Este
lunes
24
de
febrero
se
celebra
el
10º
aniversario
del
estreno
de
‘El
ministerio
del
tiempo’,
una
aclamada
serie
de
ciencia
ficción
que
nunca
llegó
a
ser
oficialmente
cancelada.
Sin
embargo,
también
han
pasado
ya
casi
cinco
años
desde
el
estreno
de
su
cuarta
temporada
y
lo
último
que
supimos
es
que
RTVE
había
rechazado
la
idea
para
una
quinta
presenta
por
Javier
Olivares
a
petición
del
propio
ente
público.
En
Espinof
hemos
querido
aprovechar
esta
efeméride
para
entrevistar
a
Olivares,
cocreador
de
la
serie
junto
a
su
tristemente
fallecido
hermano
Pablo.
En
ella
nos
habla
sobre,
entre
otros
temas,
cuál
es
la
escena
que
mejor
define ‘El
ministerio
del
tiempo’
para
él,
cuáles
eran
sus
planes
para
la
temporada
5
y
qué
sería
esencial
para
que
acepte
retomarla,
personajes
históricos
que
se
quedó
con
las
ganas
de
retratar
en
la
serie
o
cómo
vería
un
posible
remake
o
un
relanzamiento
de ‘El
ministerio
del
tiempo’
con
otra
persona
a
los
mandos.

Se
celebra
el
10º
aniversario
del
estreno
de
la
serie
y
cada
seguidor
de
la
serie
tiene
un
momento
favorito
de
la
misma.
En
tu
caso,
¿cuál
es
la
primera,
escena
o
episodio
que
te
viene
primero
a
la
cabeza
cuando
tus
recuerdos
deciden
que
ese
día
toca
volver
a
dedicar
un
buen
rato
a
la
serie
y
por
qué?
Para
mí,
hay
secuencias
icónicas.
Como
Velázquez
entrando
en
el
Museo
del
Prado
o
la
de
Lorca
y
Camarón…
Pero,
en
mi
opinión,
el
momento
que
define
lo
que
es
la
serie
es
cuando
Julián
le
recita
a
Lope
de
Vega
el
“Maneras
de
Vivir”
de
Leño.
La
escribió
mi
hermano
Pablo.
Define
(junto
con
la
siguiente
de
“servicio
de
habitaciones”)
nuestra
apuesta
por
lo
pop
sin
despreciar
lo
clásico.
La
ironía…
Y
la
lucha
que
supuso
hacer
la
serie.
Cuando
la
leí
por
primera
vez,
ni
me
reí.
Fue
un
escalofrío,
la
estupefacción
de
pensar
cómo
alguien
como
mi
hermano
Pablo,
inmóvil
ya
por
el
ELA,
tenía
capacidad
para
escribir
con
sentido
del
humor.
Porque
yo
no
podría
hacerlo,
te
lo
aseguro.
También
fue
un
símbolo
de
producción.
Un
día
quien
la
llevaba
por
entonces
me
dijo
-como
showrunner
que
era-
que
no
se
podía
recitar
a
Leño,
que
era
muy
caro.
Yo
no
lo
entendía:
era
solo
recitarla,
sin
música.
Para
mí
era
clave,
la
definición
de
la
serie.
Y
dije
que
me
contara
cuánto
costaba
y
que
la
pagaba
yo
por
mi
cuenta.
Luego,
se
puso
mi
abogado
(Javier
Carrillo,
un
experto
en
estos
temas)
a
trabajar
y
resultó
que
no
pasaba
de
800
euros.
Si
yo
no
hubiera
sido
productor
ejecutivo,
esta
secuencia
-la
mejor
de
la
serie-
no
existiría.
Y
pensé
en
la
cantidad
de
grandes
ideas
que
se
habrían
perdido
en
nuestras
series
porque
sus
creadores
(los
guionistas)
no
podían
controlar
el
producto.
Deudas
pendientes
-
Todos
estos
años
después,
¿hay
algo
de
lo
que
te
arrepientas
de
la
serie,
ya
sea
por
haberlo
hecho
de
una
forma
o
porque
simplemente
acabaste
no
haciéndolo?
Como
creador
y
guionista,
no.
Hicimos
cosas
mal
y
otras
bien.
