
sombra
del
diablo
-cuya
producción
fue
realmente
problemática-
y
justo
a
continuación
Siete
años
en
el
Tibet,
para
la
que
tuvo
que
residir
en
Argentina
durante
seis
meses. “Yo
estaba
realmente
encerrado
en
ese
momento.
No
sabía
cómo
lidiar
con
[la
fama].
Argentina
fue
una
gran
experiencia,
pero
estaba
perdido.
Realmente
perdido.
[No
confiaba]
en
nadie.
No
tenía
a
nadie
que
me
hiciera
mejorar”.
En
este
escenario,
Brad
Pitt
aceptó
protagonizar
la
película
que
considera
el
pináculo
de
uno
de
los
peores
momentos
de
su
trayectoria
artística:
¿Cónoces
a
Joe
Black?,
un
fracaso
para
público
y
crítica
que
está
entre
las
peores
películas
de
su
trayectoria:
[‘¿Cónoces
a
Joe
Black?’]
fue
la
cima
de
mi…
pérdida
de
dirección
y
brújula
En
aquella
película
pudo
volver
a
trabajar
con
Anthony
Hopkins
cuatro
años
después
de
haberlo
hecho
por
primera
vez
en
Leyendas
de
pasión,
pero
es
lo
único
que
parece
recordar
con
cariño
de
aquella
experiencia.
En
la
película,
criticada
especialmente
por
su
extensa
duración
de
3
horas
de
duración
que
se
consideró
absolutamente
innecesaria,
el
actor
interpretaba
a
la
muerte,
que,
reencarnada
en
un
atractivo
joven
llamado
Joe
Black,
se
presentaba
en
la
vida
de
un
multimillonario
para
ofrecerle
un
trato.
“El
Sr.
Hopkins
es
uno
de
los
grandes,
y
realmente
amable
y
generoso,
uno
de
esos
de
los
que
tomo
muchas
notas”,
recordaba
el
actor. “Lo
arruiné.
No
debería
haber
estado
allí
en
primer
lugar.
Debería
haber
estado
descomprimiéndome.
Simplemente
no
entendí
la
pieza.
Alguien
podría
haber
hecho
un
mejor
trabajo.
Porque
Tony
no
lo
perjudicó.
Tony
lo
clavó”.
Afortunadamente,
tras
aquello
llegarían
dos
de
las
películas
que
recuerda
con
más
cariño:
El
club
de
la
lucha
de
nuevo
junto
a
David
Fincher
y
Snatch.
Cerdos
y
diamantes
dirigida
por
Guy
Ritchie,
dos
obras
ahora
de
culto
que
muchos
considerarían
como
dos
de
sus
mejores
trabajos
y
que
sin
duda
era
justo
lo
que
necesitaba
en
aquel
momento.