Imagina
que
estás
un
día
en
tu
casa
haciendo
zapping.
No
hay
nada
en
televisión:
en
un
lado
un
reality,
en
otro
te
están
mostrando
la
invasión
de
Irak…
Y
poco
a
poco,
ambos
van
juntándose
en
tu
cabeza
y

creando
el
mejunje
necesario
para
crear
una
historia
de
ficción
que
muestre
el
absurdo
de
la
sociedad

y
los
límites
a
los
que
podemos
llegar.
Es
lo
que
le
pasó
a

Suzanne
Collins
,
que
creó


Los
juegos
del
hambre

mezclando
la
actualidad
con
el
mito
griego
de
Teseo.
¿El
resultado?
Un
exitazo
que
llegó
a
superar
en
ventas
a
la
mismísima


Harry
Potter
.

Un
ejército
de
papaítos

Lógicamente,
tenían
que
hacer
todo
lo
posible
para
pasarla
a
cine.
Y
vaya
que
si
lo
hicieron:
durante
cuatro
películas
y
una
precuela
(a
la
que
se
sumará
otra
en
2026)
dio
sus
frutos
en
taquilla,

llevó
la
saga
al
gran
público
e
hizo
que
todo
el
mundo
reconociera
inmediatamente
el
nombre
de
Katniss,
Peeta
y
compañía
.
Y
eso
que
su
presupuesto
no
fue
todo
lo
alto
que
debiera
(apenas
88
millones)
porque
Lionsgate
había
encadenado
fracasos…
Y
eso
era
todo
lo
que
realmente
podía
apostar.

Eso
no
evitó
que
esta
primera
parte
recaudara
695
millones
de
dólares
en
todo
el
mundo
y
lanzara
a
la
fama
a

Jennifer
Lawrence

gracias
a
una
mezcla
de
acción,
distopía
y
sentimiento.
Porque
sí,
en
el
fondo,

Los
Juegos
del
Hambre

es
genuinamente
encantadora.
Para
prueba
hay
una
escena
que
se
puede
pasar
por
alto,
en
la
que
Katniss
ve
un
grupo
de
mineros.
Bueno,
pues
si
te
fijas,

todos
tienen
la
cara
de
su
padre,
al
que
solo
habíamos
visto
en
una
foto
hasta
ese
momento
:
su
pérdida
fue
su
mayor
trauma.



Lionsgate

Por
cierto,
si
quieren
seguir
la
saga
en
cines,
aún
les
quedan
tres
pequeños
libritos
que
pueden
expandir
y
que
amplían
el
universo
de

Los
Juegos
del
Hambre
,
aunque
de
momento,
y

viendo
que
la
última
película
de
la
saga
no
tuvo
tanto
tirón
como
las
anteriores
,
es
posible
que
quieran
limitarse
a
ver
si
Collins
quieres
seguir
sacando
más
sobre
Panem.