Fatty
Martin
repasa
todos
los
secretos
detrás
de
las
cámaras
de
la
cinta
de
James
Cameron
en
una
nueva
entrega
de ‘No
es
como
las
demás’

Disney
Studios
Solo
James
Cameron
ha
sido
capaz
de
recaudar
más
de
5.000
millones
de
dólares
con
tan
solo
dos
películas:
Avatar
y
su
secuela,
Avatar:
el
sentido
del
agua.
Es
un
cineasta
único
que
ha
creado
Pandora
desde
cero,
diseñando
cada
detalle
del
planeta
y
hasta
creando
un
idioma
con
1.000
palabras
inventadas.
Tuvo
que
esperar
15
años
para
verlo
hecho
realidad,
pero,
viendo
la
acogida
entre
el
público,
ha
merecido
la
pena
cada
segundo
de
espera.
¿Cuál
es
el
secreto
del
bueno
de
James
para
que
sus
películas
sean
máquinas
de
hacer
dinero?
¿Por
qué
los
Na’vi
son
azules?
¿En
qué
idioma
hablan?
¿Cuál
fue
la
película
que
James
Cameron
vio
y
pensó:
ahora
es
el
momento
de
hacer
Avatar?
En
un
nuevo
vídeo
de
No
es
como
las
demás,
Fatty
Martin
analiza
el
fenómeno
y
hace
un
repaso
por
la
trayectoria
de
la
saga
desde
el
momento
de
su
creación
hasta
el
pelotazo
que
dio
en
los
cines.
Cameron
tenía
la
mayor
parte
del
guion
escrito
en
1994,
pero
la
película
no
se
estrenó
hasta
diciembre
del
2009.
En
la
década
de
los
90
no
existía
una
tecnología
digital
capaz
de
crear
el
mundo
y
los
personajes
que
James
Cameron
tenía
en
la
cabeza.
Si
el
presupuesto
de
la
película
ya
fue
alto,
237
millones
de
dólares,
se
estima
que
se
hubiera
rodado
en
esa
época
hubiera
costado
cerca
de
400
millones.
Y
nada
aseguraba
que
el
CGI
hubiera
estado
a
la
altura
de
las
expectativas.
El
cineasta
esperó
pacientemente
a
que
la
industria
tuviese
las
herramientas
necesarias
para
hacer
realidad
lo
que
rondaba
por
su
cabeza
y
un
día,
viendo
El
señor
de
los
anillos:
Las
dos
torres,
se
dio
cuenta:
Gollum
era
un
personaje
enteramente
digital
y
fotorrealista
que
interactuaba
con
un
entorno
real.
Ahora
podía
hacer
su
película.
Cameron
trabajó
con
WETA
Digital,
la
compañía
que
fundó
Peter
Jackson
y
que
fue
clave
en
los
efectos
digitales
tan
avanzados
que
terminó
teniendo
la
trilogía
de
El
Señor
de
los
Anillos.
Por
lo
tanto,
Gollum
no
solo
encendió
la
bombilla
en
la
cabeza
del
director,
sino
que
le
guio
para
dar
con
la
empresa
ideal
para
hacer
realidad
sus
sueños.

Walt
Disney
Studios
La
historia
de
Avatar
es
una
vuelta
de
tuerca
a
las
historias
de
colonialismo
y
explotación
de
recursos
de
entornos
naturales
en
las
que
viven
diferentes
tribus
y
culturas.
La
idea
original
de
la
película
no
es
especialmente
nueva,
de
hecho,
mucha
gente
la
compara
directamente
con
la
película
Pocahontas,
pero
esto
no
quita
que
James
Cameron
fue
capaz
de
coger
esta
idea
y
crear
algo
original.
Para
empezar,
el
film
contó
con
el
Dr.
Paul
Frommer,
un
lingüista
de
la
Universidad
del
Sur
de
California
que
suele
tener
la
curiosa
tarea
de
inventar
idiomas
para
películas.
Antes
de
crear
la
lengua
de
Barsoom
para
la
película
John
Carter,
trabajó
con
James
Cameron
en
Avatar
para
crear
el
idioma
Na´vi.
La
condición
que
Cameron
le
puso
fue
que
este
nuevo
idioma
alienígena
fuera
fácil
de
aprender
y
de
reproducir
por
el
elenco.
Finalmente
el
Dr
Frommer
terminó
inventando
más
de
1000
palabras
que
fueron
diseñadas
para
emular
la
sensación
auditiva
de
las
lenguas
polinesias,
como
el
maorí,
una
de
las
tres
lenguas
oficiales
de
Nueva
Zelanda.
Con
el
mismo
cuidado
construyó
Pandora.
El
planeta
no
solo
debía
sentirse
alienígena
y
diferente,
sino
también
familiar.
El
director
quería
reforzar
esa
idea
de
cuidar
nuestro
entorno
que
tan
presente
está
en
la
saga,
por
lo
que
los
espectadores
debían
sentir
el
universo
que
veían
en
pantalla
grande
como
si
fuera
suyo.
El
equipo
se
inspiró
en
lugares
del
planeta
Tierra
y
los
trasladó
a
Pandora
con
mucha
maña.
Algunas
localizaciones
que
usaron
los
diseñadores
son:
el
Parque
Forestal
Nacional
de
Zhangjiajie,
en
China,
para
las
montañas
flotantes,
las
montañas
Huangshan
y
Guilin,
también
en
China,
las
cuevas
Glowworm,
en
Nueva
Zelanda,
el
Monte
Roraima
y
el
Salto
Ángel
de
Venezuela,
y
en
la
laguna
luminosa
bioluminiscente
de
Jamaica.
Para
más
curiosidades,
no
te
pierdas
el
vídeo
de
Fatty
Martin
que
encontrarás
sobre
estas
líneas.