Pero
es
lo
que
hay.
Ya
no
sirve
decir
“si
nos
hubieran
programado
de
otra
manera”,
“si
no
hubieran
tardado
renovar
tanto
tantas
veces”,
“si
determinados
actores
no
se
hubieran
ido
por
la
falta
de
continuidad”… ‘El
Ministerio
del
Tiempo’
es
la
suma
de
lo
que
pensamos
hacer,
lo
que
pudimos
hacer
y
de
la
lucha
contra
esos
inconvenientes.
Son
nuestras
heridas
de
guerra,
pero
también
nuestras
medallas.
Es
un
todo.
Y
si
miras,
pasados
diez
años,
los
resultados,
el
balance
es
estupendo.
Le
dimos
a
la
cadena
su
único
Platino,
dos
Ondas
seguidos,
premios
Feroz,
Iris,
impacto
en
redes
sociales,
tenemos
fans
en
China,
Rusia,
un
asociación
en
Francia
…
Y
creamos
amistades
que
aún
duran,
una
familia
ministérica.
Si
antes
de
empezar
me
hubieran
dicho
que
íbamos
a
conseguir
tanto,
ni
me
lo
hubiera
creído.
Además,
tengo
claro
que
la
cultura
de
la
queja
no
sirve
para
nada.
De
la
queja
continua
sólo
sale
mierda.
Incluso
cuando
tengas
razón
para
la
queja,
no
se
puede
vivir
instalado
en
ella.
Tienes
que
dar
la
cara,
sí.
Pero
luego
pasar
a
otra
cosa.
A
volver
a
crear.

-
La
serie
tuvo
finalmente
42
episodios
pero
ojalá
hubiese
tenido
muchos
más,
¿hay
algún
personaje
histórico
en
especial
que
te
quedases
con
las
ganas
de
abordar
y
que
no
encajó
en
esas
cuatro
temporadas?
Muchos.
Y
conceptos,
historias…
Lamento
no
haber
dedicado
más
capítulos
a
la
Ciencia,
como
hicimos
con
Emilio
Herrera.
Hay
personajes
maravillosos
que
quedaron
fuera,
como
Isaac
Peral.
O
como
Andrea
Casamayor,
una
aragonesa
que
con
17
años,
autora
allá
por
el
XVIII,
de
un
manual
de
matemáticas
para
uso
popular
y
otro
libro
desaparecido
(de
matemática
avanzada)
que
no
pudo
firmar
por
no
ser
hombre
y
tuvo
que
apelar
al
pseudónimo
de
Casandro
Mamés…
Temas
como
las
fake
news
históricas,
como
el
niño
de
La
Guardia
o
lo
que
rodeó
al
motín
de
Esquilache…
El
rodaje
nocturno
(en
los
mismos
platós
donde
lo
rodaba
Bela
Lugosi)
de
un
Drácula
en
español.
Este
tema
creo
que
lo
acaban
de
hacer
en
una
serie
mexicana,
de
hecho.
Y
yo
ya
no
lo
podré
hacer,
cuando
llevaba
años
con
él
en
la
cabeza…
-
Hace
años
comentaste
que
presentaste
una
temporada
5
pero
que
RTVE
la
desechó
aunque
sin
llegar
a
cancelar
nunca
la
serie.
Eso
sí,
tampoco
sería
la
primera
vez
que
RTVE
recuperase
una
serie
que
todos
daban
por
acabada
como
pasó
hace
un
tiempo
con ‘Los
misterios
de
Laura’,
¿todavía
estarías
dispuesto
a
retomarla
o
ya
has
dejado
por
completamente
cerrada
tu
etapa
en
la
serie ‘El
ministerio
del
tiempo’?
Además,
en
su
momento
el
universo
transmedia
de
la
serie
fue
muy
importante,
y
quizá
con
nuevos
episodios
de
la
serie
no,
pero
un
podcast,
una
obra
de
teatro,
una
serie
de
novelas.
¿Habría
alguna
posibilidad
de
seguir
ampliando
el
universo
por
ese
lado?
La
temporada
5,
ya
diseñada
pero
que
fue
rechazada
-tras
pedirla-
por
TVE
era
un
poco
un
compendio
de
esto.
La
patrulla
era
nueva.
Con
Andrea
Casamayor,
un
oficial
de
la
guerra
de
la
Independencia
y
un
alunicero
del
sur
de
Madrid,
puntualmente
acompañados
por
los
protas
de
siempre.
En
ella
los
temas,
en
4
capítulos
eran:
-
El
concierto
de
los
Beatles
en
Madrid. -
La
aparición
de
una
comedia
desconocida
de
Lope….
Cuya
protagonista
se
llama
Amelia. -
El
retrato
del
príncipe
de
Gales
que
pintó
Velázquez. -
Canfranc
tomada
por
los
nazis,
por
donde
escapaba
media
Europa
jugándose
la
vida. -
El
niño
de
la
Guardia
como
prototipo
casi
trumpiano
de
fake
news. -
Y
un
especial
de
Navidad
(mi
sueño
de
siempre)
dedicado
a
la
Lotería
Nacional.
Como
ves,
se
hubieran
saldado
muchas
deudas
pendientes.
Pero
sólo
la
retomaría
si
viese
un
plan,
un
cariño…
Asumo
que
no
se
quiera
hacer,
pero
no
quiero
más
mareos.
Esta
serie
necesita
mucha
pasión.
De
los
que
la
hacemos
y
de
los
que
quieran
que
la
hagamos.
Respecto
a
ir
a
otras
vías
fuera
de
hacer
nuevas
temporadas,
El
Ministerio
o
será
serie
o
no
será.
Ni
libros,
ni
podcast,
ni
tv
movie.
Todo
eso
funciona
en
torno
a
una
serie,
no
de
forma
independiente.
-
¿Tenías
ya
en
mente
algún
actor
o
actriz
con
los
que
te
hubiese
gustado
contar
para
formar
parte
de
la
nueva
patrulla
en
esa
temporada
5
que
no
salió
adelante?
Siempre
los
tengo,
pero
son
varios.
Pero
al
no
hablar
con
ellos
antes,
la
norma
es
no
citarlos.
Lo
siento.

-
Otra
cosa
muy
habitual
son
los
remakes
y
las
nuevas
versiones.
La
propia ‘El
ministerio
del
tiempo’
ha
tenido
adaptaciones
en
otros
países,
pero,
¿Cómo
verías
tú
la
posibilidad,
quizá
no
ahora
pero
sí
dentro
de
unos
años,
de
que
otra
persona
retome
la
serie
en
España?
Ya
sea
un
remake
más
o
menos
tradicional
o
un
relanzamiento
al
estilo
del
que
hizo
Russell
T.
Davies
con ‘Doctor
Who’
y
que
ahí
sigue
en
marcha
Si
supiera
de
un
futuro
Russell
T.
Davies
español,
encantado.
Por
su
talento
y
por
su
compromiso
social
y
político
con
series
maravillosas
como
‘Years
and
Years’
o
‘It’s
a
Sin’…
Es
el
mejor
showrunner
de
‘Doctor
Who’
con
diferencia.
Y
con
una
tercera
temporada
de
‘Torchwood’
que
es
una
de
las
obras
maestras
de
la
ciencia
ficción.
Pero
no
lo
hay
ni
creo
que
lo
haya
porque
nuestra
industria
no
hace
series
así
y,
por
lo
tanto,
no
genera
creadores
de
ese
tipo.
Es
otro
tipo
de
creadores…
Distintos.
Nuestra
ficción
se
produce,
en
general
para
plataformas.
Y
ha
sido
abandonada
-al
contrario
que
en
el
resto
de
Europa-
por
la
tv.
en
abierto.
Con
ello,
se
pierde
el
concepto
de
fiesta,
de
aventura,
de
voy
a
sentarme
a
ver
con
qué
me
sorprenden…
Y
compartirlo
en
redes.
Cada
capítulo
de
El
Ministerio
era
una
fiesta,
con
Patrimonio
Nacional
tuiteando
y
ofreciendo
imágenes
de
cada
época.
Con
el
Museo
del
Prado,
el
Romántico…
Y
los
seguidores.
Todos
juntos.
Ojo,
no
me
quejo
de
lo
que
hay.
Me
quejo
de
lo
que
no
hay.
¿Cómo
me
voy
a
quejar
de
las
plataformas
como
espectador
cuando
se
hacen
joyas
como
‘Antidisturbios’,
‘Veneno’,
‘Nos
vemos
en
otra
vida’,
‘Querer’,
‘Cristóbal
Balenciaga’,
‘La
Mesías’…?
Agradezco
su
calidad,
su
riesgo
creativo
y
entiendo
su
modelo
de
negocio.
Pero
pienso
que
esas
joyas
no
las
ve
la
cantidad
de
público
que
debería
verlas.
Y
que
las
vería
(sin
duda)
en
abierto.
Pero
eso
no
es
problema
de
las
plataformas.
Es
de
lo
poco
que
se
produce
en
abierto.
Sin
el
roce
con
el
público,
el
creador
se
hace
mas
auteur
y
menos
pop.
Y
la
televisión
es
pop.
Como
Russell.
Como
Abbott
en
su
día.
Como
Moffat.
Como
Jed
Mercurio…
Incluso
Simon,
el
de
“que
se
joda
el
espectador
medio”,
generó
iconos
pop
más
allá
de
que
HBO
fuera
de
pago.
Porque
hablaba
de
la
calle,
de
la
sociedad
actual.
Para
mí,
las
series
son
eso:
cultura
pop
sin
por
ello
dejar
de
ser
entretenidas,
inteligentes…
Porque
lo
pop
no
implica
que
el
público
sea
gilipollas.
Ahí
está
el
ejemplo
de
‘Line
of
Duty’,
que
es
una
joya
y
tiene
un
share
de
más
del
40%
en
abierto.
Y
sin
tener
que
pagar
para
verla
en
una
plataforma,
algo
que
-está
estudiado-
está
abriendo
una
brecha
social
en
el
consumo
de
ficción.
‘Isabel’,
El
Ministerio
del
Tiempo’
parten
de
esa
base
popular.
Si
alguien
hace
un
remake
algún
día,
espero
que
no
se
le
olvide.
Con
eso,
me
vale.
Bueno,
y
con
que
algún
día
TVE
tenga
el
apoyo
cultural
que
merece
por
parte
de
los
políticos,
para
entender
que
podría
ser
la
BBC
en
español
en
vez
de
un
modelo
sin
medios
y
compitiendo
con
las
privadas
con
sus
mismas
armas
demasiado
a
menudo.
Pero
esto
tal
vez
sea
pedir
demasiado
a
estas
alturas,
cuando
se
han
perdido
tantas
oportunidades
y
tanto
tiempo.
En
los
años
80
el
entonces
presidente
francés
Mitterrand,
ante
la
aparición
de
potentes
canales
privados
(Canal+,
La
Cinq,
TV6
y
TF1)
tiene
la
idea
de
crear
una
cadena
cultural
y
educativa
con
vocación
europea
(La
Sept).
En
1986,
se
crea
un
grupo
de
trabajo
(tras
una
cumbre
Mitterrand-Kohl)
con
el
objetivo
de
reforzar
el
peso
de
Europa
en
la
comunicación
audiovisual
que,
dos
años
después,
se
concreta
en
la
creación
del
canal
ARTE1,
cadena
franco-alemana
de
servicio
público.
Y
hace
unos
años,
quienes
se
sintieron
alertados
por
la
supervivencia
de
la
sagrada
BBC,
fueron
los
políticos
ingleses.
Así,
se
llevó
a
cabo
una
comisión
parlamentaria
al
respecto.
El
aumento
de
costes,
la
contratación
de
sus
mejores
valores
por
las
plataformas
(claro
ejemplo
es
‘The
Crown’),
describían
una
situación
alarmante.
Y
reaccionaron
con
orgullo…
Y
con
medidas
fiscales,
de
promoción
y
de
difusión…
El
resultado,
viendo
la
producción
de
los
últimos
años,
es
que
asistimos
a
una
nueva
explosión
del
British
Drama,
tanto
por
la
BBC
como
la
mejora
de
la
ficción
de
la
privada
ITV.
En
abierto
y
en
colaboración
con
plataformas.
Me
gustaría
que
en
España
hubiera
esa
sensibilidad
hacia
la
cultura
audiovisual
televisiva
algún
día.
En
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